Capítulo 53

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Después de recibir la noticia del señor Adolf, el castaño simplemente despidió a Robert, caminó hacia la cocina y calentó un paquete de sopa de espárragos la favorita de Jimin, la emplató junto a un té de manzanilla y subió hacia el cuarto del rubio con mesita de comida en manos. 

―Jiminie. ―exclamó al entrar al cuarto y ver al rubio acostado boca abajo. ―Te traje de comer, debes estar hambriento. 

Jimin se levantó con ánimo perezoso, pero el aroma de los espárragos entrando por sus fosas nasales le sacaron una sonrisa. 

―No sabía que me apreciabas tanto como para tener mi sopa favorita. ―dijo y se sentó al borde de la cama, mientras el castaño se sentaba a lado suyo con la mesita que llevaba la sopa y una taza de té. 

―¿Tan mal anfitrión crees que soy? Es claro que lo primero que compré al enterarme que venías era esta sopa. ―Jimin sonrió en respuesta. 

―Gracias, sabes cómo consentirme. ―tomó el plato en sus manos. ―Escuché bulla, ¿ya llegó tu tío? 

―No, solo vino Robert, ya toda la casa está vigilada. 

Jimin tomó un sorbo de la sopa. ―Empezamos el encierro, por cierto ¿Cómo traerás a Jungkook aquí? 

―Soy el dueño de la casa, creo que tengo el derecho de traer a quien yo quiera. ―agregó gracioso. 

Jimin lo miró con ojos de obviedad. ―Si sabes que estarán monitoreando cada uno de tus pasos, en algún punto le dirán a tu tío. Si eso pasa ¿qué le dirás? 

―Aun es muy pronto para decirle que es el amor de mi vida, así que solo diré que es mi amigo de pequeño, que quería compañía y por eso lo invité. 

Jimin sonrió. ―Tonto. ―soltó y continuó comiendo del plato. 

―¿Qué? 

―Por favor Hans, toda tu estadía en Alemania apenas si te acercabas a las personas. Es claro que si quieres a alguien cerca es porque hay algo más. 

―Lo estás pensando demasiado Jimin. ―agregó pasándole la taza de té. ―Yo creo poder ser convincente. 

―Si tú lo dices. ―agregó tomando un sorbo del té. ―Por cierto ¿tienes alguna prenda que me ayude con esto? ―dijo y descubrió su cuello. 

Taehyung abrió sus ojos en sorpresa. ―¡Dios! tú cuello parece la escena de un crimen. 

―Exageras. 

Taehyung salió de la habitación y regresó con espejo en manos. ―¿Eso te parece exageración? ―cuestionó al rubio y le dio el espejo para que mirara su lastimado cuello. 

―Mierda, no se veía tan mal cuando yo las vi. ―miró con cuidado como los hematomas que rodeaban todo su cuello bajaban hacia sus clavículas. 

―¿Trataba de reclamarte como suyo? De seguro demorarán en desaparecer y con lo que duelen. 

―¿Y tú como sabes eso? ―cuestionó el rubio al castaño. ―Si nunca has tenido estas marcas. 

Taehyung sintió sus mejillas arder. ―Solo... solo lo dije por decir. 

Jimin lo miró curioso y abrió sus ojos en sorpresa. ―Espera, tú. ―señaló al castaño. ―Tú y Jungkook ya lo hicieron ¿cierto? 

Taehyung sintió morirse de la vergüenza ante la pregunta y no respondió nada. Jimin se levantó de la cama y abrazó efusivo al castaño. ―Si, por fin dejaste de ser virgen, aunque ya era hora la verdad. ―agregó en medio del abrazó. ―Tienes que contarme todo, ¿cómo fue? ¿cuándo fue? ¿ayer? 

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora