Lujuria

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  Pensé que me diría para dormir en otro cuarto, pero no fue así; se quitó la camisa dejándome ver por primera vez su torso trabajado y marcado. Haciéndome babear.

— Puedes dormir de la forma en la que te sientas más cómodo, si quieres algo de ropa puedes ocupar la mía — sugirió, pero yo solo podía ver sus bíceps muriendo por morderlos y apretarlos. Al parecer se dió cuenta de eso, así que sonrió — volveré en un minuto — entró en una puerta que estaba en la misma habitación; supongo que era el baño.

  Aproveché para indagar en su armario y saqué una camiseta de algodón negra que tenía doblada.

  Quité mi ropa dejando mis pertenencias en la mesa y vestí mi cuerpo con la suya, me quedaba un poco más abajo de los glúteos.

  Escuché el cerrar de la puerta detrás de mi y volteé a verlo. Creo que estaba impactado mirándome — ¿Todo bien? — pregunté sabiendo exactamente que le ocurría: me estaba follando en mil poses en su mente.

  Su manzana de Adán se movió y negó con la cabeza — ¿Listo? — asentí y caminé frente a él rumbo a la cama.

  Se sentó a mi lado y sacó algo de la mesita de noche — la compré antes de irte a buscar — me entregó una caja de cigarrillos y mis ojos brillaron ya que, en toda la noche no había fumado ninguno.

— Muchas gracias — cubrió mis piernas con la cobija e hizo lo mismo con las suyas que vestían un chandal.

— Esa camisa es de este pantalón — dijo divertido.

— ¿De verdad?

— Lo es — ambos nos reímos.

— Estamos combinados — nos quedamos en silencio por un minuto, mirándonos.

  De un momento a otro yo estaba sobre el colchón y él estaba sobre mí, comiéndome la boca en un beso desordenado, sediento y torpe.

  Yo tenía las piernas a cada lado de su cadera y él embestía lentamente contra mi haciéndome gemir sobre sus labios.

  Metía sus manos por debajo de la suave tela y acariciaba mi piel, recorriendo cada rincón como si tratara de memorizarlo — Eres una tentación — dijo levantando toda la prenda para pasar su lengua por mis protuberancias.

— ¡Mmhg! — gemí al sentir el calor de su boca sobre mi pezón y mi pene se contrajo deseoso.

  Mientras estrujaba uno con su mano, su lengua atacaba el otro — ¿Lo estoy haciendo bien? — preguntó de una forma tan dulce que se escuchó jodidamente morbosa.

— Sí, bebé — lloriquieé — lo estás haciendo fenomenal — el aire de su risa sobre mi tetilla hizo erizar todos mis vellos.

— No sé mucho sobre esto.

— Tranquilo, lo que estás haciendo es perfecto.

  Con una mano bajó mi boxer; yo le ayudé con mis piernas para sacarlo por completo.

  Al quedar desnudo de esa zona podía sentir mejor su dureza contra mi separación y deseaba cada vez más tenerlo dentro.

— ¿Qué debo hacer ahora?

— ¿Quieres follarme?

— Lo quiero... Quiero follarte — demonios.

— Tienes que prepárame para ti; eres jodidamente grande.

  Bajó la mirada a mi polla llorosa y tocó con su pulgar la punta — Estás tan húmedo — dijo haciendo círculos en esa zona. Levantó la mano y pasó la lengua por su dedo — delicioso — pensé que no lo haría pero lamió la cabeza de mi polla y sorbió todo el líquido — Muy delicioso... ¿Cómo te preparo?

— Tienes que estirarme... Puedes usar tu saliva como lubricante, y meter los dedos.

Abrí las piernas de forma más descarada y le dejé ver mi entrada dispuesta. Tragó grueso y llevó su mano hasta allí.

  El solo tacto me hizo gemir y cerrar los ojos. Con el dígito que anteriormente había pasado por mi glande, presionó mi ano — Très beau (muy lindo) — deja de hablarme así, maldita sea — ¿Veux-tu que je rentre ici? (¿Aquí quieres que entre?)

— Lo estoy deseando...

  Escupió desde su posición hasta mi culo y fue metiendo de a poco su dedo medio — ¿Se siente bien?, ¿no te duele?

— Je ne veux pas de tes doigts, je veux ta putain de bite, coller encore et encore dans mon cul.

  Sonrió tan malditamente caliente y metió un segundo digito. Mis caderas se movían solas y mi mano masajeaba mi pene de arriba a abajo buscando calmarlo.

Pasaron dos minutos en los que no pude soportar más y lo obligué a que se detuviera — Lo necesito — dije sosteniendo su rostro.

  Se acomodó entre mis piernas y sacó su polla nuevamente dura. La sostuvo desde la base y masturbó regando el pre semen. La cabeza presionó mi entrada y se fué hundiendo de a poco.

— ¡Mmhg! — gemimos al mismo tiempo. Su boca atrapó la mía mientras sentía su tamaño entrar en mí — delicioso... Jodidamente delicioso — sentía tanto placer.

— Jimin, esto... Se siente muy bien — hablaba ronco sobre mis labios mientras sus caderas se impulsaban hacia adelante hasta llegar la final donde los dos ahogamos un grito — ¿Te duele? — preguntó preocupado.

— Me encanta — lo dije de verdad. Abrí más mis piernas y las sostuve yo mismo con mis manos, permitiéndole llegar más profundo — no tengas miedo a lastimarme, follame a tu antojo.

  Me dió un beso y empezó un vaivén lento que nos hacía gemir a los dos.

  Quitó mis manos sustituyéndolas por las de él, haciendo que mi culo quedase más elevado y aumentó la fuerza siguiendo el mismo ritmo lento — Oh mi dios — grité alto cuando tocó mi próstata.

  Él se rió de forma morbosa — Para ser ateo gimes muy bien el nombre de Dios — joder, joder, si seguía hablándome así...

Lo empujé haciéndolo acostar y yo me subí encima — ¿Así no me soñabas?, encima de ti, subiendo y bajando por tu deliciosa polla — sostuvo mis nalgas mientras yo mismo me sentaba metiéndome su falo. Tomé la caja de cigarros que estaba en la cama junto al encendedor que anteriormente había dejado sobre la mesita de noche — espero no te importe — dije encendiendo un cigarrillo dispuesto a fumarlo mientras lo cabalgaba.

  Jungkook gruñía y gemía sosteniendo mis glúteos mientras yo me clavaba una y otra vez dando sentones — déjame probarlo — dijo y yo me sentí victorioso. Bajé mi pecho hasta él y le pasé el humo boca a boca.

— Bienvenido a la vida — dije antes de besarlo y sentir como nuestros orgasmos llegaban sincronizados.




  Les dejo de tarea traducir lo que Jimin le respondió 🤪🤪🥵🥵🤸 las amo, espero que les haya gustado la primera culianga. Besos en los hoyos.

París - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora