CAPÍTULO 12.

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(Durante este capítulo seguirá narrando Eddie)

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(Durante este capítulo seguirá narrando Eddie)


31 de octubre.

ㅡ Muy bien, Ares, recuerda que no debes de correr ni adelantarte puedes caerte y además Devon aún puede caer por quererte seguir ㅡdijo Leina mirando al niño rubio llamado Ares que caminaba frente a nosotros disfrazado de Indiana Jones.

ㅡ Sí, Nana ㅡrespondió Ares, caminando despreocupado mientras asentía.

Una sonrisa apareció en mi rostro, habíamos empezado hace poco, la pedida de dulces hasta ahora había sido exitosa y había sido algo agitada porque Ares corría y yo como buen acompañante iba detrás de él porque mi pobre cobriza tenía en brazos a la pequeña vestida de gatita en brazos.

ㅡ Ahora que te veo bien, ¿De qué se supone que estás disfrazada? ㅡla cuestioné mientras la miraba de reojo, no es como que no me gustará, de hecho, se ve realmente preciosa pero vestida de forma colorida y llevaba unos que de forma ovalada junto algún tipo de bandana o pañuelo en el cabello.

ㅡ Soy una hippie, creo que es obvio, Edds ㅡrespondió haciéndome reír luego me miróㅡ ¿Y tu? ¿De qué estás disfrazado?

Miré mi atuendo y me reí un poco. ㅡ Un vampiro metalero, pretendiente de la hippie bonita ㅡrespondí en un tono coqueto y guiñe el ojo, Leina rió sonrojada y negó un poco.

ㅡ ¡Mira Eddie, ahí están dando dulces! ㅡdijo Ares mientras me tomaba de la mano y me jalo, llevándome hasta la casa.

Está era la tercera vez en la noche en la que cuando menos lo esperaba estaba frente a una casa con él pequeño, la gente me miraba algo extrañada pero no me importaba en lo absoluto.

Incluso Leina en algún momento me bromeó diciendo que en un futuro sería un buen padre a lo que pensé "claro, de los nuestros".

Tremendas ideas las mías.

•••

ㅡ Me duelen los pies ㅡse quejo el pequeño en cuanto vió a su madre quien negó mientras reía y recibía en brazos a la pequeña Devon.

Poniendo su atención en la pelicobrizo. ㅡ ¿Cómo se portaron?

ㅡ Bien, fueron unos angelitos ㅡrespondió la chica mientras yo reía.

ㅡ Me alegro mucho, por cierto, ¿el sábado estás disponible? Tendremos una fiesta y eres excelente cuidado a los niños ㅡdijo la mujer mientras miraba a la chica y le entendía algo, subiendo su mirada a miㅡ puedes traer a tu novio.

"Novio"

Esa palabra hizo que mi corazón se alborotara y no pude disimular una sonrisa. ㅡ Está perfecto, señora ㅡhabló Leina sonrojada y despidió de la mujer y los niños.

ㅡ ¡Adiós Eddie! ㅡgritó Ares desde adentro mientras yo me despedía con la manoㅡ ¡nos vemos el sábado!

•••

Ambos estábamos recargados sobre mi furgoneta, mirando hacia el famoso lago de los amantes mientras la hermosa luna iluminaba el lugar.

ㅡ Eddie, ¿Puedo hacerte una pregunta? ㅡme cuestionó rompiendo el silencio que habíamos tomado hace unos cuantos minutos.

La miré de reojo y asentí. ㅡ Por supuesto.

ㅡ ¿Por qué te gustó? ㅡme preguntó girándose para mirarme.

Es una pregunta bastante sencilla diría yo.

Fingí pensar un momento y me acerqué un poco a ella antes de rodear sus hombros con mi brazo. ㅡ Bueno, fue desde que te ví entrar por las puertas del instituto, debo de decir que te ví entrando en cámara lenta hasta que ví a tu hermano.

ㅡ ¿Tan malo es qué Steve sea mi hermano? Sé que puede ser un idiota pero lo quiero ㅡel tono de su voz era bromista, casi como burlándose del hecho de que su hermano no quería que pasará algún momento conmigo.

ㅡ No es malo, solo que... somos de mundos diferentes, me parece imposible que ahora estés aquí ㅡdije dejando salir una risita.

Sentí como su cabeza cayó sobre mi pecho y su brazo rodeo mi torso. ㅡ A mi me parece imposible que estés aquí ㅡcorrigióㅡ para mí, eras alguien inalcanzable.

ㅡ ¿Era? ㅡpregunté con una ceja alzada, mirándola con diversión.

Un pequeño ruido salió de sus labios mientras alzaba la mirada hacia mí. ㅡ Eres ㅡdijo mientras su mano libre se posaba en mi pecho.

La analice, la admire, mire su rostro a cada hermoso detalle de el, comisionado por su belleza acompañada de los rayos lunares que iluminaban finamente su rostro.

Mi dedo medio acarició una de sus mejillas, sintiendo su piel bajo mi dedo, sus ojos me miraron con curiosidad y también un hermoso brillo que últimamente podía observar más en sus ojos.

ㅡ No me mires así ㅡdijo mientras se giraba para verme mejor, yo solo dejaba salir una risita.

ㅡ ¿Cómo? ㅡcuestioné mientras me giraba al igual que ella para dejar que mis confianzudas manos caigan sobre los costados de su cintura.

ㅡ Así... ㅡsusurróㅡ como si fuera la persona más perfecta del mundo.

Me incline mientras mi nariz se rozaba con la suya, Leina mantenía sus manos sobre mi pecho mientras sentía cómo jugaba sus dedos ahí. ㅡ Seguramente porque lo eres para mí lo eres.

ㅡ ¿Lo soy? ㅡcuestionó mirándome, jamás me cansaría de mirar el brillo de sus ojos.

ㅡ Más de lo que deberías ㅡdije riendo, la sonrisa boba en mi rostro estaba presente, totalmente estúpido como para pensar como se debería.

Me incliné y dejé un pequeño beso en sus labios, una de sus manos se posó en mi nuca, sintiendo como se paraba de puntillas para alcanzarme un poco más.

ㅡ Por cierto, ¿La cita en el cine será el domingo? ㅡcuestioné, abrazándola contra mi pecho mientras sentía como se acurrucaba en mí.

Un tarareó sonó de sus labios y asintió. ㅡ Claro, agradezco que ese día estoy libre, iba a cuidar a Will Byers pero Joyce dijo que Jonathan podría hacerlo ㅡme explicó, alzó la cabeza y me miró con una sonrisaㅡ tienes mucha suerte, freak ㅡbromeó mientras yo soltaba una sonora carcajada y ella me acompañaba.

ㅡ Bueno, soy un hijo de puta afortunado porque tengo a una hermosa hippie aquí conmigo. Si lo piensas, es una combinación bastante peculiar ㅡreflexioné, inclinandome para quitar los cabellos de su rostro, teniendo en mente dejar otro beso sin miedo a ser rechazo.

Ella alejó el rostro haciéndome jadear mientras en sus ojos había un brillo de travesura. ㅡ Es que somos peculiares ㅡme dijo mientras yo nuevamente intentaba tener la oportunidad de besarla pero Leina repitió su acción.

ㅡ ¡Oye! ㅡme quejé mientras escuchaba su melodiosa risa, empezando un juego entre acercamientos fallidos, risas y quejasㅡ Bien, bien, ¡Me rindo!

La solté y me crucé de brazos, fingiendo estar ofendido, la mire de reojo, viendo como se acercaba nuevamente para tratar de separar mis brazos pero me negué unos segundos, así que cuando menos acordé, tomó mi rostro. ㅡ Eres un testarudo ㅡjadeó cuando me aleje, imitando su acción.

ㅡ No puedes quejarte de este testarudo, nena.

Una sonrisa amplia apareció en mi rostro, dejándome besar.

Basta, ante todo esto, necesito un pellizco. ㅡ Me gustas de todas formas ㅡrespondió.

Adoro a esta chica.

CREEP | EDDIE MUNSON«[BOOK #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora