Poco a poco comenzaron a despertar, Yugo confundido visualizaba con dificultad unos rostros que se encontraban frente a sus ojos.
También fue lo mismo con los demás, además que oía unas voces, algo infantiles.
-¿Estarán bien?-preguntaba uno.
-¡No lo sé, tengo miedo!-grito otro, completamente asustado.
-¡Señor Baltazar tengo miedo!-grito uno, Yugo se levantó al instante por la impresión.
¿Baltazar? Ese nombre... Pero, ¿como es posible? ¿Cómo está?
Yugo no podía creerlo, muchos, demasiados selatrops pequeños se encontraban en la habitación del Árbol de la Vida. ¡Incluso estaba ahí, el mismo dragón, Baltazar!
-¡¿BALTAZAR?!-grito Yugo, entre lágrimas de alegría.
-Yugo, ¿que sucedió?-pregunto confundido el dragón, quién se encontraba tumbado en el piso siendo abrazado por muchos niños.
-No pude ser...-murmuro Amalia impactada.
-Vaya, nunca hubiese esperado eso.-dijo el Maestro Joris completamente sorprendido. El Rey Sadida también lo estaba, no podían creer lo que veían.
-Pienso que deberíamos hablar esto, en privado, Yugo.-dijo Baltazar.-Pero primero, parece que no podremos regresar, ¿podrían ser tan amables de brindarnos alguna instalación para ocuparla?-pregunto el dragón hacia el Rey.
-Oh, no se preocupe. Aunque su visita fue sin duda inesperada tenemos un lugar para ustedes.-dijo el Rey con una sonrisa enorme. Amalia se acercó a Yugo.
-Bueno, te veo luego.-dijo la sadida, quién le dio un beso al chico.-Vengan pequeños, por aquí.-agrego la chica, brindando su mano a unos niños selatrops.
Yugo sonrió y asintió. Tuvieron que esperar unos minutos, pero todos los niños selatrops se habían ido de la habitación del árbol sagrado.
-¡YUGO!-sin esperarlo, un enfurecido Baltazar lo miraba fijamente.-¡¿FUISTE TÚ QUIÉN MANIPULO TAN DESCUIDAMENTE EL SELACUBO?!-grito el dragón, soltando un potente humo de sus fosas nasales. Sin duda son muy temperamentales los dragones.
-Calma, Baltazar. Te explicaré todo.-dijo el joven selatrop. Y comenzó a contar toda la historia, la pelea y separación que tuvo con Adamai, como se unió a la Hermandad de los Olvidados, como Oropo, una existencia creada por el uso descuidado de los Dofus había causado todo eso, como terminaron en el Inglorium, cómo estuvo un tiempo con el Dios Xelor y...-Y Adamai desapareció en nuestro viaje, yo... siento su Wakfu, Baltazar. Pero... es como si no estuviera, no puedo localizarlo y... no sé dónde se encuentre.-pronuncio melancólico el selatrop, quién estaba sentado al lado de Baltazar. Baltazar lo miro fijamente y con su cabeza consoló a su hermano.
-No te preocupes, Yugo. Parece que esa explosión destabilizo la estructura del Selacubo, lo cual me preocupa. Si eso es cierto...-Baltazar con los ojos bien abiertos se callo, asombrado por el peligro que eso significa.
-¿Baltazar? ¿A que te refieres?-pregunto Yugo, pero el mismo hallo la respuesta en él.-Qilby... Te refieres a él, ¿cierto? Si la estructura está inestable quiere decir... ¿Que él volverá?-pregunto aterrado Yugo, no otra vez, no lo mismo. ¿Por qué todo parecía repetirse? ¿Por qué todo esto ocurría?
-Es una posibilidad, pero tú hiciste esa prisión, la hiciste para que nunca pudiera salir. Pero me temo, que con su inestabilidad él sea capaz de controlar el Selacubo. ¿Como era la cosa esa que viene del espacio?-pregunto Baltazar.
-Parecido a un cubo rojizo.-respondio el joven, Baltazar puso un semblante completamente aterrado, era como si hubiese visto al mismo Rushu.
-No puede ser...-dijo Baltazar, parecía que no estaba consciente.-Esa cosa...-agrego él, Yugo lo miraba fijamente, buscando alguna pregunta en esa vacía y aterrada mirada, pero no encontraba nada, solo miedo. No es normal que un dragón tenga miedo.
-Baltazar,-Yugo coloco su mano en la garra del gran reptil.-explícate.-agrego él, con seriedad.
Baltazar suspiro.
-Es un artefacto antiguo de los Mecasmes, era una buena herramienta para extraer Wakfu. Pero tenía dos opciones, nunca esperábamos que eso pasará. O tal vez, Qilby si lo presentía. Como sea, la primera opción era la extracción y la segunda distribución, pero el Wakfu puede convertirse en una esencia más nociva, más letal...-murmuro Baltazar, completamente decaído.-Habiamos creado juntos una máquina sanguinaria, capaz de arrebatar vida y crear destrucción. Que irónico que también es un portal, Qilby le hizo algunos arreglos, todo lo tecnológico siempre caía en sus manos. Lo modificó para que fuera controlado por el Selacubo.-agrego el dragón, quién cada vez que debía pronunciar el nombre de ese traidor lo hacía con una mueca de enojo.
-¿Te refieres al Stasis?-pregunto Yugo, Baltazar sorprendido lo miro y asintió.
-Si, el Stasis. Si Qilby ahora controla el Selacubo, puede ser posible. Pero no te preocupes, el mecanismo solamente se activa con mucho Wakfu.-dijo Baltazar un poco más aliviado.
-¿Cuanto exactamente?-pregunta Yugo.
-Mmm, el de todos los Dofus Selatrops. Con esos 6 huevos sería posible activar el mecanismo y hacer que la máquina extraiga wakfu.-contesto Baltazar.
-¿Puede extraer el Wakfu de todo un mundo?-pregunto Yugo, Baltazar estaba confundido. Yugo no era de preguntar tanto cuando el tema más importante fue hablado, ¿que otra cosa podría ser peor? Qilby no tenía la posibilidad de salir, ni de obtener los Dofus, entonces, ¿por qué?
-Si, puede hacerlo.-contesto el dragón. Sin esperarlo, Yugo se levantó y pegó un fuerte puñetazo al "suelo" de la habitación del Árbol de la Vida.
-¡MALDICIÓN!-grito Yugo con mucho enojo, confundiendo más a Baltazar.-¡ESE MALDITO DE QILBY! ¡VOY A MATARLO!-Baltazar aún seguía confundido.
¿Por qué ese arrebato? Qilby no tenía la ventaja, él estaba encerrado, no podía escapar, no podía tener a los Dofus, entonces...
-¡NADIE TOCA A MI HERMANO!-una fuerte liberación de Wakfu estalló del cuerpo del chico, estaba encolerizado. Ese maldito...
Baltazar fue ahí mismo que se dio cuenta de todo. Qilby tenía a Adamai y por consecuencia, parece que también a los Dofus.
Si, si se podía poner peor de lo que esperaba.
-Qilby seguramente hizo algo al respecto para que no encuentres el Selacubo, claro, si es que aún sigue en el Mundo de los Doce. Tendrás que esperar a esa máquina, utilizarla y traer a Adamai de vuelta. Pero si Qilby tiene los 6 Dofus más el Selacubo... Yugo, esto será peor que esa batalla contra él o la batalla que tuviste con Oropo, Qilby sabe cómo manejar el Selacubo y hará esto una pesadilla.-dijo Baltazar, Yugo lo miro fijamente.
-No se lo permitiré, si él hará esto una pesadilla, yo lo haré un infierno.-pronuncio el selatrop, completamente decidido.
Pero para su reencuentro de hermanos, faltaría mucho. Lamentablemente, faltaría demasiado.

ESTÁS LEYENDO
La semilla de un Dios. [Wakfu]
AléatoireMuchos piensan que el Dios Sadida no tuvo un hijo, aparte del que nació del Dios Yopuka y Lacrima, su muñeca. Pero la historia que te contaré nadie, absolutamente nadie la conoce. Es una historia vieja, que era un simple rumor que se fue olvidando p...