Cap 42

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-Pero ese es nombre del Gremio... ¿Por qué ahora se llama Ainz Ooal Gown... -sama?

-Verás, Rubedo, ha pasado mucho tiempo desde aquella primera y única vez que fuiste activada para defender la Base de ataques enemigos... Mis compañeros en busca de una mejor defensa, suministros y poder para el Gremio, se alejaron de la Tumba uno a uno hasta que solo quedé yo.

Aureole lo miró fijo, ella se preguntaba: ¿Acaso Ainz-sama va a contar el origen del porqué nuestros creadores nos dejaron? ¿no debería esto ser compartido también con los Guardianes de Piso?

-En sus viajes, tuvieron que enfrentarse a grandes enemigos, cada uno más poderoso que el anterior. Cuando pensaron que ya todo había terminado, cuando estaban a punto de volver, el Enemigo de Clase Mundial más fuerte, el que se llama Destructor del Mundo apareció para cumplir con su destino.

Atenta a todo lo que le era contado, Rubedo con lentitud se acomodó en su lugar. Gracias a su creador, su padre Tabula Smaragdina es que sabía sobre este enemigo poderoso. No pudo evitar sorprenderse y preocuparse a la vez por los Supremos.

-Mis camaradas me avisaron por supuesto... Yo quise ir en su ayuda pero me negaron, no querían y yo tampoco quería dejar Nazarick sin protección a pesar de confiar mucho en ustedes como la gran defensa que eran, especialmente tú Rubedo, confiaba en que podías repeler a cualquier ser insensato que osara capturar nuestro hogar... Pero tenía miedo de ir, morir y no volver a verlos jamás.

No era una mentira, al menos no en su mayoría. Estos enemigos a los que se enfrentaron sus amigos era reales, eran los problemas cotidianos, familiares y laborales con los que tenían que luchar para sobrevivir en un mundo destruido por su raza más poblada.

-Ellos lucharon con todo, incluso nuestros típicos enemigos menores, de esos que intentaban cazarnos y tomar la Tumba se unieron para juntos tener la oportunidad de vencer a tal monstruo que podría destruir todo lo que conocíamos. Muchos murieron, algunos de manera permanente otros como mis camaradas revivieron y continuaron la lucha hasta por fin derrotarlo.

Un suspiro de alivio se escapó de ambas mujeres, las dos agradecidas de que ningún Supremo haya perecido de manera eterna. Por un momento creyeron que todo transcurría conforme pasaba la historia pero recordaron casi al instante que esto era un recuerdo, algo pasado.

-¿Y qué pasó después Momo- Ainz-sama? -Preguntó Rubedo sin querer perder el hilo de la historia.

-Una tragedia. -Le contestó la muerte segundos después-Habían ganado, sí. Pero la muerte del Destructor del Mundo era algo que se supone no debía pasar. Herohero llegó a tiempo para avisarme que una gran luz se estaba extendiendo por los nueve mundos de Yggdrasil, le pedí que se quedara pero él se negó diciendo que tenía que ir con los otros, dejándome solo para contar los segundos que nos quedaban.

Hubo una pausa moderada, era lo suficiente como para ponerlas a pensar. Aureole sobre todo, comenzó a comprender poco a poco lo que había pasado, para ella, esto tenía mucho sentido y explicaría el porqué están ahora en este Mundo.

-Pensé que íbamos a dejar de existir, me había preparado para el momento. Pero cuando terminé de contar y abrí los ojos, todavía estaba en el Salón del Trono con Albedo, las Pléyade y Sebas acompañándome... Me sentí confundido, intenté comunicarme por todos los medios con mis camaradas pero no podía, analicé la situación y di nuevas órdenes a los Guardianes. Fue gracias a Sebas que supe la verdad, habíamos sido transportados a un Nuevo Mundo, uno fuera de Yggdrasil.

De ahí en adelante Aureole ya sabía lo que había pasado, pero seguía sin entender una cosa... ¿Por qué antes cuando estaban en Yggdrasil estaba sujeta físicamente a su puesto y ahora, en este Nuevo Mundo no? ¿Se debía al cambio que ocurrió? ¿o era un permiso que Ainz-sama les había dado para que sean más útiles?

Overlord: Never AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora