Cap 63

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—Narberal Gamma es mi creación.

"Tan directo..." Fue el pensamiento divertido de todos sus compañeros cuando el ninja habló en respuesta.

—... Se un poco más específico, Nishiki. —Ainz sabía que estaba bromeando, y que por lo tanto explicaría mejor pero no pudo evitar aclararle por la presencia de Neia— Por favor.

Se escuchó un suspiro cansado. Naberal a su lado lo miró en busca de algún malestar o molestia pero al no encontrar nada y estando en presencia de otros Supremos no comentó nada.

—Al igual que sus hermanas, ella fue enviada a este Mundo con el propósito de servir a Mo- Ainz hasta nuestra llegada. —Se corrigió— No obstante, te preguntarás entonces por qué Jaldabaoth no pudo controlarla y la respuesta es que ella pudo retirarse de la batalla sin ser vista.

Con un cubierdo plateado pinchó una fruta ya picada de su plato, la miró y en un movimiento muy rápido para la vista humana de Neia, se lo comió. Ni siquiera tuvo la oportunidad de ver un atisbo de su rostro mitad golem.

—Y aunque escapó, —Continuó diciendo luego de haber disuelto y tragado la fruta— su llegada a este Mundo sin el apoyo de sus hermanas le dejó vulnerable a los efectos negativos que se obtienen sin la resistencia adecuada. Lamentablemente tuvo lo peor, una amnesia severa.

Las sirvientas llegaron. Sus carritos con comidas desbordante desconcertó a Neia por unos instantes; sin embargo, aunque en ese momento le hubiera gustado rechazar no podría hacerlo, era demasiado tarde. Todo se sirvió frente a ella, incluido el servicio especial de atenderla con servilletas en el regazo y una breve información sobre las utilidades de cada cubierto que reposaba a su merced.

Ahora solo le quedaba comer de a poco, estaba muy segura de que saldría repleta pero feliz. No lo sabía, pero estaba siendo observada con diversión por los Supremos. Ellos habían estado igual de confundidos la primera vez y ver a alguien que pase lo mismo fue alegría pura.

—¿Podrían llevarse los platos vacíos? —Fue un amable pedido hecho por Genjiro pero las sirvientas lo tomaron como orden absoluta— Todo está delicios; nuestras felicitaciones a los encargados de prepararlos y a ustedes por atendernos.

—Nuestro deber de existencia es servir a los Supremos, no tiene porqué alguno de ustedes, nuestros señores, desperdiciar sus gracias en estas humildes sirvientas.

Herohero ladeó la cabeza, o mejor dicho el montículo que contenían los dos agujeros que servían como sus ojos. Le inquietaba que tanto sus creaciones como las de sus amigos fueran adictos al trabajo. Si no fuera por Momonga que dio una solución al problema, él mismo estaría lamentándose por las historias de fondo que les dio a varios NPC.

—Niñas, ya les he dicho que tomen más méritos. Ustedes son en parte creaciones mías también; así que por favor, solo reciban nuestras gracias que no es algo malo.

Con asentimientos avergonzados hacia su creador dieron fin al tema, seguidamente se alejaron para iniciar sus deberes de limpieza por el pasillo. Nishikienrai volvió a retomar la explicación; había aprovechado la escena de Herohero y las sirvientas para comer de más; Neia había hecho lo mismo pero sin dejar de prestar atención.

—Si te preguntas por Momon el humano que le acompaña en eso de ser aventureros... Jaja, bueno, fue una coincidencia y accidente a la vez el día que se conocieron. ¿No es así, Na-be-chan~?

La sirvienta de batalla se sonrojó, algo exótico para Neia ya que había escuchado de actitud fría y distante que tenía con todos sin excepción. Entonces concluyó ciegamente que sí era una creación del Supremo ninja.

Overlord: Never AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora