Algo había detonado la reacción y decisión que tomó Jungkook; y necesitaba saber qué.
Llegamos en completo silencio a su departamento. Dejó las llaves sobre la encimera y se sentó en el mueble junto a un largo exhalamiento.
¿De verdad había enfrentado a su padre?
Yo permanecía de pie, mirándolo.
— Necesito un abrazo — pidió viéndose tan frágil. Corrí a darle la atención requerida y sentí como la tensión en su cuerpo disminuyó — perdón.
— ¿Por qué? — no nos separamos; seguíamos en nuestra muestra de afecto.
— Por cómo te traté ese día en el taller...
— Olvídalo, ya yo lo hice. Ahora lo que importa es lo que viene en adelante — dije sinceramente rogando que todo tuviese solución y pudiéramos estar juntos como todo mi ser anhelaba.
— Aceptaré la oferta de tu compañía...
Lo miré feliz y tomé su rostro entre mis manos para darle un beso — Es la mejor decisión.
— No sé qué haré ahora — se veía tan preocupado.
— Vivir...
— ¿Te quedarás en el proceso?
— Aquí estoy — nos unimos en un beso más profundo que nos llevó a la cama para finalmente dormir juntos.
Al día siguiente lo llevé a la empresa para que hablara con el director. Mi jefe al verme llegar con Jeon corrió y lo abrazó emocionado.
De verdad que Jungkook era un hombre muy talentoso y tenerlo trabajando para nuestra marca es algo increíble.
Le prepararon un salón inmenso para él; con todo lo necesario para que se sienta cómodo y diseñe sus ideas.
Mientras tanto, yo me preparaba para otro desfile.
Nos cruzábamos cada tanto dentro del trabajo y nos regalábamos sonrisas cómplices. Estaba notando un cambio positivo en él. Su mente estaba ocupada en la ropa y no en cosas que lo hacían sentir mal; según yo.
Cuando habían pasado cinco días desde que decidió volver a buscarme, yo me preguntaba qué era lo que lo había llevado a decidir hacerlo.
Era noche, de un sábado cuando estábamos en el evento donde yo modelaría. Hice mi pasarela a la perfección bajo la atenta mirada de Jungkook y finalicé.
Al cambiarme de ropa salí a lo que fue la fiesta y lo ví a lo lejos hablando con los jefes de la casa. Me acerqué y sonrió — Buenas noches — saludé.
— Park, tu amigo es un genio de la moda, estamos seguros que con lo que está haciendo nos iremos arriba.
Él se sonrojó y bajó la mirada tan tímido y dulce — Muchísimas gracias — dijo.
— Me alegra mucho que estén emocionados. Sé lo que Jeon es capaz de hacer y confío en su talento.
Entre ellos siguieron hablando y mis ojos no se apartaron de los movimientos de Jungkook. Conocía perfectamente el tema del que debatían, se expresaba con clase y sus gestos eran adictivos.
Aunque yo estaba ahí, mi mente estaba en otro sitio y solo podía pensar "follame, follame, follame".
Me gustaba mucho, lo amaba, lo deseaba.
Cuando la fiesta post evento terminó nos fuimos a su departamento.
— ¿Quieres comer algo? — preguntó. Eran más de las doce de la noche.
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París - Kookmin
FanfictionLEER TODA LA DESCRIPCIÓN ¿Cómo sería una relación entre un creyente y un ateo? Dónde Jungkook es un sastre francés con un futuro prometedor dentro de la iglesia y Jimin está siguiendo sus sueños en el mundo del modelaje. Todo es más complejo de...