–Está bien, podemos tratarnos, pero siempre y cuando dejen de investigar cosas sobre mí o sobre los motivos que llevaron a sus padres a la muerte, por seguridad de todos –suplicó.
Los chicos aceptaron. Al final, la realidad era que ellos, a veces, también querían olvidar y comenzar de nuevo. El ambiente se tornó más relajado.
–¿A qué te dedicas Heriberto? –Cuestionó Leandro, redireccionando la conversación.
Él sonrió. –Soy biomédico.
–Espera, ¿tú eres el famoso Dr. Heriberto Ríos Bernal? –Cuestionó Regina reaccionando en la fama del hombre que tenía enfrente.
Él no pudo evitar reír. –Sí, soy yo, ¿por qué?
–¡Por Dios! –Sorprendida–. ¿Sabes con quién estás saliendo? –Cuestionó Regina a Elena muy emocionada.
–Eh... estoy segura que no sé tanto como tú, Gina –divertida con la reacción de su bisnieta e intrigada por lo que escucharía.
–¡No puedo creer que no sepas con qué eminencia joven estás saliendo, Elena! Este hombre, es un doctor súper reconocido que proviene de la mejor familia de médicos y químicos del mundo, fue Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2009, junto a su padre, por su descubrimiento de que el sistema inmunitario puede reprogramarse para atacar ciertos tipos de cáncer a través de la inmunoterapia, además, en 2012, recibió el premio al mejor proyecto de innovación en hematología (mieloma múltiple, síndromes mielodisplásicos y leucemia mieloide aguda) por su trabajo sobre el tratamiento precoz del mieloma múltiple asintomático de alto riesgo, a pesar de ser tan joven ha participado en más de 20 proyectos de investigación de distintos países del mundo desde que era estudiante, por mencionar algunas cosas.
Elena no pudo negar que sí se sorprendió con la información, pero Heriberto no le dio tiempo de decir nada.
–¡Por Dios, muchacha! Estás exagerando –sonriendo–, no es para tanto.
–¡Cómo puede decir eso! –Señaló Leandro–. Usted es uno de los que más nos ha inspirado a mí y a mi hermana a estudiar medicina, es impresionante lo que el amor a la medicina y la salud puede lograr, usted es un claro ejemplo de lo que los médicos deberían ser.
–No creo que sea para tanto, muchachos, cuando uno ama su profesión, lo demás llega sin planearse.
–Entonces, ¿es cierto? –Cuestionó Elena con mucha sorpresa.
–Sí, sí es cierto lo que acaban de narrarte –divertido–, pero nunca me he visto como una eminencia como dijo Regina, simplemente soy un hombre que ama su profesión.
Elena lo miró enamorada y, hasta cierto punto, asustada. ¿Qué tan bueno sería continuar con un hombre tan importante en el mundo médico?
–Además, amor, últimamente no he estado muy activo –en una clara indirecta–, así que todo eso que narra Regina no es tan reciente –concluyó.
–¿No es tan reciente? –Cuestionó Leandro–. Estamos en el año 2015, no es tan lejano todo lo que mencionó mi hermana.
–Bueno, bueno, muchachos –calmándolos–, les prometo que no es para tanto, ya lo verán al conocerme, no soy un hombre que ame la atención del público ni las fiestas, soy una rata de laboratorio –riendo.
–Es mejor –reconoció Regina– porque eso nos va a permitir aprender de ti, si nos dejas, claro.
–Por supuesto, nada me gustaría más que ayudarles en lo que mi poca experiencia permita.
–¡Aparte es modesto el doctor! –Sorprendido.
Elena estaba fascinada con la reacción de Heriberto, pero no pudo evitar darse cuenta que María estaba muy callada y absorta en sus pensamientos, por lo que decidió que era momento de comentar lo que la estaba atormentando y que ella se imaginaba muy bien.
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Inmortalidad
FanfictionLa vida eterna no tiene futuro, aunque suene contradictorio, pues una persona que resulta inmortal no puede encontrar nunca un final certero a su camino y, por ende, siempre tendrá que vivir de mentiras, huir del pasado y esperar a que el futuro no...