Cap 24

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Tabula Smaragdina apareció en un pasillo, todo estaba iluminado y vacío. Varias puertas se asomaban a los lados dándole una pista sobre dónde se encontraba ahora. Lo malo, es que había pasado tanto tiempo y ya no se acordaba cuál habitación era de Momonga.

—Albedo... ¿En serio me odia tanto como para matarme? Esto es grave... Si no hacemos nada para detenerla o mínimo hacerla cambiar de pensamiento, puede que atente contra nuestras vidas y la de Momonga indirectamente...

—¡Oi, Tabula-san~! —Una voz lo llamó detrás de él, se giró y vio a Ankoro Mochi Mochi parada en una puerta recién abierta— ¿Qué haces ahí? Entra, te estábamos esperando, tu equipo ya está aquí.

—Ah, era ahí. —Giró sobre sus talones y fue hasta ella—¿Todos están dentro?

—¡Sip! Todavía no puede creer que Momonga-san haya guardado todo, literalmente todo. Desde nuestros Ítems de mejor categoría hasta equipos basura que acumulaban polvo.

—... ¿Tanto así? Si no lo supiera mejor diría que... es...

Cuando Tabula ingresó a la habitación que era una oficina en realidad, solo esperaba ver a sus amigos ya vestidos como antaño y su equipo de categoría Divina en la mesa. Lo que encontró... fueron diversos montículos de Ítems regados en todo el lugar, sus amigos tenían poco espacio para caminar correctamente.

—... un trastorno de acumulación impulsiva. Diablos. Momonga-san, ¿qué es todo esto?

—Eh, uhm... ¿sus Ítems y armamentos? Nos tomó un poco de tiempo sacar todo esto de la Tesorería pero aquí están, ahora pueden reponer sus inventarios y demás. —Tan inocente como lo recordaba, Momonga contestó feliz y con honestidad.

—Y de paso dejamos los otros Ítems repetitivos e inútiles que teníamos antes de llegar. La tesorería es un lugar inundado de oro, joyas preciosas y cristales de datos, deberías visitarlo también Tabula-san. —Apoyó Peroroncino antes de distraerse con su propio montículo— ¡Oh, genial! había extrañado tanto este tipo de flechas encantadas, en Yggdrasil II no los podía fabricar por falta de materiales.

Varios veían la escena mientras negaban con la cabeza, otros se mantenían ocupados equipándose o seleccionando sus artículos. Tabula decidió guardar silencio por el momento, se acercó al montículo que tenía su equipo y comenzó a imitar al resto. Al cabo de diez minutos alguien le llamó.

—Por cierto Tabula, ¿cómo te fue en la charla con Albedo? —Preguntó Temperance sin detenerse en su búsqueda de algún Ítem.

—Si te soy sincero, por poco y me parte por la mitad con su hacha... Bueno, no hubiera muerto con un solo ataque pero ya entiendes mi punto. De todas formas, fue mejor de lo que esperaba, al menos ahora tiene la idea de que no las quise abandonar por el hecho de que estuvimos enfrentando un Enemigo Mundial.

—Eso es grave. —Le respondió. El resto escuchó pero no comentó nada.

—Je. Es lo que dije cuando llegué al pasillo... Cambiando de tema, Momonga-san, ¿cuánto tiempo queda para el inicio de la Guerra?

—Unas cuatro horas todavía. Sin embargo, solo yo tendré que estar presente con algunos de los Guardianes en el asedio a la Capital. Pasará cerca de una semana para hacer la otra mitad del plan, luego de eso podremos ir todos juntos a cualquier lado.

—... Aunque estoy en contra por la gran cantidad de muertes de inocentes que habrá, quisiera que la guerra que libren sea rápida.

—Touch-san, no llegaste a enterarte del cambio que hice a los ataques ya que saliste enojado del comedor aquél día pero, los que morirán serán solamente los soldados que sean leales al Reino y tengan ganas de luchar hasta la muerte. Todo aquél que se rinda o esconda estarán a salvo.

Overlord: Never AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora