París - Kookmin

CAPITULO ESPECIAL PT4

  ¿Realmente le había dicho que eran amantes?

¿Qué significaba eso con exactitud?

  Su fina espalda estaba recostada en el colchón mientras mordía su labios y pensaba una y otra vez en su último encuentro con el padre Jeon. A pesar de que ya tenían sus números, ni un mensaje había llegado.

  Los días sin verlo eran simplemente agobiantes y no podía esperar para que sus obligaciones en la casa de modas terminaran para poder ir a por él.

  Esa noche, salió con sus compañeros quienes encendían un cigarrillo a medida que esperaban un taxi.

  Taehyung, el mayor de los tres, notó la mirada baja del más pequeño y con su dedo índice lo hizo mirarle — Ey, ¿qué tienes?

  Negó rápidamente al darse cuenta de que no estaba disimulando nada — Estoy bien, solo algo cansado por las noches que llevamos durmiendo tan tarde.

— Jimin... Te conozco como si te hubiese parido. Vamos, puedes hablar con nosotros.

Eunwoo, quien fumaba de su cigarro, botó el humo por la nariz mientras asentía — Es verdad.

  ¿Debía decirles?

— Estoy conociendo a alguien... — soltó cubriéndose los ojos y lentamente abrió sus dedos para mirar a sus amigos.

— Es un hombre, ¿verdad?

  Se sintió desmayar por un momento en el que sus párpados no pudieron abrirse más — ¿U-un hombre?

— Jimin... — habló Taehyung con un gesto fastidiado — sabemos que no te gustan las mujeres... Ya puedes dejar de fingir que sí y solo ser tú mismo, no cambiará nuestro trato hacia tí.

— ¿De verdad? — estaba genuinamente sorprendido.

— Lo juramos — sonrieron ambos antes de abrazar a su pequeño amigo — ahora cuéntanos quien te trae así de pensativo.

  Sus mejillas se tornaron rojas y bajó la mirada a sus manos — Es un hombre...  Mayor que yo.

— Joder... ¿Te hizo algo malo?

— No, no. No es eso, es solo qué; tiene novia...

— ¿Y ha pasado algo entre ustedes? — preguntó Eunwoo.

— Ha pasado de todo — dijo completamente rojo de vergüenza.

  Sus compañeros se miraron entre si, para luego estallar en risas y comenzar a molestar al rubio; despeinando su cabello y cargándolo — ¡Eres un pervertido!, lo sabíamos.

— ¡Ya bájenme, malditos!

  Entre carcajadas llegó el taxi y volvieron a su departamento compartido.

— Bien — habló Taehyung — estamos en intimidad... Puedes decirnos todo.

— Mierda... Nadie sabe que me gustan los hombres, esto es tan extraño... Si papá se entera...

— Según tú — respondió Eunwoo — todo el mundo lo sospecha, solo falta que tú lo confirmes, y con respecto a tu padre, a él lo ciega el fanatismo.

— ¿Tan notorio es?

— Lo es — dijeron los otros dos al mismo tiempo.

  Jimin se encontraba nervioso y avergonzado — Lo quiero para mí y no sé realmente como hacer eso.

— No tengo experiencia con penes pero supongo que deberías ser claro con él y decirle tus sentimientos.

— Es que... No me ha llamado — a penas terminó de decir esas palabras su teléfono sonó y sus ojos se abrieron como platos al leer el nombre en la pantalla — ¡Es él! — pegó un gritíto antes de correr hasta su habitación y encerrarse.