siete.

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Isaza Mapache Prod.

Tini, tiene los demos de Vanesa Martin?

Buenos días Jefe, si. Se encuentran en la nube.

Ya los encontré, lo siento. Como se encuentra?

Bien, gracias por preguntar. Usted?

Super, trabajando desde México ;)

No se olvide por favor de buscar los samples para la nueva canción de Susi.

Estoy en eso niña. Habló con Villa?

No, porque debería? No tengo su número

Por nada, olvídese.
Al rato hablamos, cuídese.

Saludos al resto.

El mensaje de Isaza me había confundido, pero decidí restarle importancia. Hoy iría a pasear con Nico y Julia por Bogota.

-Pulga, estamos fuera- hablo en la llamada.

-Genial, ya salgo- respondí tomando un abrigo.

El otoño se asomaba en Bogota, y le daba un aroma peculiar. Me recordaba en cierta parte a casa.

En la puerta del hotel se encontraban Nico y Julia en su carro, esperando por mi. Ambos dos llevaban una gran sonrisa en su rostro, las cuales me contagiaron.

-Bonnie and Clyde- salude con un beso en la mejilla a ambos- ¿que tal andan?.

-Hola pequeña, ¿bien y usted?- respondió rápidamente Julia.

-Perfecta, expectante de Bogota- forte mis manos.

-Te va a encantar- miro a través del espejo retrovisor Nico- ¿Alguna música en especial? Te dejo elegir por ser nuestra invitada.

-Es en definitiva otro Nicolas cuando se encuentra Juli- hable con sorpresa- the Queen of the industry- sonreí sugiriendo.

Nicolas miro confuso a su novia y ella rió ante su expresion.

-Taylor, amor- reímos ambas.

-Ladilla- dijo y se llevó un golpe por parte de Julia.

Reí fuertemente y comencé a cantar por lo bajo "betty".

-Tini, cuéntanes un poco de usted, sabemos solo lo profesional que es. Háblenos de su infancia, amigos... ¡Ya se!- exclamó alegre- cuéntenos de su familia.

El sentimiento de incomodidad se apoderó de mi cuerpo, haciendo que este se tense.

Carraspee un poco mi garganta dándome un poco de tiempo, para saber por donde comenzar.

Era la primera vez que iba a contar sobre mi familia a gente nueva, y su historia obviamente.

-Bueno- trage saliva- mi padre, Antonio, conoció a mi madre, Lourdes, o como todo el mundo la llamaba: Lola; en un bar del barrio San Telmo en Buenos Aires- sonreí al recordar la forma tan hermosa que tenía mi padre de contar esta historia- él tocaba el bandoneon para un tanguero los domingos por la tarde.

Guarde silencio por unos segundos para recordar y utilizar las mismas palabras que mi padre.

-Un domingo de primavera la vio entrar al bar- retome mi relato- y sintió que su bandoneon cobraba vida para tocar por sí mismo, de la forma más espectacular que jamás se había oído sonar. Como si el bandoneon también se hubiera enamorado de Lola- sentí mis ojos aguarse pero resistí a las lagrimas- Mi madre, por su parte siempre decía que al ingresar al bar no vio a mi padre sino hasta que oyó el bandoneon tocar "Arrabal amargo" de la forma más espectacular nunca antes oída.

-Que precioso- acotó Julia emocionada y Nicolas le devolvió una sonrisa.

-¿Y siguen juntos?- sentí mi corazón estrujarse ante la pregunta.

-No, o si- ambos me miraron sin entender- mi madre falleció el año pasado a causa de una cardiopatia congénita, que le descubrieron de muy grande, cuando ya no había nada por hacer- sonreí amargamente- pero imagino que a pesar de la muerte, su lazo de amor es más fuerte y, ellos siguen unidos a pesar de que no este físicamente.

-Lo siento, Marti- jamás me llamaban así, mi madre solo lo hacia.

-Así me decía ella- les sonrei.

-Perdon- se disculpo rápidamente Nicolas.

Negué rápidamente, apretando los labios para evitar llorar.

-No me molesta que me llamen así, al contrario, me recuerda a ella. Y eso es lindo- Julia volteo del asiento del copiloto para dedicarme una sonrisa- la música es lo que me une a ella, y recién hace unos meses pude volver a tocar, luego de su muerte. Fue muy difícil.

-Pero es una forma de tenerla cerca- asentí.

-Oye- puse mi mano sobre el hombro de Nico- Isa hoy me pregunto si había hablado con Villa, ¿sucede algo?- cambié de tema rotundamente.

El ambiente ya estaba algo intenso, angustiante en realidad. Y no quería que el viaje transcurriera así.

-Ah, si- respondió como si hubiera recordado algo- ayer me pidió su número, dijo que usted lo iba a curar, que necesitaba hablarle- largue una pequeña carcajada- ¿a que se refiere?- levanto sus sejas a la vez insinuando algo.

Algo que claramente estaba equivocado. A penas conocía a Villamil. Y apesar de que era guapo y muy amistoso, no había nada más que una amena conversación sobre resolver su frustracion.

-Nada, solo que le esta costando escribir, y me ofrecí a ayudarlo a resolver esa tara. Seguro le dio pena- me apoye sobre el asiento- ya se, deme su numero, así le escribo yo.

Por lo poco que había conversado con Juan Pablo, había notado su timidez, y lo más probablemente esta lo habría inhibido para enviarme un mensaje.

Pero como a mi, poco me importaba todo, y siendo más extrovertida que él, decidí que sería una mejor idea comenzar la conversación. Sino, nunca iba a poder volver a reconectarse con su lado escritor.

Y yo no iba a perder ninguna batalla, aunque no sea mía. Ni iba a dejar que él se rinda antes de comenzar.

Villamil Morat

Hola hola!
Supe que pidió mi número para hablarme, y no lo hizo.
Tremendo timido.
Por suerte yo no lo soy... Hola Villa.
No se va a salvar de mi antes de comenzar.
Comienza el operativo: "recuperar la música de Villamil" ;)

El sonido de nuestra Música - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora