Retorno

999 181 43
                                    

El grupo quedó boquiabierto viendo cómo había cambiado la tribu en las cuatro semanas en que no estuvieron. Era simplemente impresionante apreciar la cantidad de casas nuevas. Si no hubiese sido por Chifuyu que los recibió con tanta euforia, habrían pensado que se habían equivocado en el camino de regreso.

—¿Que pasó aquí?— preguntó Takemichi a Chifuyu mientras avanzaban por el camino principal.

El rubio le explicó lo sucedido entre Nahoya y Ran, así que Mikey le había impuesto como castigo al alfa tener que derrumbar las casas que habían construido antes, y levantar unas nuevas, cosa de que fueran suficientes tanto para parejas como para solteros. Souya al escuchar la historia corrió en busca de su hermano gemelo. Rindou tuvo la intención de seguirle, pero al encontrarse de frente con Mikey detuvo su andar.

Manjiro sonrió al ver a Takemichi y los demás de regreso sanos y salvos. Pero su rostro reflejó la gran sorpresa que le generó ver quienes los acompañaban. Shinichiro y Emma se aproximaron a él, y en lugar de tener un cálido reencuentro, ambos comenzaron a regañar de inmediato al rubio por haber marcado a Takemichi. Sin embargo no mencionaron nada sobre su embarazo, pues esa noticia debía de dársela el mismo omega. Después el regaño continuó sacándole en cara de no haber regresado a casa tal como les había prometido hacerlo si no encontraba a Takemichi.

—No tienen de qué preocuparse ahora que ya saben que estamos bien— dijo restándole importancia a los reclamos de sus hermanos—. Incluso comenzamos con algunas actividades que nos podrán generar buen pago por otras tribus, y así crecer más en este lugar. Podré darle a Takemichi la vida que merece.

Shinichiro había quedado sin palabras ¿Cómo fue que su hermanito había madurado tanto en tan poco tiempo? Tal vez la unión con Takemichi si había sido beneficiosa después de todo.

El alfa mayor miró al omega ojiazul y pudo ver que estaba realmente conmovido por las palabras de Manjiro, ya que hacía un pequeño puchero mientras lo escuchaba hablar sobre cómo había puesto a trabajar a todos dentro de la tribu. Su llanto fue inevitable cuando Mikey mencionó que incluso tenían ya una pequeña casa con la cual podrían comenzar su vida como pareja.

—Mikey...yo...— comenzó a hablar entre que limpiaba sus lágrimas traicioneras con sus manos—. Yo estoy em-.

—¿Qué le pasó a tu mejilla?— le interrumpió el alfa, tocando su rostro con cuidado en la zona donde aún persistía el último rastro del moretón que le había dejado el golpe de Rindou.

Víctima de la culpa, Rindou que se había visto atrapado por la conversación entre hermanos, al igual que el resto del grupo que había llegado a la tribu, confesó lo ocurrido con Takemichi. Obviamente Manjiro no se lo tomó para nada bien.

Shinichiro alcanzó a apartar a Emma y Takemichi del camino de Mikey, quien golpeó a Rindou con su pierna en las costillas y lo movió de su lugar unos cuantos centímetros demostrando que había sido un golpe con mucha potencia. El mayor cayó de rodillas tratando de recuperar el aire que había perdido por la patada, y supo que terminaría con el cráneo partido cuando vio a Mikey empuñar su mano y levantarla para tomar impulso. Cerró sus ojos esperando el puñetazo, pero jamás sucedió. Sólo escuchó el sonido del golpe y un quejido entrecortado. Al abrir sus ojos vio a Souya delante suyo, aún de pie, pero tambaleándose cada vez más, hasta caer hacia atrás y ser atrapado por Rindou, quien ignoró el dolor en sus costillas para centrar su atención en el omega peliazul.

—Ya... están...a mano— murmuró el chico quitándose la sangre que caía de su nariz, haciendo una mueca de dolor al tocar su labio roto.

Manjiro retrocedió un par de pasos hacia atrás al asimilar lo que había hecho. Su mirada se dirigió automáticamente a Takemichi, que presenció la escena con horror.

El alfa cayó al suelo luego de que Nahoya por la espalda se le abalanzara encima y le diera una fuerte descarga eléctrica. Estaba furioso después de haber visto como su gemelo había sido golpeado con tanta fuerza por él. Ran intentó apartarlo para evitar que saliese lastimado por Manjiro, pero al recibir una pequeña descarga de advertencia retrocedió con las manos en alto. Tampoco pondría a prueba su suerte.
Smiley no soltó a Manjiro hasta que lo hizo perder el conocimiento.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Abrió sus ojos lentamente, sintiendo que la cabeza podría explotarle sólo por haber hecho algo tan simple como eso. Se sentó a duras penas en la cama y se quejó de lo mareado que estaba.

—Te portaste como un verdadero alfa descerebrado— le reclamó Takemichi a su lado—. Ni siquiera le escuchaste cuando te dijo que fue un accidente. Además Souya ya lo había castigado por eso... Ahora Rindou tiene las costillas fracturadas, y Angry tiene la mitad de su rostro inflamado además de su labio roto, sin contar que tal vez le hayas quebrado la nariz.

—Lo siento mucho— dijo abrazándose a la cintura del omega, ocultando su rostro allí.

Takemichi le dió un golpe suave a la cabeza mientras lo regañaba aún más por su comportamiento, quedando finalmente satisfecho cuando veía a Mikey mover sus cejas con disgusto. Sabía que un regaño le había llegado cuando comenzaba a hacer aquello.

—Ahora que estamos a solas y que estás calmado, hay algo que debo decirte— dijo acariciando el cabello del alfa.

Mikey le dijo que era todo oídos, mientras cerraba sus ojos para disfrutar de las caricias de su compañero. Esa pequeña acción era algo que relajaba demasiado al alfa. Takemichi inició la conversación relantándole las molestias que había sufrido después de haber recibido el golpe de Rindou y de cómo había coincidido con Shinichiro y Emma en aquel bosque. Manjiro le recomendó no volver a tocar el tema del golpe, porque no quería enfadarse otra vez. Takemichi rodó los ojos jalando su cabello como un pequeño castigo, haciendo reír al rubio.

—La razón por la que estuve tan mal no estaba relacionada por el golpe— dijo finalmente—. Sino que eran los primeros síntomas del bebé que estoy esperando.

Manjiro suspiró aliviado. Pero de pronto levantó su cabeza rápidamente, y seguido se sentó sobre la cama, sujetando el rostro de su compañero entre sus manos. Le preguntó si lo que había escuchado sobre el bebé era cierto, a lo que Takemichi asintió con una pequeña sonrisa.

—¡Voy a ser papá!— dijo emocionado abrazando al omega con efusividad— ¡Vamos a ser papis! —comentó de manera infantil antes de besar repetidamente a Takemichi en los labios.

El ojiazul sintió el peso de la culpa frente a la alegría de Manjiro. Le confesó no haber querido al bebé en un principio, pero fue durante el viaje de regreso y gracias a las palabras de Shinichiro y Emma, que logró aceptarlo y empezar a quererlo. Manjiro le prometió que daría lo mejor de si mismo para demostrarle que su embarazo no era un error, sino que una verdadera bendición. Y que haría su mayor esfuerzo para darle una gran vida a ese bebé que estaba en camino.

—Gracias— susurró viendo a Mikey descansar su cabeza sobre su pancita casi imperceptible.

Resiliencia [Omegaverse] [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora