Por la mañana estábamos en el aeropuerto. Pedí permiso en la compañía para poder viajar y se me fué concedido con la obligación de volver antes del próximo viernes.
Jungkook caminaba a mi lado mirando algo en su móvil. Yo por mi parte estaba nervioso por nuestro primer viaje juntos, aún no tenía ni la mínima idea de a dónde me estaba llevando.
— Permíteme tu pasaporte — me lo pidio sosteniendo en la misma mano el suyo — ya vuelvo — dijo una vez lo se lo dí y se dirigió hasta la taquilla.
Me quedé parado viéndolo y reí sin poder creer que nos encontrábamos a punto de tener una aventura como una pareja.
Volvió después de unos minutos — Ya está todo listo, el vuelo sale en menos de una hora, ¿quieres comer algo mientras esperamos?
— Los aviones me dan vértigo, por lo tanto, prefiero; por nuestra seguridad, no ingerir nada — nos reímos.
Al final lo único que hicimos fue tomar un café hasta que la hora de abordar llegó y una voz a través de los altavoces llamó "Passagers à destination de l'Espagne-Ibiza, s'il vous plaît, montez à bord de l'avion"
¡¿Qué cojones!?, ¿España?, ¿Ibiza?
Lo miré con los ojos muy abiertos sin poder contener mi emoción y ahogué un grito al descubrir nuestro destino — ¿De verdad? — pregunté eufórico.
— Así es... Iremos a Ibiza, espero te guste.
Joder, joder, joder. Ir a ese lugar había sido uno de mis sueños desde hace mucho y justo ahora estaba por cumplirlo; y lo mejor de todo era que iría con él.
El tiempo estimado de viaje eran menos de tres horas.
Y así fué, en un abrir y cerrar de ojos estábamos pisando territorio Español.
Al llegar a ese lugar, Jungkook cambió de actitud y ahora se veía más jovial y alegre. Tomó mi mano y besó mis nudillos cuando nos bajamos y nos dirigimos al hotel que al parecer, él ya había reservado.
El taxi nos dejó en dónde nos quedaríamos y entramos tomados de la mano. Era impresionante que el Jungkook que yo conocía estaba tomando la iniciativa de hacer todo eso.
Con su nombre e identificación nos dieron la llave de la suit y subimos en el ascensor hasta la habitación.
Antes de que llegáramos, me dió un beso suave en los labios — Espero la pasemos muy bien, leí sobre este sitio antes de venir y creo que será perfecto para conocernos mejor.
Me habló de una forma tan apacible y dulce que todo dentro de mí se derritió — Ibiza es mi lugar soñado desde hace mucho — confesé una vez el ascensor se detuvo.
— ¿De verdad? — parecía sorprendido.
— Lo juro.
— Me alegra entonces haberte traído.
La habitación era hermosa, vista a la playa con un espacio amplio en colores claros que la hacían sentir limpia y acogedora — ¿Te gusta? — preguntó refiriéndose al cuarto.
— Me encanta — el colchón enorme en el centro llamó mi atención así que me lancé sobre él cayendo boca arriba disfrutando de la suavidad — que delicia — gemí dejando descansar mi espalda.
— Puedes dormir un poco si quieres, pediré algo para que comas y cuando caiga la noche saldremos.
Me senté y lo miré — ¿Puedo preguntar algo?
— Adelante.
— ¿A qué se debe este viaje?
Pensó unos segundos y exhaló — Quiero atesorar recuerdos... Contigo.
Palmeé la cama a un lado pidiéndole sentarse y así lo hizo — ¿Es esta tu primera ofrenda como tu nuevo Dios? — dije divertido pero sugerente.
— Puede que lo sea — asintió mirando mis labios.
— Dame un beso — pedí y de inmediato me lo dió.
— Me gustas.
— je t'aime bien aussi ma belle (también me gustas, hermoso).
Este momento alejados de todo lo que le impedía a Jungkook ser él mismo, era perfecto para mí, ya que tenía muchas ideas y ganas de hacer algunas cosas...
Comimos y nos recostamos en la cama un buen rato hasta quedarnos dormidos.
Habíamos despertado muy temprano para viajar y estábamos algo cansados.
Por la tarde nos empezamos a vestir, por suerte metí ropa apropiada en mi pequeña maleta.
— ¿Qué planes tienes? — pregunté viéndolo como se arreglaba la camisa blanca; dudando si dejar abiertos algunos botones o no.
Parecía nervioso — Esto que vamos a hacer hoy también va contra mis principios pero he tenido tantas ganas de ir desde siempre... — me acerqué y quité suavemente sus manos para abrirle los botones que había vuelto a cerrar por quinta vez.
— Déjalos así... Tienes un pecho jodidamente atractivo junto a una piel de ensueño — sonrió mirando su aspecto — dime a dónde vamos — le dí un besito.
— Iremos a una discoteca, al aire libre en la playa... Y quiero que tomemos juntos, bailemos juntos y al finalizar, volvamos aquí y hagamos el amor hasta que salga el sol.
Hola bbs, ya en un ratito les doy el otro capítulo.
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París - Kookmin
FanfictionLEER TODA LA DESCRIPCIÓN ¿Cómo sería una relación entre un creyente y un ateo? Dónde Jungkook es un sastre francés con un futuro prometedor dentro de la iglesia y Jimin está siguiendo sus sueños en el mundo del modelaje. Todo es más complejo de...