La semilla de un Dios. [Wakfu]

Capitulo 40: Cleofé, la intrépida ocra.

Tanto dolor sentía...

Podía sentir como la sangre caía poco a poco por su espalda.

Rubilax se sentía mal, podía ver como su portador se encontraba inconsciente mientras sentía un fuerte dolor en la espalda del yopuka.

¿Moriría así?

Maldición, pudo haberse tomado la pócima más rápido así Pinpan...

Al final el cansancio pudo más con el fab'huritu, el Dofus Selatrop se había calmado, eso le hizo que todas sus fuerzas terminarán por los suelos.

Pero aún así no quería dormirse, Pinpan estaba débil...

—¡Oye, despierta!—pudo oír una voz, de mujer.

Pinpan cuestiono si era Eva, tenía el pelo igual de amarillo que ella...

Ojos verde...

—¡Eva!—grito Pinpan con una sonrisa, sin importarle lo imposible que podría parecer eso.

Pero su sonrisa cayó al ver una ocra distinta pero parecida a Eva enfrente de él.

—Lo siento, pero Eva no está aquí. Hace mucho tiempo que no viene. ¿Te tomaste una de las pociones de recuerdo que le di a Eva?—cuestiono la ocra alzando una ceja.

—¿Eh? No, no que recuerde.—murmuro confundido él, aunque si había guardado una por si acaso...

Aunque esa idea fue de Rubilax más que de él.

—Fui yo, tonto yopuka.—respondió la duda Rubilax.

—¡Pero! ¡¿Y Qilby?! ¡¿Por qué lo hiciste?!—grito Pinpan confundido.

—Fuimos muy imprudentes. Casi ni salimos vivos de esta, Pinpan.—dijo Rubilax, el yopuka lo miro fijamente y luego desvío la mirada hacia el techo.

—Él posee mucho Wakfu-

—No es simplemente que posee mucho Wakfu... En nuestra pelea también nos quito, incluso si se molestó el Selacubo seguía quitando más y más wakfu.—explico el fab'huritu.

—¡Que tramposo!—grito Cleofé.

—Bueno, eso ahora no importa, hay que formar un plan y volver a intentarlo.—para sorpresa del yopuka, Rubilax fue quién dijo esto.

—¿Quieres volver a intentarlo, Ruby?—pregunto Pinpan.

—¡Ja, pues claro! ¡¿Crees que dejaré que destruya el Mundo de los Doce?! ¡Solo lo hago por salvar mi pellejo, tonto yopuka!—grito el fab'huritu, mientras desviaba la mirada.

—Ay, Rubilax, siempre tan deshonesto.—murmuro burlona la ocra.

—¡¿Qué?!—vociferó Rubilax, con enojo.

Cleofé soltó unas carcajadas por como reaccionó Rubilax.

—¡VAMOS, VAMOS, ELEVEN ANCLAS!—gritaba el General de la flota.

La familia Percedal junto a Elena, Tinta Negra y el rey Adale se encontraba subidos en el navío líder de la flota del rey.

Ahí se encontraba el General que Elena conoció, ya era un nuevo día y el rey decidió que sería perfecto para emprender la búsqueda de los Dofus Primordiales.

—¡Que divertido!—grito Elely subida al mástil del barco.

—¡Elely, baja de ahí!—grito Eva preocupada.

—¡¿Por qué?! ¡Mira a Pin, él está allá arriba!—grito Elely, y efectivamente su hermano se encontraba en el carajo.

Eva soltó un grito histérico al ver al pequeño bebé subido allá arriba.