Cap 77

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Los gemelos se sobresaltaron ante la ira que demostraba Peroroncino. Aquel Supremo que instantes atrás les había hablado con cariño y desde que llegó a este mundo no era más que alegre y divertido, ahora les generó un temor como lo haría el Supremo de la Catástrofe Ulbert Alain Odle.

Sus compañeros miraron estupefactos al aviar, y aunque todos sintieron repulsión hacia el elfo que ahora yacía mareado en el suelo aunque consciente, supieron que aquello fue una jugada precipitada basada en los sentimientos negativos que tuvo.

—... Lo siento chicos, sé lo que están pensando. La he jodido. —Comentó para todos los presentes. Su voz perdió casi toda fuerza pero su aura nunca se fue.

Dándose cuenta que nadie diría nada en estos breves segundos que tenían, Ainz avanzó hasta donde Peroroncino y le colocó una mano en su hombro, hizo algo de presión y habló.

—Comprendo tu accionar. La verdad es que pude actuar igual, pero entendí muy tarde sus palabras... Gracias por salir a defenderlos Peroroncino, eso significa mucho para mí y aún más para tu hermana, estoy seguro.

—Lo estoy, gracias hermano. —Agradeció Bukubukuchagama acercándose, su cuerpo se detuvo levemente para acariciar las cabezas de los gemelos, y luego continuó hasta sus amigos—  Ahora vamos por ese pedazo de basura que ya me ha calentado lo suficiente.

Como si fuera una señal, el Rey Elfo se levantó con suavidad del suelo. Sacudió sus ropajes con cierto desequilibrio y llevó una mano a su mejilla dañada, había mucha sangre saliendo de su labio inferior y eso lo desconcertó. Alzó la mirada y vio al causante que aún mantenía su sed de sangre dirigida hacia él.

"Imposible" Pensó y un ligero miedo primitivo comenzó a instalarse en su corazón "Esto debe ser un farol, un item de intimidación es lo que usa... Sí, eso es. Maldito, te atreves a subestimarme" Renovando su ego y superioridad, Decem se inclinó en una pierna para dar la apariencia de estar relajado.

—¿Sabes?... Es la primera vez que alguien me hace sangrar en muchos años. Esos gemelos deben de ser un tesoro para ustedes, monstruos.

—¡Tú! ¡Te atreves a-! —Comenzó diciendo Aura pero rápidamente se calló al darse cuenta que se estaba dejando llevar. Simplemente se cruzó de brazos y lo asesinó con la mirada.

—Sus modales son una vergüenza. —Resopló mirando a Aura mientras que a Mare le dio un ligero vistazo, no le llamaba mucho la atención por su falta de actividad, solo parecía intimidado por la situación— Les enseñaré bien sobre cómo se comportarán para mi una vez mate a estos bichos raros. Pongan atención, esto es lo que pasa cuando idiotas deciden enfrentarme.

Con un movimiento fluido de su muñeca derecha, la tierra debajo de todos comenzó a sacudirse de tal manera que simulaba una marea. De un salto largo, Ainz, Peroroncino y Bukubukuchagama retrocedieron hacia sus camaradas. Observaron en silencio lo que sea se iba a presentar.

Tras unos segundos, por fin se hizo visible una criatura de gran tamaño. Para los miembros de Ainz Ooal Gown no era necesario ser genios para entender que se trataba de un elemental primario de tierra, sin embargo su rango era otro asunto debido al colosal tamaño que presentaba.

Dio un rugido fuerte. ¿Cómo lo hizo siendo solo una composición de tierra, unas cuantas piedras y hierbajos? Esa misma pregunta se hizo Ainz por ser un no-muerto.

—Tal vez sean cinco, pero nadie a podido ni podrá enfrentar a mi Behemoth y salir vivo.

Si tan solo Ainz se hubiera enfrentado al elemental, podría haber tenido dificultad si era de los altos rangos. Pero con una party casi balanceada de 5 jugadores sería pan comido si coordinaban como siempre lo hicieron en el pasado.

Overlord: Never AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora