Parecía como si la cálida brisa de la mañana hubiera sido un tonto sueño, todas esas personas corrían esperando sobrevivir, temiendo por su vida cada segundo que pasaba.
En cambio, Amalia y la Hermandad del Tofu, se disponían a ir al centro de la catástrofe, irían al Extractor.
Con convicción caminaban hasta el lugar, fue en ese momento, que a lo lejos, divisaron a un tofu amarillo, era Az, aterrizó en el suelo, saco una poción y un gran humo apareció. Fue en ese momento, que vieron a Kaskarina, Kali, Ush y Black Bump. Esto confundió a la Hermandad del Tofu.
—¿Que hacen aquí?—pregunto Arpagona.
—Hemos venido a echarles una mano.—respondio Ush, quién no tenía nada en contra de ellos.
—No podrán solos.—pronuncio Kali, con una mirada seria en su rostro pálido.
Saber esto hizo que los demás se sintieran aliviados, pues contaban con más gente para la misión. Todos se giraron hacia el Extractor, que flotaba calmadamente en el aire. Fue ahí en ese momento que pudieron ver perfectamente los cuerpos de los niños selatrops. Pero no estaba Yugo en ninguna parte.
Esto sorprendió a todos, ¿habían perdido? El cuerpo de Yugo no se veía por ningún lado, pero la incógnita que más le llamaba la atención era... ¿Como murieron?
—Bueno, no podemos hacer nada estando aquí parados.—pronuncio Black Bump, dando paso hacia el Extractor, seguido de los demás.
Fue en ese momento, que un gran rayo rojo apareció, impactando sobre ellos, pero Black Bump con sus escudos de fuerzas protegió a todos.
Después de todo, él era un gran Feca, pues él era un Semidiós.
—¿Hay enemigos?—solto confundida Eva, pues no podía suponer de donde venía el ataque.
Denuevo muchos rayos rojos comenzaron a aparecer, tenían tanta fuerza, que a Black Bump le imposibilitaba moverse. Y también eran muy dolorosos, ¿de que estaban hechos?
Black Bump seguía protegiendo a los demás con su poder, fue ahí que Kali vio que era necesario ayudarlo, se agachó y colocó las manos en el suelo, fue así como una sustancia negra se esparcía de entre sus dedos, cubriendo así los escudos.
—¡Debemos hacer algo, Ruby!—grito Pinpan, quién no quería estar encerrado en ese lugar seguro. Él quería pelear y fue así, que terminó saliendo del escudo hacia el Extractor. Esta parte ya la conocía perfectamente.
—¡No, Pinpan!—grito Eva, también saliendo del escudo, para evitar que su esposo hiciera alguna tontería.
Sus hijos también salieron.
—Tenían que ser yopukas.—pronuncio Ush, mirando con desaprobación lo que estaba haciendo Pinpan, quién para él, se veía como un tonto en este momento.
Habían infraestructuras colapsadas alrededor, dando a entender que esto era un pueblo, antes de su colapso total por culpa del Extractor. Estas mismas, comenzaron a caer, haciendo imposible que Eva siguiera a Pinpan, por suerte los reflejos de la ocra eran más rápido y se quitó a tiempo.
Por otro lado, más rayos rojos caían del Extractor, Pinpan supo esquivarlos bien, pero estos provocaban mucho viento, como también fuego.
El suelo comenzó a desmoronarse y montañas cercanas comenzaron a colapsar, trayendo consigo una lluvia de piedras.
Por otro lado, adentro del Extractor, estaba Qilby, quién miraba al Selacubo con una sonrisa. Fue en ese momento, que Yugo entró en la Dimensión Blanca.
—Asi que viniste, Yugo. ¡BIENVENIDO A NUESTRA HERMOSA REUNIÓN FAMILIAR!—grito con una sonrisa Qilby, Yugo frunció el ceño, con sus dos espadas listo para cualquier cosa.
—Qilby...—pronuncio Yugo, con repugnancia.
—¡ESTOY CONTENTO DE VERTE, QUERIDO HERMANO! Dime, ¿como te fue el viaje? ¿Ya saludaste al querido Baltazar?—Qilby al pronunciar ese nombre, levantó con una sonrisa el Dofus del dragón, esto enfureció mucho a Yugo.—¡DICE QUE TE A EXTRAÑADO MUCHO, YUGO!—agrego Qilby, con una sonrisa mucho más grande, lanzó el Dofus hacia atrás, el cual fue atrapado por el Selacubo y depositado a un lado, donde estaba Adamai, durmiendo plácidamente, en un coma eterno.—Oh, Adamai también está aquí, tuvimos una linda charla... ¡HASTA QUE EL ESTÚPIDO YOPUKA VINIERA Y SE LLEVARÁ A SINONOME!—grito Qilby, creando así su guadaña entre sus manos, la cual apretó con odio.
—¡Para el Extractor, Qilby! No estoy para tus juegos.—dijo Yugo, con una voz muy seria.
Qilby se rió a carcajadas por lo dicho.
—Ay, ay, Yugo, ¿cuando lo entenderás? ¡ESTE MUNDO YA NO NOS SIRVE, VEN Y ÚNETE A MI! ¡TOMEMOS EL LUGAR QUE NOS CORRESPONDE! ¡COMO HIJOS DE LA GRAN DIOSA Y EL GRAN DRAGÓN!—grito Qilby, quién con rapidez, tomó su guadaña y corrió hacia Yugo.
Yugo también se preparó, y con sus dos espadas cruzadas, evito el ataque frontal de su hermano.
—¡YO NUNCA SEGUIRÉ A UN ASESINO COMO TÚ, QILBY!—grito él, quién arremetió con fuerza, haciendo que Qilby retrocediera.
—¡Pero piensas convertirte en uno! ¡VINISTE AQUÍ A MATARME! ¡¿NO ES ASÍ, YUGO?!—Qilby soltó una gran carcajada maliciosa, mientras apuntaba a su hermano con el filo de la guadaña.—Por eso viniste con esa espada.—apunto el selatrop con su dedo a la espada rosada, Yugo sostuvo con más fuerza la empuñadura y le lanzó una mirada enojada a Qilby.
Qilby no parecía para nada aterrado con la idea de morir a manos de su propio hermano, tal vez la locura lo había cegado completamente o quizás él pensaba que podía seguir viviendo luego de reencarnar junto a Sinonome en su propio Dofus. Pero luego ese ingenuo pensamiento se esfumó de sí, sabía muy bien que Yugo lo mataría y está vez, no habría una reencarnación para él.
—Enserio quieres ensuciarte las manos con mi sangre, ¿eh? Las espadas que estás portando en este momento, son las que acabarán con mi vida para siempre, unirás las dos esencias más importantes el Wakfu y el Stasis, el poder de la Gran Diosa y el Gran Dragón, pero esta vez lo usarás para matar a tu propio hermano. ¡ME ENCANTARÁ VER COMO TE VUELVES UN MONSTRUO, YUGO!—grito Qilby, su sonrisa era tan grande que parecía más feliz que triste al saber cómo sería su muerte.—¡PERO ES MUY POSIBLE QUE ÉL QUE TERMINE MURIENDO SEAS TÚ!—agrego Qilby y otra vez, fue contra su hermano.
Ambos, estaban cerca de la muerte, entre una batalla sangrienta, en la cual cualquier podría acabar muerto.
La cuestión sería quién acabaría muriendo.
¿Yugo o Qilby...?
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La semilla de un Dios. [Wakfu]
SonstigesMuchos piensan que el Dios Sadida no tuvo un hijo, aparte del que nació del Dios Yopuka y Lacrima, su muñeca. Pero la historia que te contaré nadie, absolutamente nadie la conoce. Es una historia vieja, que era un simple rumor que se fue olvidando p...