La semilla de un Dios. [Wakfu]

Capitulo 36: Nueva Sufokia.

La brisa del mar se sentía bien, aunque eso no llegaba a calmarla del todo. Sus hijos parecían disfrutar jugando en la cubierta del barco, pero ella se encontraba mirando fijamente hacia el horizonte. No podía evitar pensar, ¿por qué decidió eso tan apresuradamente?

Al menos pudo haberle dicho algo sobre lo que haría, pero él simplemente... se fue...

—¡Si cree que no voy a seguirlo y arrastrarlo devuelta por una oreja, entonces no me conoce del todo!—murmuro la ocra con furia mientras apretaba su puño.

—Calma esos grumos, querida Evangelyne.—dijo una voz, que hizo que la ocra girara su cara, encontrándose con el capitán de la embarcación.

—Me gustaría estar sola, Tinta Negra.—pronuncio la ocra, con una mirada molesta.

—¿Estás echando a este pobre y viejo pulpo?—dramatizo el pulpo rosado, mientras cerraba sus ojos y ponía un tono más triste en su voz.

Evangelyne rodó los ojos por la actuación del pulpo y soltó un suspiro al ver las 0 intenciones de irse de él.

—Esta bien. ¿Que quieres?—pregunto Eva, alzando una ceja.

—Pues... ¿Como decir esto? Mi querida Elenita a estado muy extraña...—murmuro el pulpo, mirando hacia la joven, quién se encontraba mirando fijamente hacia el horizonte.

—¿Que crees que se deba eso?—cuestiono la ocra mirando hacia donde estaba Elena.

—No lo sé. Desde que Drake se fue, la he visto muy decaída.—dijo el pulpo con extrañeza.

—¿Drake?—pregunto la ocra confundida.

—Si, un niño que conocimos. Creí que se volvería parte de nuestra tripulación, Elena hasta se lo propuso. Pero él... se fue, no conozco las razones del por qué.—pronuncio el pulpo con amargura.

Eva se mantuvo mirando hacia Elena, quién soltó un suspiro.

Ella se mostraba...

Eva al instante recordó cuando Pinpan murió, cuando él... se fue y ella fue a buscarlo, llegando hasta Rubilaxia, ¿Elena también estaba sintiendo ese sentimiento de pérdida?

Aunque era muy distinto, Drake se había ido por cuenta propia pero Pinpan...

—Bueno y así es- ¿Eva?

—¿Puedo sentarme?—pregunto la ocra, tomando por sorpresa a Elena.

—Cl-Claro.—avergonzada, desvío la vista hacia otro lado.

—¿Te preocupa algo, Elena?—pregunto la ocra mirando hacia la muchacha, está se sorprendió por lo que dijo y frunció el ceño para voltear a ver a su padre.

Este noto la mirada, pero trato disimular que estaba haciendo otra cosa.

Elena soltó un suspiro.

—No es nada.—respondio tajante.

Eva la miro fijamente y esto hizo que Elena se ocultara más entre sus piernas, las cuales sujetaba con sus manos.

—Oye, sé cómo te sientes... Estás preocupada por Drake, ¿verdad?—cuestiono la ocra con una sonrisa.

—¡¿Qué?! ¡Claro qué-!—Elena se callo al ver la mirada severa de Eva, está suspiro.—Si, estoy un poco preocupada. Le he mandado cartas, muchas... No a respondido, nisiquiera una.—dijo la muchacha, Eva pudo ver en sus ojos tristeza y un brillo intenso de preocupación.

Pero había algo más...

—Parece que lo extrañas mucho.—solto Eva, sorprendiendo a la joven quién soltó un brinco de sorpresa.

—¡Cómo sea, no es eso! ¡Iré al carajo!—grito Elena subiendo rápidamente a la zona respectiva que mencionó.

Eva soltó un suspiro, parece que consolar se le daba peor de lo que recordaba...

Miró a sus hijos, sintió unas fuertes ganas de llorar. Desvío la mirada, hacia el mar.

—Enserio, ¿donde estás, Pinpan?—murmuró la ocra herida.

La brisa del mar era agradable, se podía sentir y oler la sal marina. Elely estaba contenta por ir a un sitio nuevo, Flopin se encontraba un poco pensativo mientras jugaba con sus hermanos.

Aún recordaba lo que Adamai dijo, los Dofus Selatrops son peligrosos, como también lo son los Dofus Primordiales. Volteo a ver a su madre y hermana, se sentía solo, su padre siempre era esa figura que sabía que protegería a mamá y a Elely siempre.

¿Por qué?

—¿Que pasa, Flopin?—cuestiono Elely al ver a su hermano retirarse a su habitación.

—Solo... estoy cansado.—la yopuka no dijo nada y Flopin solamente entro.

¿Por qué...?

El pequeño ocra se miro las manos, sintiendo como pequeñas gotas caían.

—¿Por qué siempre debo perderlos?—cuestiono el niño, recordando con tristeza como su madre fue raptada y está vez...

Su padre estaba desaparecido.

Su mente no podía sentirse aliviada, pero con detenimiento se limpio las lágrimas.

—¡Los protegeré y también te salvaré estúpido papá!—grito el ocra dándose valor.

Pin se encontraba con una sonrisa en su rostro mientras su hermana hacia cara tontas.

Fue ahí, que Elena visualizo su destino.

—¡Hemos llegado, papá!—grito la gamberra con una sonrisa.

Flopin al oír esto emocionado salió, con la decisión que había tomado.

Miró a los seres que más amaba, para después sonreír impresionado al ver que habían llegado a su destino.

—Vaya, si que a cambiado todo.—pronuncio la arquera con una sonrisa suave.

Elely estaba muy inquieta y emocionada, su pequeño hermano parecía compartir la emoción.

—¡WOW, MAMÁ MIRA AHÍ, MIRA AHÍ! ¡ESA COSA ES ENORME!—grito Elely al ver un robot de los Steam.

—¡WoW!—grito Flopin aún asombrado.

La gran nueva civilización estaba frente a sus ojos.

—Bueno, vamos bajando.—pronuncio Elena, quién con una habilidad sorprendente bajo hasta llegar cerca de ellos.

—¿Nos acompañarán hasta la ciudad?—Eva alzó una ceja confundida.

—¡Si, seremos tus guardaespaldas!—contesto el viejo pulpo con una sonrisa que su hija también puso.

—No me dijeron nada de esto.—revelo confundida Evangelyne.

—Ruel nos lo pidió.—esto saco más de su lugar a la de orejas largas. ¿Que Ruel hizo qué?

—Vamos, sabes que ese anutrof solamente es un viejo cascarrabias de buen corazón. Nos pidió que te ayudemos a llegar hasta el castillo.—dijo Tinta Negra con la misma sonrisa que no se iba.

—No es así, vamos a ayudarte lo que podamos. Es un servicio especial de la casa.—Elena guiño el ojo, pero la ocra solamente estaba en shock.

Pero al final sonrió. Ja, ese Ruel...

—Vamos niños.—dijo la ocra, quién tomo en brazos a Pin.

—¡Familia Percedal, bienvenidos a Nueva Sufokia!—grito Elena entre risas.