treinta y nueve.

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-Todo ha sido una completa locura- hable mientras mecía mi cuerpo.

-Lo vi en las redes, que increible- respondió animada Ari- ¿que sucede?.

Pare el movimiento, su pregunta me extraño.

-¿Por?.

-No paras de moverte- señaló con su dedo.

-Ah, es que calma mi dolor de espalda- sonreí y acaricie mi barriga.

-Aun no puedo creer que vayas a ser mamá- vi como se acomodaba en su cama teniendo su telefono en la mano.

-Ni yo, y soy la madre- carcajeo- ¿sabes que es lo más loco?- nego- que ni por putas hubiera imaginado todo esto en mi vida, ni hace 1 año antes de venir a Bogota a vivir, ni de niña- vi como negaba sonriendo- teníamos otros planes, ¿recuerdas?. Viajar por el mundo y comer mucho- reí.

-Bueno, lo estamos cumpliendo de una forma u otra. Tu viajas por el mundo con Villamil, y comes como bestia por Serena- reí tan fuerte que creí que iba a despertar a alguien en otra habitación- y yo viajare la próxima semana a Bali. Así que, nuestros planes tan mal no están yendo.

-Hoy iré al concierto de Morat por primera vez desde que estoy preñada- comente.

-¡¿O sea que estabas de gira con ellos pero sin ir a su concierto?!- asenti- ¿por qué?

-No lo sé, miedo quizás- su mirada pregunto por que- quizás las fans reaccionarian mal. No lo sé- repetí.

Nuestra charla continuo unos cuantos minutos más, pero tuvimos que dejarla a la mitad porque debía prepararme para el concierto.

Hoy sería el cierre de gira por España en el Wizink center. Y había decidido ir, asique quería vestirme especialmente para la ocasión.

Este sería mi último concierto de Morat con Serena en el vientre, luego de España volveríamos a Bogota por los últimos tres meses para preparar todo para recibirla.

-Toc toc- oí la voz de Make mientras ingresaba a la habitacion- te busca Villa- vi la mitad de su cara asomada.

-Voy- respondí mientras terminaba de atar mi pelo.

Tome mi bolso con todas mis pertenencias y salí de la habitación con intenciones de no regresar hasta la noche.

Desendi al lobby del hotel donde estaba el resto del equipo, y busque a Villa con la vista, pero no estaba entre todos ellos.

-En el jardin- indicó Make al verme en busca de él. Sonreí y me dirigí donde había indicado.

No era un hotel de diamantes pero si de cinco estrellas y era hermoso, su mejor parte era el jardín y eso Villamil lo sabía a la perfección.

-Ey- él se encontraba de espaldas- ¿me buscabas?.

-Martu- su forma de llamarme seguí provocandome mariposas- Sere- acaricio mi vientre.

Era su costumbre, me saludaba y la saludaba a ella. Era todo un caballero.

-¿Como estas?- beso cortamente mis labios y posiciono sus manos acunando mis mejillas.

Sonreí viéndolo a los ojos.

-¿Qué?- rió.

-Nada. Solamente disfrutaba tu belleza- respondi- bien, estuve en videocall con Arinna hace unos momentos. ¿Tu? ¿Nervioso por hoy?.

-Siempre hay un poco de nervios. Quería contarte algo- un brillo en sus ojos me reveló que tramaba algo.

-No pienso ser cómplice de ninguna broma de la cual luego pueda ser victima- me ataje.

-No- carcajeo- no haré ninguna broma. Por ahora- frunci el seño- prometo no involucrarte.

-Ya, dime- lo apure.

-Ansiosa- beso mi frente- es una sorpresa.

-¿Y entonces para que dices que quieres contarme algo si no lo harás?- me queje.

-Shh- me hizo callar- ¿recuerdas que fue lo que nos unió?.

-Morat- respondí.

-Bueno si, por Morat o Mapache más bien dijo, nos conocimos. Pero más allá de eso.

-¿Serena?- rió fuertemente- ¿Qué?- pregunte sin dejar de verlo reír.

Era tan hermoso.

-La musica- respondió terminando de reir- la música nos unió Martu. ¿Recuerdas? Nos íbamos a ayudar, tu a que vuelva la inspiración y yo a que tu toques el violin.

Asentí.

-Bueno, no te lo dije pero todo lo que realizabas, funcionó. Y rápido- sonreí ilusionada- escribí una canción.

-¡Quiero oírla!- exclame.

-Lo harás, pero no hoy, ni aqui- hice puchero- cara de perrito mojado no cuenta- funci el seño- y enojo menos-rió.

Bese cortamente sus labios. Y me separe para dirigirnos al lobby nuevamente.

-¿No quieres saber más?- pregunto en un tono algo indignado.

-Dijiste que era una sorpresa-me excuse.

-Bueno si, pero te diré algo ahora- reí- ¿que?

-Eres muy ansioso, solo eso- tome su mano- dime.

-Oiras la canción en- hizo una pausa cual susoenso- en...

-Ya, dilo- insistí.

-En Buenos Aires- dijo al fin.

El sonido de nuestra Música - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora