nueve.

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-Ten- entregue un vaso de cerveza.

-Un brindis- dijo antes de beber- por esta nueva amistad- elevo su vaso.

-Y porque triunfaremos en nuestra misión- acote.

Chocamos nuestros vasos y bebimos. Rawayana acaba de terminar su show y estábamos a la espera de Alto Bondi.

-Son un grupo de tango moderno- hable mientras caminábamos más cerca del escenario.

-Le gusta mucho el tango, ¿no Tini?.

-Creci escuchando tango. Mi padre tocaba el bandoneon, y mi madre cantaba- sonreí.

Asintió entendiendo.

-¿Ya no lo hacen?- otra vez un dedo en la llaga.

-No- dije secamente- mi madre murió hace un año, y mi padre desde entonces no ha vuelto a tocar- no pude ver sus ojos por los lentes, pero sentí que emanaba tristeza- supongo que como a mi, le angustia. Fue siempre nuestra forma de unión.

-Pero usted ha vuelto a tocar- asentí.

-Excepto el violin- abrió su boca con sorpresa.

-¿Toca el violín?- sonreí

-No es por agrandarme, pero si y muy bien- rió cortamente.

-Tiene que mostrarme.

-Aun no puedo- curve mis labios con pena- solo tocaba violin para las presentaciones de mis padres. Me genera mucha tristeza aun.

-Hagamos un trato, usted me ayuda a conectarme otra vez con la música, y yo la ayudo a usted a superar esa tristeza- sugirió y vi como levantaba sus cejas a la vez.

Dude por un momento, pero ya no había nada que perder. Mi madre ya no estaba, no había remedio alguno. Aún que quisiera nunca más volver a tocar violin, ella no volvería.

-De acuerdo- sonreí.

...

-Tini, el es Koco- nos presentó Isaza- Koco, ella es la niña que deberás soportar por el concierto- Koco rió- hace muchas preguntas y habla todo el tiempo.

-¡Ey!- golpe su brazo- un gusto- estire mi mano para estrechar la suya.

-Un gusto, ¿como era su nombre?- pregunto.

-Martina.

-Bueno, los dejo para que trabajen, cualquier cosa me llaman- se despidió Isaza.

Caminamos a través de los asientos del campo del Movistar Arena. Se veía enorme desde allí.

Según había explicado Koco había varias consolas de manejo, una al finalizar el campo y otra al costado del escenario. Y que deberíamos movernos según estén los chicos tocando.

-¿Había ya trabajado de esto?- me pregunto.

-No. En realidad solo había manejado el sonido de mis padres cuando se presentaban en el bar de siempre. Yo era su sonidista- sonreí.

-Bueno, es un gran inicio. Esto es parecido pero mucho más grande, y con algunas botoneras mas- explicó.

Los ojos se me iluminaron al ver la gran consola. Necesitaba tocar todos los botones y perillas.

-Lo que haremos ahora es dejar lista esta torre, y luego la del escenario. Cuando esto esté listo, iras a colocarle los inears a Juanjo y Gabriel, que son los primeros en probar sonido- instruyó.

-Okay- sonreí emocionada.

Nos llevó poco más de una hora dejar las consolas listas, y a medida que las preparábamos, Koco se sercioro que aprenda para que servía cada interruptor, botón o perilla.

-Y estas cuatro- señaló los deslizadores- son los que dan sonido a los micrófonos de los muchachos- se refería a los cuatro Morat- y eso es todo- me sonrio- vaya a colocar los inears- me entrego dos estuches con los nombres correspondientes.

Los tome y me dirigí a los camerinos.

-¿Juanjo y Gabriel?- pregunte asomando apenas mi cabeza a un cuarto.

-Hola- me respondió una chica rubia dándose la vuelta.

-Hola, perdón creí que estaban aqui- sonrei- Martina- estire mi mano presentandome.

-Amanda- la estrecho- se encuentran en la siguiente puerta- me indicó.

-Gracias- seguí caminando por el pasillo.

La siguiente puerta se encontraba cerrada, asique toque y espere.

Luego de unos minutos se abrió y me encontré con el rostro de Villamil, quien sonrio al verme.

-¡Marti!- mi estómago se estrujo- pase, pase- se coloco a un lado de la puerta.

-Hola Villa- deposite un beso en su mejilla- ¡Hola!- exclame alegremente al ver a Simon y Martin- ¿que tal andan?-pregunte de forma general.

-Muy bien Tina, ¿usted?- pregunto Martin.

-Super, buscando a Juanjo y Gabriel- voltee a donde se encontraban aquellos dos- tengo que ponerles esto- alse mi mano mostrando los estuches.

-¿Esta trabajando para nosotros?- pregunto Simon y asentí.

-Solo por hoy- comencé a sacar los inears.

Gabriel me dio la espalda.

-Permiso- pedí mientras levantaba un poco su remera para pasar los cables por debajo de esta.

-Haga tranqui- respondió.

Al finalizar me despedí de los cinco y retome mi camino hacia la torre principal.

-Marti- escuche a mis espaldas.

Villa se acercaba a paso apresurado. Me detuve esperando que me alcance.

-Tome- me entrego una partitura y lo mire extrañado.

-Son las notas de una canción que me gusta mucho. Aprendaselo en el Violin y cuando se sienta segura, me lo muestra- sonrió tiernamente.

Mire por un momento la partitura y luego fui directo a sus ojos.

Que verde intenso. Y rasgados, como si sonrieran. Hermosos.

Sonreí.

-Okey, lo hare- guarde la partitura en mi bolsillo trasero- debo ir con Koco, luego nos vemos- lo abrace por la cintura rápidamente .

Quizás no lo esperaba o no le gusto, porque se quedó estático. Me separe y volví a mi camino.



El sonido de nuestra Música - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora