París - Kookmin

La sorcellerie

— No sé qué le ocurre... Necesito asesoría.

— ¿Dices que se golpeó él mismo y mordió su labio hasta casi romperlo?

— La otra noche no podía dormir, dijo que escuchaba voces que se burlaban de él y yo solo comencé a rezar como un idiota... Lo que más me sorprende es que pareció tranquilizarlo, pese a que es ateo.

— Vaya... ¿Practica algún tipo de ocultismo?

— Nam... Te digo que es ateo. No cree ni en el 'big bang', y eso viene pasando desde hace algunos días para acá.

— Supongo que quieres que le haga una revisión... ¿O me equivoco?

— Tengo sospechas pero me cuesta aceptarlas... Investigaré más a fondo antes de darte una respuesta, sin embargo; por favor visita a Jimin... Me preocupa mucho.

   Esa noche, después de haber pasado por ese momento tan aterrador, ambos decidieron esperar hasta que amaneciera, ya que el miedo no los dejó dormir.

Jungkook visitó a un amigo suyo llamado Namjoon, quien era un sacerdote, para contarle lo que le pasaba a su amado.

  Kim era uno de sus pocos confidentes y realmente en él confiaba para hablar abiertamente de sus sentimientos.

  Salió de la casa del moreno para dirigirse a la sede de modas, donde su chico se preparaba para un futuro desfile y trataría de terminar los diseños que había iniciado.

  Al entrar, escuchó unos regaños y se acercó a ver de lo que se trataba: el director tenía a Jimin sentado en una silla mientras lo retaba y señalaba. Dicho acto no le gustó.

— ¿Qué pasa? — preguntó con el entrecejo fruncido.

— Este niño cada vez es más torpe... Se ha caído unas quince veces durante el día y no es capaz de mantenerse en pie sobre la pasarela. Su aspecto es descuidado, tiene ojeras y labios rotos. No representa a nuestra casa.

  Jungkook miró al rubio quien mantenía la vista en el piso — Lo siento... — dijo en voz baja.

— Jimin se ha estado sintiendo un poco mal los últimos días.

— Me importa un carajo — expresó el director — si no puede hacer bien su trabajo entonces no me sirve.

  El más bajo lloraba en silencio sin decir nada más.

— Está siendo muy grosero... Él se siente mal — intervino nuevamente.

— Pues que se sienta mal en otro lado — dijo antes de irse completamente furioso.

  Jungkook exhaló y se acercó a abrazar al rubio por los hombros — vamos... No mereces ser tratado así.

— Me van a echar — lloriqueó.

— Ellos se lo pierden...

  Salieron de la compañía directo al carro del mayor, dónde el más bajo se permitió llorar más fuerte en el pecho fornido del contrario — Estoy cansado... Kook. Me siento sin energía... No fuí capaz de modelar la ropa; mis piernas flaqueaban.

— Buscaremos una solución, por ahora lo mejor es que descanses y comas bien.

  Jungkook llevó a Jimin a su casa y lo dejó acostado en la cama, mientras le preparaba algo de comer. En ese momento llegó Eunwoo con el rostro pálido y se sentó en la americana.

— ¿Está Jimin aquí? — preguntó al ver al pelinegro cocinando.

— Sería raro yo venir sin que él esté y cocinar, ¿no crees?

— Jungkook... ¿Ese es tu nombre, verdad?

— Así es, ¿pasa algo?

  Eunwoo miró a ambos lados — necesito hablar con alguien.

— Soy bueno escuchando.

— Pero no puedo hacerlo aquí. Vamos a afuera.

— Vale, déjame apagar la cocina.

  Jeon se limpió las manos y salieron al frente de los departamentos — Se trata de ti... Jimin... Tiene un amigo, que al parecer quiere hacerte algo.

— ¿De qué hablas?

— No sé mucho sobre él — sus mejillas se tornaron rojas y bajó la mirada — me gusta... Pero Jiminie es mi compañero.

— Se más claro.

— Él tiene en su departamento un muñeco con tu foto...

— ¿Qué?

— No lo sé... No debí seguirlo, es solo que.. Me gusta tanto — sus ojos estaban rojos.

— ¿Te drogas?

— ¿Qué tenía que ver? — preguntó frustrado.

— Es que conozco esa mirada... Mi madre consumía muchas cosas.

— ¿Amas a Jimin?

— ¿A qué se debe tu pregunta?

— Quiero saber si vale la pena hacer esto o no... ¿Amas a Jimin?

— Sí... Lo hago. Lo amo.

— Bien, no sé qué es lo que él quiera hacer pero tenía muchas cosas raras en su casa y al ver tu foto en ese muñeco con alfileres me asusté.

— ¿Conozco a la persona?

— No lo sé, lo dudo, porque es amigo de Jimin...

— ¿Amigo?, ¿con una foto mía?

— Escucha... No soy un hombre tonto, sé lo que él te hacía y se trata de vudú... Lo que ví era un muñeco vudú de brujería.

  Toda la piel de Jungkook se erizó y en ese instante un grito se escuchó en la habitación de Jimin.

  Jeon salió corriendo para volver a entrar pero antes preguntó: "¿Cómo se llama su amigo?".

— Dante... Su nombre es Dante.

  Abrió los ojos como platos al confirmar su teoría y sintió ahora más enojo.

  El rubio tenía un cuchillo contra su garganta intentado clavarlo. Su consciente luchaba contra el inconsciente y el maleficio que le habían hecho. Jungkook le arrebató el utensilio filoso y lo lanzó lejos — ¿Qué pasa? — preguntó sosteniendo las manos del rubio.

  Jimin lo miraba con los ojos abiertos y su cuerpo temblaba — Non carere me facilem — habló en latín antes de comenzar a forcejear para golpearlo. Eunwoo entró y quedó sin habla al ver a su amigo en ese estado. Entre los dos lo tuvieron que amarrar a una cama. Para que no siguiera intentando hacerse daño.

  El más bajo trataba de zafarse mientras gritaba y se movía de forma brusca.

— ¿Qué le pasa? — preguntó Eunwoo.

— Me temo decir esto... Y espero tanto estar equivocado... Pero creo que Jimin tiene una posesión demoníaca.

   Últimos capítulos, mai pipol. Estos días no actualizo rápido pq hay que hacerle stream al rey del Kpop, las amo 💕