Souya aún sostenía la mano de Hakkai cuando vio a todos salir del refugio, dónde se había estado realizando una reunión entre los líderes de ambos grupos.
Takemichi se detuvo en la puerta y sonrió alegremente al verlos.
—¡Lo sabía!— exclamó acercándoseles.
Los dos chicos se miraron por unos instantes y se sonrojaron furiosamente soltando sus manos y poniendo algo de distancia sana entre ambos. Souya le explicó el mal entendido a Takemichi quien pareció visiblemente decepcionado.
—Debemos ir a su antigua tribu— dijo Souya con entusiasmo—. Hay que ir a buscar al amor de su vida.
Manjiro, que había estado escuchando la conversación junto a Takemichi, les prometió considerarlo, pero que primero debían solucionar otros problemas. Sin embargo el omega pelinegro aceptó de inmediato, dejando a Mikey con las palabras en la boca. Takemichi se fue junto con Souya y Hakkai pensando en los preparativos para su siguiente viaje.
Keisuke se paró junto a Mikey para reírse de su situación. El pelilargo estaba al tanto de que la situación entre el rubio y el omega estaba un poco áspera después de que el celo de ambos terminó y se dieron cuenta de lo que había sucedido. Takemichi se lo había tomado muy mal, puesto que consideraba que Manjiro se había aprovechado de él en un momento en que no estaba para tomar decisiones importantes como enlazarse a quien seguía considerando un hermano.
—Acompáñalos— ordenó Mikey en cuanto Keisuke dejó de reír—. Yo debo quedarme a supervisar la construcción de las nuevas casas.
—¿Y dejar a Chifuyu solo? Ni loco— dijo rascando su oreja con su dedo meñique—. Van con Hakkai, con eso basta.
Manjiro exhaló molesto. Si no fuera por el trato que habían hecho, él mismo habría ido por el famoso "compañero destinado" de Hakkai.
Los dos alfas vieron que Chifuyu salía de la casa de los omega apresurado ajustando su morral, yendo tras los demás. Baji tuvo que ir corriendo tras él para regresarlo a su cama, regañándolo por haberse levantado en el estado que se encontraba.
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—¡Déjame ir!— exigió Chifuyu en mitad de su berrinche.
Keisuke lo dejó sobre la cama, esa misma que no debió haber abandonado bajo ningún pretexto. El rubio hizo un mohín.
Baji caminó hasta la puerta y antes de salir hizo una amenaza sólo con su dedo índice. Pero Chifuyu no iba a darse por vencido tan fácil. Cuando el alfa volvió a abrir la puerta después de haber aguardado un minuto, encontró al más joven tratando de escapar por la ventana.
—¡Regresa a la cama!— regañó.
Chifuyu miró hacia fuera, lamentándose al ver cómo Takemichi, Hakkai y Souya se iban sin él. El omega se perdería de lo que podría ser la aventura de su vida y todo porque Baji no le dejaba ir.
—Tienes las costillas rotas ¿Cómo se te ocurre pensar siquiera en salir de la cama?— dijo cubriéndolo hasta el cuello con las mantas después de haber logrado acostarlo.
Chifuyu se sobresaltó y desvió la mirada. Para el alfa, eso no pasó desapercibido. Sujetó su rostro para obligarlo a mirarle y que le confirmara que realmente se había fracturado las costillas. Chifuyu asintió, pero sin hacer contacto visual, más nervioso que nunca. Al final terminó confesado haber mentido sobre aquello para así tener más atención de su parte.
Keisuke subió su camiseta sin decir nada. Había un enorme moretón en su abdomen, así que era obvio que tendría dolor, y esa fue la razón por la que había creído la mentira de que sus costillas habían sido fracturadas durante la paliza que recibió mientras estuvo secuestrado.
—Lo siento— susurró Chifuyu ocultando su rostro tras sus antebrazos. Estaba demasiado avergonzado para mirarlo—. Fue egoísta de mi parte querer toda tu atención puesta en mí, y fue lo único que se me ocurrió.
Baji bajó su camiseta, aún en completo silencio. Chifuyu podía sentir su enfado. Sabía que cuando el alfa estaba así de callado significaba que habría muchos problemas. Descubrió su rostro justo para ver cómo una mano se acercaba a su cara. Cerró los ojos rápidamente, preparado para recibir el golpe. Pero su mejilla fue acariciada gentilmente, y su frente besada. Chifuyu pensó que tal vez luego de eso sí llegaría algún golpe.
—¡Maldición! ¡Que no te haré daño!— gruñó Baji apretando sus mejillas y dando un pequeño jalón.
—¡Estás enojado!— dijo volviendo a cubrir su rostro con sus brazos— ¡Perdón!
El alfa sujetó las muñecas del rubio y apartó sus brazos, inmovilizándolos a cada lado de su cabeza. Aunque hubo un reclamo en un principio por lo brusco que había sido, todo fue olvidado cuando Keisuke se inclinó para besar los labios de Chifuyu. Hubo un sonrojo por parte de ambos en cuanto Baji se apartó un par de centímetros. Pero la sensación había sido jodidamente genial. Iniciaron otro beso, pero con mayor libertad. El omega rodeó el cuello del moreno, profundizando torpemente la unión de sus labios.
Keisuke tenía aún a Chifuyu inmovilizado bajo suyo, y aprovechó la posición para ver hasta dónde podía llegar con el chico. Con su rodilla, provocó al rubio, tocando su entrepierna mientras se devoraban los labios en otro beso necesitado. La temperatura estaba subiendo en la habitación al igual que la calentura. Baji besaba y lamía el cuello del ojiazul, mientras iba desnudándolo lentamente. Sonrió lascivo al ver el efecto que había provocado en el más joven. El chico temblaba nervioso, expuesto al desnudo a la hambrienta mirada del alfa. Keisuke mordió su labio inferior antes de volver a sonreír ladino, colocando sus manos en el tórax de Chifuyu, y con sus pulgares acariciando sus pezones. Pensó en que el chico disfrutaría más si los lamiera.
—¿Estás seguro de que no irás?— preguntó Souya abriendo la puerta del cuarto.
Chifuyu se sentó tan rápido por los nervios de haber sido descubiertos, que golpeó a Keisuke en el rostro con su cabeza. Los dos cayeron en la cama quejándose del dolor, mientras Souya se disculpaba muchas veces por haber interrumpido una situación como aquella antes de cerrar la puerta de un solo golpe.
El alfa empezó a reír después de que el dolor desapareciera. Chifuyu estaba escondido bajo las mantas diciendo que no podría mirar a Souya a los ojos en mucho tiempo.
—Yo no se lo perdonaré nunca— dijo viendo como su erección se había bajado.
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Resiliencia [Omegaverse] [Tokyo Revengers]
FanfictionTribus que controlan diferentes elementos de la naturaleza habitan montañas, bosques y bordes de ríos, manteniéndose alejados de los asuntos de las otras comunidades. A la tierna edad de dos años, los niños demuestran tener o no el don del elemento...