Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
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Veía como sus amigos comían su almuerzo mientras charlaban, intercambiando opiniones, criticando un poco a otras personas o platicandole al joven de ojos marrones lo que había sucedido en su ausencia.
Quackity estaba un tanto nervioso y ansioso por contarles a sus amigos que Luzu y él ya eran novios.
Estaba ansioso por presumirle a todo el mundo que era el yerno del director Merlon.
–Has estado muy callado, Quackity –comentó el mexicano antes de darle una mordida a su rebanada de Pizza.
–¿Sigues enojado con Luzu y te lo encontraste? –preguntó el francés antes de meterse un poco más de fruta a la boca.
–¿O lo viste con alguien más? –preguntó el argentino un tanto burlón.
El menor soltó una pequeña risita nerviosa mientras negaba haciendo ligeros movimientos de cabeza.
–En realidad.... Quiero hablar sobre Lusu –habló al mismo tiempo que le quitaba el pan de encima a su hamburguesa y procedía a quitarle el tomate.
–¿Ya no te gusta? –preguntó el mexicano, cubriéndose la boca con su puño.
–No, esperen... –lo interrumpieron.
–¿El boludo está saliendo con alguien más? –soltó un bufido– Es igual a todos.
–¿Igual a todos? –arqueó una ceja el de ojos grises– ¿Te incluyes en eso, Spreen? –cuestionó divertido.
–¿Qué? ¿De qué hablas? Claro que no –procedió a darle una mordida a su rebanada de pizza.
–¿Cómo van las cosas con Roier? –preguntó Missael un tanto burlón.
El de gafas se encogió de hombros– Somos amigos.
–Uuy si claro –respondió el mismo mexicano.
–Pues últimamente lo veo muy apegado al profesor de idiomas... ¿Cuál era su nombre? –dijo el de piel oscura.
El tema de conversación principal se había desviado mucho.
Demasiado.
–No estamos hablando de mí, estamos hablando de Quackity –respondió el argentino un tanto molesto por la mención de ese profesor.
–¿Te enojaste tan rápido? –preguntó el francés antes de darle un trago a su bebida.
–Ya cierren la boca –gruñó fastidiado.
Los chicos soltaron una carcajada un tanto burlona.
–Estoy saliendo con Lusu... –habló el chico de gorro entre las carcajadas de sus amigos.
