-¿Donde está Martina?- pregunto Villamil.
-¿Eh?- miro confundio Isaza.
-Eso que le pregunto perro, ¿Donde está?- enseñó la foto en su telefono.
-No lo sé, solo nos pidió el día para descansar, no nos dijo donde iría- mintio.
Juliana se había llevado a Martina a una finca por el fin de semana. Las cosas no mejoraban con Villamil. Cada vez que él quería acercarse a hablarle y pedirle disculpas, ella lo evitaba e incluso lo rechazaba.
Entonces su amiga, había decidido que era tiempo que se tomen un respiro. La presión de estar creando y cuidando de un bebé los estaba comiendo, más su testarudez e inmadurez los separaba cada vez más.
-¿Puede concentrarse en la grabación?- lo regaño Moncho- al menos haga una cosa bien.
Ese comentario había sido un golpe bajo para su amigo, y había desatado una discusión horrible entre ellos.
Villamil en su profundo sentía que no estaba haciendo nada bien, pero tampoco se esforzaba mucho en mejorarlo.
-Entienda que la madre de su hija y la mujer que lo ama con todo su corazón esta dolida porque no puede ser lo suficientemente valiente y decir "Si estoy enamorada de ella, si vamos a tener una hija" frente a los demás. Y deja que la gente especule y la insulte sin razon- Simon tenía razón.
-No es culpa mía que la gente especule, yo no quería que el mundo se enterara por eso mismo.
-No Papo, esta equivocado, esto está pasando porque no fue honesto. No puede hablar de algo que no paso de la forma que creía que iba hacer, porque no lo hizo.
-Quizás si hubiera dicho la verdad desde un principio y pedido respeto, la historia sería otra- el tono de Martin fue tan pacífico y realista que a Villamil lo exaspero.
-¿Y que quieren que haga ahora? Ya es tarde- se excuso en su propio error.
-Deje de excusarse tanto y ponga manos a la obra. Nosotros no debemos decirle que hacer, tiene que pensarlo solo- hablo Isaza ya harto de la situacion- y hágalo rápido antes de que nazca Serena.
-Ella no quiere verme ni hablarme.
-Si lo sabemos, tiene su parte de inmadura también, Juliana esta haciendo su trabajo para ayudarlo. Pero el resto depende de usted nada más Papo. Ahora por favor pongamosnos a trabajar sin interrupciones- volteo su silla hacia el control dando por finalizada la conversación.
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-¡No Juli, no!- grite riendo mientras esquivaba una bola de lodo.
-No seas aburrida vamos- tomo nuevamente tierra en sus manos y se acercó a mi- dame un abrazo- pidió y yo negue corriendo.
Comenzamos una guerra de lodo donde ambas quedamos totalmente sucias de pies a cabeza.
-Basta- supliqué
-Hagamos un trato- propuso dejando de lanzar- dejo de ensuciarla si promete solucionar las cosas con Villa- propuso.
-Ya tenía que cagarla- dije volviéndome seria- estábamos teniendo un gran día y tiene que mencionarlo- tire el lodo de mis manos- ya no juego.
Comencé a caminar hacia la estancia para tomar una ducha.
Grave error darle la espalda a Juliana. Senti un impacto en mis espalda y un recorrer que bajaba hacia mi trasero.
-Te mato- dije frenandome sin voltear a verla- te mato- repeti y comence a voltear lentamente- te- calle- mato- grite con fuiria.
-¡Pero ya estabas sucia!- se excuso.
-¡Fue traicion!- grite y tome nuevamente un a bola de lodo y se la avente.
Pasamos unos minutos más lanzándose barro.
-Me voy- dije.
-Espera- corrió a mi lado- en serio Tini, tienes que arreglar las cosas con él.
-Yo no soy quien la ha cagado, nuevamemente- abrí la ducha- tengo cuatro años menos que él, y se comporta como si fuera menor.
-Eso lo sabemos, es un inmaduro. Pero ha querido acercarse a hablarle y la inmadura fue usted no queriéndolo escuchar- me perseguía por donde caminaba intentando convencerme.
-Mira Juli, no hubo problema alguno que él no me mencionara en ninguna parte. El problema fue que se enojara porque pretendía que yo ocultara mi embarazo- me frene en seco para hablar frente a frente- y está niña inquieta que no para de moverse- baje mi vista hacia mi vientre porque Serena estaba muy movediza- es mi hija también. Y tengo derecho a decirlo.
-Tienes razon. No digo que no, pero realmente deben hablar- suplico.
-Lo pensaré- volví hacia la ducha- déjame pensarlo tranquila mientras me saco esta mugre producto de tu culpa.
-¡Eh! ¿Qué no me ves a mi también?- se señaló de arriba abajo- y esto no fue producto mio- carcajee y cerre la puerta en su cara- ¡Oye! Grosera- grito indignada haciendo que ría más fuerte.
Quizás tenía razón, estaba siendo inmadura en no querer arreglar esto. Pero él debería dar el primer paso, no yo.
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El sonido de nuestra Música - Juan Pablo Villamil
FanfictionDicen que la música une almas a miles de kilómetros de distancia. Pero ¿y las que se encuentran a pocos kilómetros? O incluso ¿une a las que se encuentran a algunos metros?. Martina Pauls, volviendo a reencontrarse con la música luego de la muerte...