Una pequeña mano golpeó su mejilla con suavidad, despertándolo de su sueño. Miró al bebé que jugaba a sacudir sus brazos y piernas a su lado mientras su atención seguía en los juguetes que colgaban desde el techo.
—¿No crees que es muy temprano para estar tan activo?— preguntó con una pequeña sonrisa en su rostro acariciando los rubios cabellos del lactante.
—Tiene mucha energía— dijeron a su lado—. Es muy molesto.
Takemichi rió tomando una almohada y golpeando con cuidado a la personita en el otro extremo de la cama. Su hijo mayor se quejó diciendo que tenía razón mientras el bebé reía por la graciosa escena. Takeo suspiró abrazándose a su hermanito para ver si con eso se quedaba quieto y le dejaba continuar con su sueño.
Al omega aún le seguía sorprendiendo el mal carácter de su hijo mayor al despertar. En ese sentido era muy parecido a Manjiro.
Unos golpecitos en la puerta captaron la atención de los presentes en la habitación. Nijiro apareció con un biberón en una de sus manos y un vaso con jugo de frutas en la otra.
—Hora del desayuno, pequeños— dijo Takemichi sentándose en la cama para recibir el biberón.
Nijiro le comentó que la leche estaba comenzando a acabarse a lo que Takemichi asintió con su cabeza. Mamoru, su hijo menor, desde su nacimiento había rechazado alimentarse de otra forma que no fuera un biberón. En un principio Takemichi había pensado que se trataba de algo en su contra, pero cuando le pidió a Chifuyu que intentara alimentarlo también lo rechazó.
Takeo bufó cuando recibió una patada de su hermanito. El lactante encontraba divertidas las reacciones del mayor cada vez que le daba un golpe ya fuese de sus manitas o de sus pies.
—Lo vas a hacer enfadar— dijo Takemichi cargando a Mamoru para darle el biberón y así evitar que Takeo estuviera de mal humor por el resto del día.
—Recuerda que hoy tienes reunión con los demás— dijo Nijiro entregándole el jugo a Takeo—. Yo me quedaré con los niños.
Takemichi asintió luego de dar un largo suspiro.
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La sala quedó en un incómodo silencio luego de que hubiesen golpeado la mesa con fuerza.
—¡Mi niego!— gruñó Keisuke con el ceño muy fruncido.
—Estoy de acuerdo con Baji— dijo Hakkai con la cabeza apoyada sobre sus manos entrelazadas—. Es una idea terrible.
Takemichi masajeó sus sienes con los dedos de sus manos, intentando conseguir algo de paciencia. Detestaba participar de aquellas reuniones de la tribu porque siempre eran motivo de discusiones entre todos. Miró a su lado y vio a Izana con una pequeña sonrisa en su rostro. Eso significaba que habría más problemas. Agradeció que Kakucho se adelantara y le pidiera al peliblanco mantener la calma para así evitar conflictos en la sala.
—Tienen un importante territorio de nuestra tribu, tampoco podemos hacer la vista gorda de eso— comentó Kokonoi extendiendo un mapa sobre la mesa—. Estamos perdiendo tierras con buen material para explotar.
—¿Acaso no entiendes lo peligroso que es ir a ese sitio?— preguntó Shinichiro encendiendo un cigarrillo, que fue apagado inmediatamente por Wakasa sentado a su lado. El suspiro de decepción causa risa en los presentes.
Izana volvió a decir que debían recuperar ese territorio no solamente por los beneficios que obtendrían nuevamente con ello, sino que también se podrían deshacer por fin de un problema que los venía aquejando desde hacía un año: Manjiro.
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Resiliencia [Omegaverse] [Tokyo Revengers]
FanfictionTribus que controlan diferentes elementos de la naturaleza habitan montañas, bosques y bordes de ríos, manteniéndose alejados de los asuntos de las otras comunidades. A la tierna edad de dos años, los niños demuestran tener o no el don del elemento...