Capítulo 5

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Mew observó como Mean entraba en la sala de reuniones. Llegaba casi con media hora de retraso y la expresión de su mirada hizo que Mean entrecerrara los ojos.

Salvaje. Peligrosa. Como un felino de la selva moviéndose sigilosamente, consciente de su naturaleza depredadora. Ya no era un tiburón de sangre fría. Incluso sus ojos habían perdido su frialdad, aunque jamás volverían a tener el color de los Medthanan.

Esos ojos habían sido duros y fríos durante cinco años. Hasta esa noche. Esa noche, cuando Mean se detuvo delante de él y lo miró, eran salvajes y feroces.

- Tenemos que hablar.- Había un matiz de violencia en su voz, como el gruñido de un animal, que hizo que Mew arqueara una ceja.

- Ey, Wildman- lo saludó Gulf llamando a Mean por su nombre en clave y dándole una palmada en el trasero.

Mew se esperaba aquel gesto por parte del chico pero no se esperaba la reacción de Mean. Gulf llevaba años palmeándole el culo a Mean con la intención de cabrear a Mew y Mean siempre lo ignoraba. Sin embargo, esta vez le agarró la muñeca con cuidado y lo miró fijamente.

- No vuelvas a hacer eso- le ordenó con suavidad; la suficiente suavidad para que Mew se pusiera lentamente de pie.

La sonrisa descarada de Gulf bastaba para conseguir que un hombre rechinara los dientes.

- Oh, cuánta testosterona.- El joven fingió un escalofrío-. Vaya, Mean, no irás a decirme que has sido reclamado por un hombre o algo por el estilo.

Algo por el estilo. Mean volvió a sentarse mientras el desvergonzado chico dejaba un montón de dossieres sobre la mesa, dándoles la espalda.

- Los demás llegarán en unos minutos. Off y Gun también se han retrasado.

Cuando Gulf salió de la sala de reuniones, Mean se giró para cerrar la puerta con la llave mientras su tío se reclinaba en la silla, apoyaba los codos en los reposabrazos y juntaba los dedos delante de él.

- ¿Ocurre algo?- preguntó Mew.

Mean se giró y clavó una furiosa mirada en él.

- Sabías que Plan estaba saliendo con alguien- le acusó con violencia.

Mew contuvo una sonrisa y asintió con la cabeza.

- Estaba en el informe que te doy todos los meses. Ya sabes, el que tiras a la papelera después de preguntarme si está vivo y a salvo.

Mean se acercó a él sintiendo que la furia palpitaba en su interior. Parecía estar rodeado por un aura de peligro.

- Rathavit está saliendo con alguien- rugió enseñando los dientes furiosamente.

Mew se enderezó y le miró a los ojos sin titubear.

- ¿Acaso es asunto tuyo? Tin Medthanan está muerto, Wildman. ¿Recuerdas?

Mean se estremeció. Se echó hacia atrás como si lo hubieran abofeteado y al instante su rostro volvió a adquirir una expresión inescrutable.

- Abre la puerta- le ordenó Mew con serenidad-. Tenemos una reunión y una misión que cumplir.- Centró la atención por un momento en los documentos que Gulf le había llevado y luego levantó la cabeza para enfrentarse a aquella furiosa mirada-. Su marido lo abandonó, Mean. ¿Acaso pensabas que guardaría luto para siempre?

Quizá una parte de él lo había creído así.

Mean tomó asiento lentamente, conteniendo las emociones y la furia. Llevaba años intentando dejar atrás el pasado, pero de alguna manera, en todos esos años, nunca había imaginado que Plan dejaría que otro hombre lo tocara. Probablemente porque él nunca había sido capaz de tocar a otra persona.

La cara oculta del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora