*Paralelamente al interior del evento*
Christoph se quedó muy inquieto con la llamada, pero no podía hacer nada para salir a buscar a Elena porque iba a levantar sospechas, necesitaba idear una forma de que el resto la encontrara sin entrar en conflicto con ellos, pues era claro que ya sospechaban de su cercanía con ella.
Por su parte, Regina se empezó a sentir inquieta, pues ya habían pasado los diez minutos, estaban por ser veinte minutos y Elena no aparecía, ¿qué estaría pasando? La preocupación la estaba matando, pero no podía hacer mucho, pues la premiación había comenzado y Heriberto no podía alterarse con esa noticia porque se le olvidaría todo y no estaba segura de que existiera un problema. Pensó en sus posibilidades y miró que, de todos, el único disponible era el idiota de Christoph así que se acercó.
–Una duda... ¿de casualidad no se ha comunicado Elena contigo? –Se atrevió a preguntar.
Christoph la miró extrañado. –No, ¿por qué?
Ella suspiró debatiéndose entre contarle o no, pero no tenía muchas opciones. –Sucede que hace rato me marcó y me dijo que sí vendría al evento, pero que era una sorpresa para Heriberto.
–Ya decía yo –suspiró–, sí, yo sabía que ella venía al evento porque le avisé del premio de Heriberto justamente para que estuviera presente, pero no me ha marcado y me sorprende que no haya llegado.
–¿Crees que le haya pasado algo? –Cuestionó Regina nerviosa.
–No, tranquila, seguramente debe estar por llegar y me imagino que no quieres alarmar a Heriberto, por eso me has buscado a mí –concluyendo su teoría, a lo que Regina asintió–. Hagamos algo, ¿por qué no vamos a preguntar a la recepción si no la han visto?
–Sí, vamos.
Salieron juntos del lugar rumbo a la recepción, donde, al llegar preguntaron por ella.
–Sí, hace como diez minutos llegó una señorita muy bonita como la que me describe.
–¿Diez minutos? –Sorprendida.
–¿Está segura? –Cuestionó Christoph siguiendo el juego.
–Sí, le indicamos dónde era el evento y se encaminó para allá –señalando el pasillo de conexión al salón.
–Muchas gracias –alejándose.
–¡Christoph, algo tuvo que pasarle! –Nerviosa.
–Cálmate, ¿por qué no buscamos a los alrededores? Quizá se perdió o se detuvo a algo, quizá se arrepintió de último momento y se quedó afuera.
–Me habría avisado.
–No lo sabes con certeza, es mejor no precipitarnos, ella debe estar bien, vamos a ver si la encontramos por el lugar –sugirió calmándola.
–Está bien.
Se dividieron para buscarla y Christoph lo agradeció, no tenía mucho tiempo. Empezaron a merodear por los alrededores, de forma separada, cuando un bulto extraño a lo lejos llamó la atención de Regina.
La chica se acercó y cuando la figura tomó forma, entró en pánico, gritándole a Christoph.
–¡CHRIS LA ENCONTRÉ! ESTÁ MALHERIDA –con un nudo en la garganta.
Christoph corrió hacia Regina y observó a Elena bañada en sangre. ¿Qué diablos tuvo que pasar para que estuviera tan malherida? Le revisó el pulso y se dio cuenta que estaba bajando considerablemente, además de que su piel se sentía muy fría y húmeda, esos eran malos signos.
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Inmortalidad
Fiksi PenggemarLa vida eterna no tiene futuro, aunque suene contradictorio, pues una persona que resulta inmortal no puede encontrar nunca un final certero a su camino y, por ende, siempre tendrá que vivir de mentiras, huir del pasado y esperar a que el futuro no...