Capítulo 42: El regreso.

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El viaje parecía ser algo largo, Evangelyne miraba fijamente hacia el océano, sus hijos se encontraban durmiendo abajo en el camarote.

-¿Te has sentido mejor?-pregunto Tinta Negra con una mirada preocupada.

-Un poco.-respondio la ocra mientras soltaba un suspiro.-Gracias por preguntar, Tinta Negra.-agrego ella con una sonrisa.

-¿Sabes? Aveces me pregunto cómo es posible que seas tan fuerte. Cuidar de 3 niños es una tarea difícil, ¡nisiquiera yo solo pude con la revoltosa de Elena!-revelo Tinta Negra soltando unas risas suaves.

-Tu también eres muy fuerte. Criaste bien a tu hija.-Tinta Negra se avergonzó al oír esto, pero se sintió muy halagado al oírlo.

-Nunca me vi cuidando de una niña y menos una diferente de mi especie, tal vez es cierto eso que dicen que la familia está en donde tu corazón esté.-dijo el pulpo con un aire nostálgico, muchos recuerdos de antaño comenzaron a pasar por su mente.

-No se quién dijo eso, pero tiene mucha razón. Tinta Negra...-este se volteó al ver lo suave que Eva pronunció su nombre.-¿Que crees que nos espere allá?-agrego ella con un poco de miedo.

Había oído rumores y unos no muy buenos a decir verdad.

-No lo sé, pero solo ten confianza. Aunque si es cierto o no que un Dofus Primordial este ahí, la verdad tengo miedo de que sea verdad eso... Si lo fuera, entonces... Habrá muchos peligros.-respondio Tinta Negra con temor en su mirada.

Desde el horizonte se podía ver como el sol hacia acto de presencia.

El día comenzaba, de pronto se pudo oír la bulla de unos niños abajo, en los camarotes.

-¡PIN, REGRESA AQUÍ CON ESO!-gritaba enojado Flopin mientras perseguía a su hermanito pequeño.

Elely venía atrás riéndose a carcajadas.

-Desde muy temprano ya hacen jaleo.-dijo burlón el pulpo, mientras Eva veía todo con una mirada cansada.

Así eran sus hijos, lamentablemente lo yopuka era fuerte, aunque para sorpresa de ella no odiaba específicamente eso de ellos.

-¡TE TENGO, LADRONZUELO!-grito Eva con una sonrisa, mientras Pin se retorcía y reía por su travesura.

-Gr-Gracias, mamá.-pronuncio Flopin entre jadeos.

Evangelyne visualizó lo que Pin tenía entre sus manos, era una de las hombreras de la armadura de Flopin. La mujer con suavidad le quitó el objeto al niño y se lo entrego a su hijo ocra.

-¡Tuviste que verlo, mamá! ¡Flopin se tropezó!-grito Elely entre risas por la manera rara que su mellizo se cayó al perseguir al más pequeño.

Flopin se cruzó de brazos.

-¡No es cierto!-grito él.

-Ayer el estofado estaba muy rico.-comento Elena con una sonrisa llegando hasta la familia.

-¿Te gustó? Yo lo sentí muy salado.-dijo su padre indignado, sacando una risa de su hija.

-Nadie te cree tu fino paladar, papá.-dijo la pirata entre risas.

-¡General, ya hemos llegado!-grito un marinero llegando hasta el General, quién parecía que no quería quitarse nunca el casco.

-Le informaré al rey, lleven el barco hasta puerto.-pronuncio el General, señalando a la distancia el conocido puerto de la isla a la cual irían.

El marinero asintió y se dispuso a ir con el capitán quién estaba al timón.

Elena visualizo como el General se retiraba al camarote del rey, nunca espero encontrarlo en este mismo barco, tal vez estaría en alguno aparte, aunque eso no le causaba tanta intriga, después de todo, seguro era General por algo.

-Que misterioso.-pronuncio Eva, sacando a Elena de su mente.

-¿Por qué lo dices, mamá?-pregunto Flopin confundido.

-No lo sé... Me causa desconfianza no ver su rostro, tal vez estoy siendo muy paranoica.-dijo la ocra soltando un suspiro.

-No está de más ser precavida, señora de Percedal. Pero puede confiar que mi General es alguien de confianza.-pronuncio el rey captando toda la atención de la tripulación.

El General desvío la mirada.

-Lamento si es algún inconveniente.-pronuncio el General.

Eva negó con la cabeza.

-N-No, perdoname usted. Solamente estoy algo preocupada, lamento lo que dije.-pronuncio la ocra, el General solo levantó la mano y negó con la cabeza.

-No es necesario, pronto nos reuniremos con nuestro informarte, tal vez sepa algo sobre un Dofus Primordial por esta zona.-dijo el General, con una voz calmada.

-¡Suelten el ancla!-grito el rey, cuando vio que ya estaban cerca del puerto.

-¡Si, mi señor!-pronuncio una marinera Steam.

Corrió y corrió como si su vida dependiera de ello, sujetaba la mano de la muchacha con tanta fuerza.

Lágrimas caían por sus ojos.

-¡Padre! ¡Padre!-gritaba él con una voz que parecía romperse con cada grito.

Todos los Sadidas se acercaban confundidos a ver, algunos comenzaron a llorar completamente llenos de alegría.

-¡PADRE!-grito más fuerte Armand sin importarle despertar a los niños o a los ancianos.

¡Todo el pueblo Sadida debía saberlo!

-¡¿Que es todo este escándalo?!-grito el rey Sheran Sharm con confusión.

-¡Padre!-grito feliz Armand al verlo.

-¿¡Por qué tanto al-?!

Pero el rey solamente calló al ver quién habia atrás de Armand, sus ojos comenzaron a soltar lágrima tras lágrima, su sonrisa se agrando y salto para tomar en brazos a quién más extrañaba.

-¡AMALIA!-grito el hombre con tanto jubilo y alegría.

-¡PRINCESA AMALIA!-gritaban con alegría todos, mientras se acercaban a apreciar el rostro de su princesa.

-¡¿Cómo es posible?!-gritaba uno con asombro, pero aún se podía ver una sonrisa en su rostro.

-¡EL DIOS SADIDA A OÍDO NUESTRAS PLEGARIAS!-grito un anciano Sadida con alegría.-¡LA PRINCESA A VUELTO PARA SALVARNOS!-agrego él con felicidad.

Todos gritaron en acuerdo a lo dicho.

Pero el rey poco le importaba eso, él solamente miraba fijamente a su hija, acariciando la mejilla morena de ella con tanto amor y anhelo.

-Por fin haz regresado, pequeño retoño.-murmuro él con una enorme sonrisa en su rostro.

-Papá...-murmuro Amalia también sonriente.-Hermano...-agrego ella, observando a este quién también se mostraba contento por su regreso.-He vuelto... ¡He regresado!-grito ella sollozando.

Se encontraba feliz de estar de vuelta.

La semilla de un Dios. [Wakfu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora