-Que estres- dijo al bajar del avion.
Lo mire con indignacion.
-¿Que?- pregrunto.
-Marto, la embaraza soy yo ¿y usted se estresa?- dije.
-Me estrese por usted- reí- ¡en serio!- exclamo dramatico
Rode los ojos sin dejar de reir.
El frio humedo de Buenos aires me calo profundo en los huesos. Habia vuelto a casa luego de un año y un poco más. Mamá se cruzo en mi mente desde el segundo que pise tierra.
-¿Emocionada?- senti su brazo en mis hombros.
-Algo- sonrei nerviosa- ¿tu?
-Ya quiero conocer a tu hermana- sonrio.
Mi familia no sabia sobre mi llegada, sería todo una sorpresa.
-No es tan agradable como yo- rió- en serio, es un ogro gruñon.
-Tu lo eres tambien- funci el seño.
-Ella es peor, asi que imaginate lo que es- sacudi mi cabeza- pero estoy segura que te amara, todos en realidad.
-No estaria tan seguro eso de tu padre, soy quien te embarazo.
-Nah, debes preocuparte solo por mi hermano. Él te arrancara la cabeza- su expresion cambio a preocupacion- es un chiste- intente calmarlo- solo lo de arrancar la cabeza, quizas si no este tan contento- rei.
-Creo que mejor debes visitarlo tu sola- dijo con miedo.
-Tranquilo, no te hara daño- relajo su expresion- creo...
-¡Martu!- solte una carcajada- basta por favor.
-Okey, solo comprate un protector inguinal- su cara fue de llanto total- listo, no mas chistes - dije mientras reia.
Quisiera decir que la recibida fue tranquila, pero no. Hubo gritos de emoción, tension de parte de Villa. Charla seria respecto a lo irresponsable que habíamos sido, aunque aun así estaba felices por nuestra llegada sorpresa y también por Serena.
-¿Te sientes bien?- pregunto Villa.
-Estoy exhausta- bostece
-Tu habitación se encuentra intacta- menciono mi padre- puedes ir a dormir allí.
Mire a Villa buscando aprobación, ya que en teoría deberíamos volver a hotel en unos minutos.
-Ve, pediré que vengan a buscarme aquí para ir al checksound.
-¿Seguro?, puedo dormir en la van.
-Deseas más que nada dormir en tu cama, ve. Nos vemos a la noche en el concierto, Martu- dijo tomando su teléfono.
Me pare emocionada y bese su cabeza.
-Te quiero- beso cortamente mis labios.
-Mjm- oí el sonido proveniente de mi hermano- no me recuerdes que la embarazaste, por favor.
-Oye- lo regañe.
-No soporto lo colombiana que estas- reí.
Luego de que la van recogiera a Villamil corrí a mi habitación.
Inspire profundo para volver a sentir el aroma de esta. Nada había cambiado. Todo estaba tal cual lo había dejado el último día antes de partir.
-Que placer- dije recostandome.
Me acomode mirando la pared frente a la cama, y pude divisar el portarretrato donde estaba la foto con mi madre. Ella cantando y yo a su lado con el violin.
No pude evitar acariciar la barriga. Serena vendría pronto, y no conocería a su abuela, que sin dudas sería la mejor abuela del mundo.
Duérmete, deja de pensar un segundo.
No supe que sucedió después de eso, solo desperté con los gritos de Arinna.
-Ay por dios- dije abriendo los ojos- dejá de gritar, loca- grite yo.
-Voy a abrir- anunció detrás de la puerta.
-Pasa- la puerta se abrió de golpe y corrió hacia mi- Hola- la salude emocionada.
-¿Lo viste?- pregunto.
-¿Qué cosa?- la mire confundida- Grosera, un año sin vernos y ¿así me saludas?- dije ofendida.
-Nos vimos ayer, exagerada.
La mire confundida.
-Imposible- reí nerviosa- si llegue hoy.
-¿De donde llegaste?- sonaba más confundida que yo- ¿viste el correo de Mapache?.
-¿Qué?- comencé a preocuparme.
Nos miramos en silencio un segundo.
Un sentimiento de desesperación y angustia se formó en mi pecho.
-Te seleccionaron para ir a Colombia, Tina- dijo emocionada.
Y ese fue el comentario que hizo que entre en crisis.
Toque mi barriga rápidamente y ella no estaba.-Serena- comencé a llorar.
-¿Eh?- me miro confunfida- ¿quien es Serena?.
Un ataque de llanto me innundo y comencé a hiperventilar.
Todo había sido un sueño: mi año en Colombia, mis amistades, los viajes, la música. Mi amor con Villa y nuestra hija.
-No puede ser- la mire entre lagrimas- todo fue un sueño, no puede ser- ahogue un sollozo.
Arinna sin entender nada, me abrazo fuerte y me dejo llorar en su hombro.
Llore por un largo rato en sus brazos, hasta dormirme nuevamente.
Que real se sintió... Serena... Que feliz fui junto a él.
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El sonido de nuestra Música - Juan Pablo Villamil
FanfictionDicen que la música une almas a miles de kilómetros de distancia. Pero ¿y las que se encuentran a pocos kilómetros? O incluso ¿une a las que se encuentran a algunos metros?. Martina Pauls, volviendo a reencontrarse con la música luego de la muerte...