Devoto

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No me cansaré de decirlo; despertar a su lado y ver su rostro apacible mientras duerme, es lo mejor.

Era nuestro segundo día en Ibiza y tenía muchos planes.

- Kook... - susurré bajito seguido de un beso en sus labios fruncidos - es hora de levantarte.

- Cinco minutos más.

Me reí porque parecía un niño pequeño.

Se removió en la cama quedando boca arriba y en las sábanas se pudo notar la terrible erección que tenía; logrando así volver la fina tela una carpa. Sus ojos permanecían cerrados y su respiración era tranquila, por lo que pude entender que seguía durmiendo.

Debía controlarme. No podía estar todo el tiempo aprovechándome de él, pero...

No, basta.

- Bebé, despierta - dije regañando mentalmente a mis hormonas y no terminar montándolo de nuevo.

- Vale, ya estoy despierto - ni se movió.

Me levanté antes para darle su espacio y caminé hasta el baño, estando totalmente desnudo.

- Jimin - habló con voz ronca.

Volteé a verlo y se había quitado las sábanas, dejándome ver su enorme erección - ¿S-sí? - dije forzando a mis ojos a mirar a otro lado pero el desgraciado llevó su mano hasta su polla y la comenzó a masajear viendo mi cuerpo.

- Ven aquí - pidió y solo eso hizo temblar mis piernas y bombear mi pene.

Caminé hasta él y me senté a su lado - ¿Qué pasa? - joder, esto de hacerme el inocente no me sirve.

Tomó mi mano y la llevó a su dureza - Mira cómo estoy.

Maldita sea.

- No puedes solo irte al baño y dejarme así.

- ¿Qué quieres que haga con eso? - pregunté tragando saliva.

- Que lo chupes.

Por la mierda.

Movió su mano encima de la mía para estimularse y con la otra acarició mi cabello. Bajé un poco el torso hasta llegar a su punta y lamer, sintiendo como mi falo se ponía firme.

Lo engullí y empecé a darle lo que me había pedido - Mmhg... Cómo me gusta esa boca - hablaba ronco moviendo levemente su pelvis.

- ¿No quieres tú también darme una mano? - pregunté sin poder aguantar más.

- Como órdenes - me acomodé sobre él dejándole acceso a mi polla y mi culo, mientras tomaba de nuevo su falo y formabamos un "Sesenta y nueve", amazó mis nalgas separándolas y enterró su cara entre ellas; lamiendo, chupando y follando mi culo con su hábil y larga lengua.

Pasó mi pene hacia atrás y dejó lamidas torpes sin experiencia en hacer una mamada, que me volvían loco por el hecho de saber que el único miembro que ha tenido en su boca ha sido el mío.

- Te quiero follar - dijo después de unos minutos de comerme en esa posición y yo solo me rodé hasta abajo y me clavé de lleno en su polla comenzando a mover mi culo de arriba a abajo buscando nuestra liberación.



Más tarde, ese día, salimos a unas cuevas turísticas dónde nos dieron un recorrido increíble. Comimos y volvimos al hotel para después salir a la playa y alquilar un toldo, dónde nos sentamos y compramos cervezas.

Estaba disfrutando todo, me sentía feliz y pensaba en Jungkook cómo mi novio.

- ¿Cuándo volvemos a París? - pregunté no queriendo volver nunca.

Estábamos sentados uno al lado del otro, viendo la gente pasar; incluso habían mujeres sin sostén y alguno que otro hombre sin bañador. Eso me sorprendió mucho, pero ya sabía que en España habían playas donde la gente paseaba así.

- Mañana - dijo tomando de su lata.

- Oh... Ya casi.

- Sí. Debo atender la sastrería.

- ¿Pensaste en la propuesta para trabajar con Dior?

- Aún no tengo una respuesta concreta... Me gustaría mucho pero también me traería problemas.

- ¿Con quién?

- Con mi familia.

Miré a otro lado, la verdad su familia me cagaba y solo deseaba que él por fin los mandara al carajo.

- Vale.

- Sé que te molesta, pero, Jimin... Ellos no lo entenderían.

- Es tu familia, Jungkook. No puedo decir ni opinar nada al respecto.

- Para ellos, ser homosexual es peor que ser un asesino. Preferirían que lo fuese, de hecho; y no que me acostara con otro hombre.

Inhalé profundo evitando decir lo que pensaba - Supongo que cuando sepan que me van las pollas me van a odiar.

Se rió - Tenlo por seguro.

Ok. Me importa una jodida mierda lo que ellos opinen de mí. A mí me gustaba Jungkook y no lo iba a dejar de ver porque a ellos les diera la gana - Quiero hacer algo más tarde.

- ¿Cómo qué?

- Lo disfrutarás...

- Ya me emocioné - dijo antes de robarme un beso suave que se convirtió en uno voraz.

No renunciaría a él... No ahora que empezaba a tener sentimientos más fuertes.

No ahora que me había enamorado.

Hola, bbs, en un ratito les doy el otro cap. Felíz domingo ❣️

París - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora