Ya teniendo su rastro, les fue bastante fácil dar con el grupo de viajeros. Los gemelos fueron los primeros en percatarse de la presencia cercana de Manjiro y Keisuke, pero nada pudieron hacer cuando el rubio los atrapó en una fuerte prisión de agua. Hakkai y Chifuyu intentaron rescatarlos, pero el poder de Mikey era superior.
—Alto ahí— dijo Keisuke encerrándolos dentro de un círculo de fuego, que no lograba ser apagado ni siquiera uniendo fuerzas.
Takemichi se mantuvo estoico frente a Manjiro cuando éste se le acercó.
—Deja de escapar, por favor— dijo extendiendo su mano para acariciar el rostro del chico de mirada azul.
El omega insistió en querer continuar con su viaje para encontrar su tribu de procedencia. Mikey se sintió muy frustrado. Ese cabezadura parecía no entender nada, y le quedó más que claro cuando volvió a sacar el tema del supuesto odio que sentía hacía él.
—¡Le gustas, joder!— gritó Chifuyu también harto del melodrama que su amigo venía montando desde el comienzo de su travesía.
—Y tú a mí— aclaró Keisuke cruzándose de brazos sonriéndole con galantería.
Chifuyu lo mandó al demonio, llamándole "violador en potencia" mientras le mostraba ambos dedos medios, cosa que hirió profundamente el ego del alfa.
Takemichi se sonrojó ante el reciente descubrimiento. Nunca pensó en gustarle románticamente a Manjiro como una posibilidad.
Como si Manjiro leyera su mente, lo tomó de la mano para alejarlo de los oídos curiosos de sus amigos, quedando a la vista de ellos para no alterarlos más de lo que ya estaban.
—Pero...somos como hermanos— dijo aún confundido llevando su mano libre a la cabeza—. Nos críamos juntos desde -.
—Nunca pude verte como mi hermano— lo interrumpió con su confesión.
La expresión de desilusión de Takemichi fue demasiado para el alfa. El mayor lo sostuvo en un abrazo mientras le explicaba mejor sus sentimientos. Era cierto que Manjiro nunca pudo ver a Takemichi como un hermano, así como Shinichiro y Emma habían logrado hacerlo. El omega siempre fue como un amigo de infancia que estuvo presente en toda su vida, y no fue hasta que Manjiro cumplió los 13 años que se percató de que sus sentimientos por el pelinegro iban más allá del simple cariño y afecto por un amigo.
—Pero... pensé que me odiabas— dijo Takemichi sin mover músculo alguno, aún inmerso en la sorpresa del inesperado abrazo.
—Estaba enojado porque no hallaba la forma de poder expresarte mis sentimientos. No puedes imaginarte lo frustrante que era para mí el que me llamaras "hermano" todo el tiempo—.
Takemichi se asustó cuando Manjiro intentó besarlo. Lo apartó casi de un empujón, cubriendo su boca con ambas manos y dando un par de pasos hacia atrás para crear distancia entre ambos. Aquello destrozó el corazón del alfa. Oficialmente había sido rechazado por el ojiazul después de una declaración que tardó años en realizarla.
Manjiro se disculpó por su confusión mientras le daba la espalda. Takemichi quería detenerlo, pero ninguno de sus músculos se movía.
Los gemelos amenazaron con lastimar al alfa en cuanto fueron liberados, pero él les dijo que no sería necesario pues ya los dejaría en paz. Keisuke intentó ocultar una mueca de disgusto. No había nada más incómodo de ver que a alguien ser rechazado delante de otras personas.
—Es hora de que regrese a casa— dijo Manjiro dándole un par de palmaditas en el hombro al otro alfa, quien disipaba las llamas que aún mantenían cautivas a dos sudorosos Chifuyu y Hakkai.
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Resiliencia [Omegaverse] [Tokyo Revengers]
FanfictionTribus que controlan diferentes elementos de la naturaleza habitan montañas, bosques y bordes de ríos, manteniéndose alejados de los asuntos de las otras comunidades. A la tierna edad de dos años, los niños demuestran tener o no el don del elemento...