Capítulo 16

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Un corazón.

Rebecka

¿Novia?

Papá tiene novia y resulta que es la mamá de Hannah, esa niña rubia que ahora es mi amiga.

Elleonor es amable, pero no me gustan las “mamás” son malas, la mía no me quería.

Pero Hannah dice que si mami si la quiere mucho, pero ella no tiene papi, o bueno si tiene, pero esta en el cielo como el mío.

Papá está como loco, trae a Mary limpiando toda la casa y está preparando no se que para la cena, ya hasta nos mando a bañar y nos compro ropa nueva, nos arregla como si fuéramos a un lugar muy importante.

Mi papi es muy guapo, aunque siga sin bañarse y lleno de harina y comida se ve muy guapo.

Esta noche conoceremos a Elleonor y Hannah, yo ya las conozco pero las conoceremos como la novia e hija de su novia de mi papá, no como una de mis compañeras y su madre.

Ya no estoy tomando tantos medicamentos, descubrí que pensar en el monstruo y Martha me da mucho miedo pero si pienso que soy yo quien los hace llorar todo mejora.

No lo he dicho pero la mejoría se nota ya que la doctora decidió reducir la dosis.

Papá sube corriendo a bañarse mientras yo me aseguro de que los mellizos no se ensucien.

¿Esta cena cambiara algo mas en mi vida?

Espero que no, Hannah si me agrada.

14 de Octubre,  2021.

No es hasta ahora que veo el impacto que tienen mis palabras, no lo pensé solo lo dije, mi corazón está latiendo cómo loco y puedo casi sentir el de Thiago a la par del mío.

—Lo- lo siento — evitó su mirada — no es lo que quise dec…

Toma mi rostro entre sus manos obligándome a verlo.

—Cállate — me dice — no digas algo que pueda arruinar esto.

—Pero…

—No Rebecka, se que estás asustada — acaricia con su pulgar mi mejilla — yo lo estoy, pero no puedes negar que hay algo aquí.

Trago grueso, entre abro la boca para hablar pero la cierro cuando no encuentro que decir, un silencio se forma entre ambos.

—Tienes razón, tengo miedo — atino a decir — tengo miedo de lo mucho que me gusta lo que ocasionas en mí, tengo miedo de acostumbrarme a esto —; nos señalo — que tú te vallas…

Aparto la mirada y muerdo el interior de mi mejilla sintiéndome expuesta y un tanto avergonzada, vuelve a tomar mi rostro y me besa, es un beso lleno de emoción que me calienta el pecho por el apego que siento.

—Muñeca, no sé exactamente que estamos haciendo, pero de algo estoy seguro y es de que no puedo estar más sin ti.

—¿Entonces qué haremos?, ¿Qué somos?

—No lo sé, ¿Qué quieres que seamos Rebecka?

Lo pienso, la idea de tener una relación seria con él me asusta, pero al mismo tiempo la idea de que esté con más estando conmigo me llena de rabia, no quiero compartirlo, no, me niego, tampoco quiero que él me comparta, no quiero que otras manos me toquen.

—No quiero compartirte — lo encaro sonando segura.

—Yo tampoco quiero que nadie te toque.

Nuestros ojos se encuentran y lo que sus ojos me muestran no es nada más que lujuria y posesión con enojo.

Pálpitos de un corazón herido [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora