Chifuyu cayó al suelo sobre su trasero, sujetando su abdomen después de tener un gran ataque de risa. Intentaba calmarse para poder ayudar a su amigo que batallaba por salir de un gran pozo de fango apestoso, pero la simple imagen del chico cubierto de barro y el peinado gracioso que le quedó hacía que estallara en ruidosas carcajadas.
—Te dije que no era seguro pasar por ahí— logró decir en medio de un segundo ataque de risa.
Takemichi logró salir por fin del charco de espeso fango, lanzándole barro al rostro de Chifuyu, provocando su enfado.
—Lo siento— murmuró falsamente antes de abrazarlo y ensuciarlo.
El par de amigos terminaron dándose un buen baño en las calmadas aguas de una especie de laguna que encontraron en su camino luego de perderse del sendero original. Pero no era la primera vez que les sucedía.
Chifuyu envolvió a Takemichi en una gran esfera de agua y lo arrojó a una zona más profunda de la laguna, riendo al verlo salir del agua con un evidente enfado. Esos eran los momentos en que olvidaban las adversidades por las que habían tenido que pasar durante los primeros meses desde su salida de la tribu, y también olvidaban el hambre que sentían. Desde que se habían perdido, no habían logrado dar con animales para comer más allá que un conejo.
Quedaron en completo silencio cuando escucharon las ramas de los arbustos cercanos, removerse. Chifuyu creó una burbuja de agua alrededor de la cabeza de ambos con el suficiente aire para que pudieran mantenerse ocultos bajo el agua. Creyeron que estarían fuera de peligro cuando la silueta de una persona se acercó a la laguna y luego desapareció de su vista, pero estaban equivocados. Fueron sacados bruscamente con una fuerte corriente de agua. El par de chicos cayeron sobre una capa de hierbas, intentando cubrir a cómo de lugar su desnudes.
—¡Al fin los encuentro!— exclamó el sujeto que ocultaba su identidad tras una máscara de madera, lanzándoles sus prendas para que se vistieran rápidamente—. Aquí están el par de invasores indeseados.
Takemichi miró de reojo a Chifuyu. Estaba esperando a que le diera la señal para poder atacarlo y así escapar de él. El rubio asintió, y en un par de segundos, el sujeto de la máscara fue golpeado por un pilar de roca maciza, haciéndolo caer de espaldas. El par de amigos aprovecharon la oportunidad para escapar de ahí, pero fueron atrapados desde sus tobillos por unas cadenas de agua. El golpe que se dieron fue tan fuerte, que ni siquiera les importó que fuesen arrastrados y levantados desde sus pies.
—El golpe con la piedra me dolió, y mucho— gruñó acercándolos más a él.
Chifuyu intentaba romper las cadenas con su poder, pero no podía. Antes habían tenido encuentros peligrosos con otras tribus o con personajes extraños al azar, pero ninguno daba tanto miedo como ese tipo alto. Takemichi trató de golpearlo con otra columna de rocas, pero su ataque fue bastante predecible, por lo que el enmascarado pudo esquivar. Vieron que el tipo sacó un cuchillo y lo puso cerca del cuello del pelinegro. Pero de pronto el sujeto comenzó a reír antes de bajarlos con suavidad al suelo.
—Sus expresiones fueron de lo más graciosas— dijo quitándose la máscara revelando el rostro del desconocido—. Tranquilos, no les haré daño.
El sujeto tenía un rostro amable y una llamativa cicatriz de un corte en sus labios. El enmascarado se presentó a ellos como Hakkai Shiba, el autoproclamado protector del bosque donde se habían perdido y también de la laguna donde estaban bañándose.
—No puedo creer que hubieran caído en una de las trampas más obvias del bosque— dijo refiriéndose al charco de fango con el cual pudo seguir su rastro hasta la laguna.
Chifuyu miró a Takemichi entrecerrando los ojos. El chico tragó saliva sonriéndole incómodo. El enmascarado extendió su mano tras guardar el cuchillo, pidiéndoles disculpas por el mal momento que les había hecho pasar. Pero tenía que asegurarse de que no eran personas peligrosas.
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—Ustedes se ven muy diferentes al tipo de personas que suelen perderse por estos lugares— dijo con la cabeza reposando sobre su mano viendo al par de muchachos devorar unos peces asados a la fogata que hizo para ellos—. Incluso huelen diferente.
Chifuyu se detuvo por la incomodidad que le había generado el comentario de Hakkai. Había pasado casi un año desde que habían dejado la seguridad de sus hogares en búsqueda de la tribu de origen de Takemichi, y en ese lapso de tiempo ambos habían debutado como omegas con sus correspondientes celos. Gracias a eso, estuvieron en grandes aprietos, pues habían atraído la atención de algunos alfa y huir de ellos fue una tarea muy complicada.
—Estamos buscando a su verdadera familia— dijo Chifuyu apuntando a Takemichi con un gesto de cabeza, para cambiar de tema.
—¿Son una especie de fugitivos? ¡Yo también!— dijo efusivamente con una gran sonrisa orgullosa—. Vivo en este lugar desde que escapé de mi tribu, eso hace dos años atrás. Creo... Puede que sea más tiempo— murmuró lo último con expresión pensativa.
El rubio miró a su amigo algo confundido después de que Hakkai comenzara a hablar consigo mismo, ignorando la presencia de los dos omegas por unos momentos. Los chicos debían continuar con su camino, por lo que interrumpieron la interesante plática que tenía el sujeto para agradecerle el pescado y el hecho de que no los hubiera matado.
Hakkai los dejó ir después de preguntarles si estaban bien con continuar con su camino en mitad de la noche. No pasó tanto tiempo hasta que sintieron sus pasos tras ellos.
—Decidí que es buena idea acompañarlos en su viaje— dijo abrazándolos por los hombros con una gran sonrisa—. Se ven muy pequeños y podría pasarles algo. Necesitan a alguien que los proteja.
—No porque seamos omegas significa que necesitemos a alguien para que nos proteja— dijo Chifuyu frunciendo el ceño.
—¿Omegas?— preguntó Hakkai inclinando la cabeza a un lado—. ¿Así se llama su tribu?
Takemichi estalló en risa. Era la primera vez que encontraban a un evidente alfa tan inocente como él. Sería bueno tener un compañero de viaje así como él, aunque Chifuyu no estuviera del todo convencido.
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Resiliencia [Omegaverse] [Tokyo Revengers]
FanfictionTribus que controlan diferentes elementos de la naturaleza habitan montañas, bosques y bordes de ríos, manteniéndose alejados de los asuntos de las otras comunidades. A la tierna edad de dos años, los niños demuestran tener o no el don del elemento...