cuatro.

555 43 0
                                    

-¿Puedo opinar algo?- me asome por detrás del monitor y los tres me miraron.

-Para algo la contratamos, ¿no?- dijo Pablo.

Y lo mire fulminante.

Ya no eran mis jefes, eran amigos. Pasaba todo el día con ellos, incluso los fines de semana me llevaban a conocer lugares de Colombia.

Amaba con profundidad a las novias de Pablo y Nicolas, eran super amables y protectoras.

Quizás era porque era menor que ellas, o porque me veían sola en un país el cual no era el mio.

-Si vas a pelearme no pienso decir nada- dije desafiandolo.

-Tina, hable e ignore al borrego- hablo Isaza.

Con él aún no tenía tanta confianza. Era muy amable y también gracioso, pero no tenía la misma relación que con los otros dos.

Quizás porque siempre estaba de gira y, poco lo veía como para conformar una relación más amistosa, como la que tenía con sus socios.

-Si- dije parandome de mi asiento- es una canción con tinte español, porque de hecho la están cantando con alguien español- me coloque frente a la consola de operacion- permiso- mire a Isaza esperando su aprobación.

-Si, haga lo que necesite- hizo un ademán con la mano.

Puse play a la canción y espere unos segundo a que la voz de Isaza apareciera.

-Aqui- y comencé a aplaudir imitando el ritmo flamenco originario de España.

Los tres se concentraron en escuchar como quedaba.

-No me convence- dijo Nicolas.

-Okey, no entonces- respondi dándole stop.

-No, espera. La idea no es mala, pero los aplausos grabados por encima no quedarán bien- hablo Pablo- quizás si regrabamos la parte de Morat, e incluimos los aplausos en ese momento, queden mejor.

Isaza, que tenia la última palabra, tenia la mirada fija en el suelo. Por lo poco que lo conocía sabía que estaba pensando, era su forma de concentración.

-Juan Pablo- sacudí mi mano frente a él.

Reacciono y me sonrió.

-Me gusta, creo que deberíamos hacerlo- hablo por fin- que gran decisión haber luchado por contratarla a usted, Martina.

-O sea que estos dos- señale a Pablo y Nicolas- estos dos... sordos- enfatice en esa palabra- ¿no querían contratarme a mi?.

Isaza largo una carcajada y se lanzó al sofá.

-No puedo creerlo- hable indignada- traición, cien por cien.

-Isa soplon.

-Cierre la boca maldito traidor- señale a Nicolas - Y usted- mire a Pablo- ni se le ocurra pedirme cupcakes otra vez. Les pondré veneno.

-Dramatica- respondió Pablo.

-No me hablen, desde ahora solo mi jefe será Isaza, el único que confió en mi- me sente nuevamente en el escritorio.

Volví a sentir la risa del más alto, resonar por el estudio.

-Tini- lo mire.

-¿Como la triple t?- sonrió- Diga Isa- volví mi vista al computador.

-¿Se anima a hacer los coros de una canción?.

-Ni de joda- respondí sin despegar la vista de lo que estaba haciendo.

-¿Por qué?- dijo en un tono elevado y agonico.

-Porqué me va mejor con los instrumentos, o en esto- señale mi computador.

-Vamos, ya la hemos escuchado cantar, lo hace bien. Solo serán coros, no le pedimos nada más. Son notas a las que Moncho, Marto, Villa y menos que menos yo, podemos llegar.

-¿Serán los típicos "oh- oh- oh"?-cante la última parte.

Asintió riendo.

-De acuerdo- di guardar al trabajo y lo subí a la nube compartida- ya esta el trabajo de MYA- dije mientras preparaba cafe- ¿alguien quiere?- pregunte y nadie respondió.

Voltee y los tres se encontraban mirando las pantalla de sus teléfonos.

-Oigan, simios- voltearon a la vez- pregunte si alguno quería café.

-Yo si, gracias- respondio rápidamente Isaza y volvió a su teléfono.

Nicolas y Pablo negaron e imitaron la acción de Juan Pablo.

-Adolescentes- dije en tono enojado.

Y una vez más la risa de Isaza lleno el silencio.

Prepare el café, y sin sonar egocéntrica, era la mejor haciéndolo. Pero todo se facilitaba si lo hacía con una buena calidad de café, y Colombia era el país rey de este.

-Toma-le entregue la taza- una condición para grabar los coros- me sente a su lado.

-¿Chantajeando a su jefe?- me miro levantando su ceja izquierda.

-Quiero estar en la cabina del técnico de sonido en un concierto suyo- bebi de mi café.

Me miro sin entender.

-Creí que iba a pedirme que le pida un saludo a un colega- río.

-Que vergüenza, ni de loca- respondí- quiero aprender el oficio de tecnico en sonido- dije ilusionada.

-Pero ya es productora musical, ¿que más quiere ser?.

-Soy algo inquieta- eleve los hombros- es que me fascina como funciona todo en los shows.

-Okey, déjeme preguntarle a Koco, nuestro técnico, para ver si esta dispuesto a soportarla- rió.

-Todos me aman- sonreí triunfante.

-Ladilla- acotó Nicolas.

-Traidor- respondi.

El sonido de nuestra Música - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora