Détester

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El cuerpo de Jimin forzaba por romper las prendas con las que lo habían atado a la cama, y Jungkook sentía un terrible dolor al ver al pequeño en ese estado.
Sacó su celular y llamó a la única persona que lo podía ayudar en ese caso.

- Nam... Por favor, ven al departamento. Me temo que tu teoría podría ser cierta.

- Mándame la ubicación, iré de inmediato.

- ¿Estará bien? - preguntó Eunwoo quien veía todo con preocupación.

- Espero que sí - respondió con voz quebrada.

Jimin gritaba y trataba de safarse - Dimitte me, nothum stupri (suéltame, maldito bastardo) - ninguno entendía en qué idioma estaba hablando y eso solo lograba darles más miedo.

- ¿Cómo podemos ayudarlo? - preguntó el joven al lado de Jungkook.

- No lo sé, joder, no lo sé. Nunca he tratado un caso así. No sé cómo actuar o qué demonios hacer - el mayor estaba visiblemente frustrado y miraba cada dos segundos la pantalla de su celular esperando la llamada de Kim Namjoon.

El de piel más clara pensó en algo y salió rápidamente del departamento.

Jeon lo vió partir pensando en que ahora estaba más solo.

- Jimin, mi amor. Aguanta - le dijo con lágrimas en los ojos - ya viene la ayuda.

- Auxilium tuum inutile erit. Hoc corpus nunc ad me pertinet (tu ayuda será inútil, este cuerpo ahora me pertenece).

Se pasó la mano por el pelo deseando tanto entender en qué idioma le hablaba.

Por otro lado...

Eunwoo tomó el primer taxi que vió para dirigirse a Montmartre. Si lo que pensaba era cierto, solo había una persona que podía salvar a su amigo.

- Conduzca rápido, por favor.

- ¿Quoi?

- J'ai besoin que tu conduises plus vite (Necesito que conduzca más rápido).

El chófer se limitó a poner mala cara y pisar el acelerador.

Cuando se detuvo frente a las escaleras de Montmartre, corrió hacia el departamento donde anteriormente había visto a Dante.

Tocó la puerta desesperadamente pero nadie salía - ¡Abre la jodida puerta! - estaba tan frustrado por después de tanto tiempo sentir atracción por alguien y que resultase siendo una horrible persona - ¡Dan! - golpeó de forma tan brusca que logró abrirla. Entró buscándolo por todos lados pero no estaba.

Miró el estante de dónde había caído aquel muñeco vudú y corrió hacia él para buscarlo; sin embargo no estaba ahí. Giró la cabeza en dirección a la habitación y detalló la mesa llena de cosas que desconocía.

Tragó saliva antes de acercarse y ver qué allí descansaban dos figuras; las cuales tenían las fotografías de Jimin y de Jungkook. El muñeco de Jimin tenía alfileres y estaba maltratado. Mas el de Jeon parecía estar intacto.

Un libro llamó su atención "Magia negra", golpeó la mesa haciendo caer varias cosas. Lo sospechó pero no quería aceptarlo. Dan le gustaba tanto que dolía.

Desesperado, comenzó a quitar los alfileres del vudú mientras lloraba y deseaba con todo su corazón salvar a su amigo.

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- ¡Joder!, Namjoon, ¿por dónde vienes?, Jimin está por romper las telas con las que lo atamos a la cama y estoy completamente solo con él.

- Estoy atascado en el tráfico, la dirección que me mandaste es muy lejos de donde estoy... Nos mantendremos hablando por llamada. Dime todo lo que está pasando y ponme en altavoz.

París - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora