Le tabac

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  Jungkook no sabía qué hacer. El cuerpo del más bajo temblaba y la fiebre subía cada vez más.

— Me pregunto si tu malestar es consecuencia del medicamento que te dieron para el estómago — sostenía su mano y le acariciaba el cabello peinándolo hacia atrás.

— J-jungkook... Me duele la cabeza.

— No sé que hacer... Bebé, vamos de nuevo la hospital.

— No quiero, no quiero ir a un hospital... Tráeme agua, por favor... Tengo tanta sed.

  El mayor se levantó del suelo y corrió hasta la cocina para buscar lo pedido y cuando volvió al cuarto Jimin estaba sentado en el borde de la cama con un semblante serio.

— Te traje el agua — se acercó.

— No quiero... Déjame solo.

— ¿Qué?

— Vete.

— Pero... Al menos dime qué pasa.

— Vete — repitió nuevamente con la mirada más severa.

  Jeon no entendía nada de lo que le ocurría al rubio pero respetó su petición y salió de la recámara.

Tomó asiento en el sofá y botó el aire contenido — Qué le pasa...

Cerró los ojos muerto del cansancio y en el mismo mueble se quedó dormido hasta que un grito lo hizo despertar.

— ¡Jungkook!, ¡Jungkook, ven! — Jimin gritaba en forma de súplica y el pelinegro corrió de vuelta a la habitación.

  El más bajo tenía nuevamente ojos temerosos y estaba cubierto con la manta — ¿Qué ocurre? — se acercó preocupado.

— Oigo voces... Voces y risas. No me dejan dormir, Kook. No sé que pasa, tengo miedo.

  Guiado por la angustia hizo lo único que sabía hacer y fue abrazar a Jimin para comenzar a rezar.

  Mientras lo hacía, el cuerpo del menor tembló hasta quedar paralizado — Se han ido — dijo sorprendido mirando a Jungkook — se callaron...

— No te dejaré solo — lo volvió a abrazar.

  Despertaron al rededor del medio día y ahora el rubio se sentía mejor; fueron a la casa de modas y trabajaron cada quien en lo suyo tratando de dejar a un lado la terrible noche que ambos pasaron y disculpándose por haber llegado tan tarde.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó el pelinegro una vez iban saliendo.

— Me siento bien, de verdad creo que esas pastillas fueron muy fuertes. Gracias por haber estado conmigo.

— No te habría dejado... En serio me preocupé.

— Perdón también por lo que dije durante...

— No te preocupes. Ya pasó, me alegra que estés bien — se regalaron una sonrisa y al subir al carro de Jeon; un beso.

— Quisiera ir al departamento un rato. Si la agencia nota que no me estoy quedando allí, tendré problemas.

— Me harás falta esta noche.

— No mientas — bajó la mirada — fue terrible.

  Le tomó la barbilla y depositó un beso en sus rojos labios — no pasó nada.

  El rubio se quedó con sus compañeros y Jungkook partió rumbo a su casa.
                                ---
 
   Me bajé del carro y con la mano me despedí.

  Al cruzar la puerta, mis amigos me recibieron con buena energía en un ambiente lleno de luces y música un tanto alta.

— Pensábamos que no vendrías nunca más...

No estoy pasando por un buen momento — visualicé en la mesa central algunas botellas de alcohol y sin pensarlo, serví un trago para después sentarme.

— ¿Está todo bien?

— Extraño mucho a mi familia — dije bebiendo de mi líquido frío.

— ¿Es solo eso?

  Me conocían bien al parecer. Negué con la cabeza y bajé la mirada junto a mi tímida risa — Estoy jodidamente enamorado al parecer.

  Cómo esperaba: se burlaron de mí.

  Al cabo de las diez de la noche salí al frente de la casa para encender mi tabaco. En el departamento no podía fumar porque mis compañeros odiaban el olor del cannabis.

  Lo prendí y me detuve a mirar las calles silenciosas. París era hermoso, romántico y misterioso. Pero al mismo tiempo tenía siempre esa aura que transmitía melancolía, ¿o tal vez era solo yo?

  Un carro se detuvo a algunos metros de dónde yo estaba y ví bajar a un hombre rubio con aspecto hippie. Lo reconocí pero no me dió tiempo de saludar.

  Entró a una edificación y desapareció de mi vista.

  Pasaron dos días en los que no podía decir nada de como me sentía; un dolor fuerte en mi pecho y un mareo que me hacía incluso tambalear, albergaban mi cabeza.

  Nuevamente me escapé en silencio del departamento y salí a caminar por Montmartre. Esa zona tenía algo que me atraía cómo un imán y andar por esos lares en la madrugada ponía mi piel de gallina.

  Cómo siempre, todo estaba solo y en silencio. Solo éramos yo y el humo de mi droga.

  Unos pasos apresurados me hicieron espantar al momento de que alguien pasó muy rápido por mi lado.

  Agudicé la vista cuando me sobrepasó y nuevamente lo reconocí. Guiado por el estado drogado que mi cuerpo y sistema poseían, lo seguí sin tener ni la minima idea de porqué lo hacía.

  El chico miraba cada cierto tiempo a los lados como sí se estuviera escondiendo. Se detuvo frente a una puerta de un sitio que no tenía ventanas principales. La entrada se abrió y entró.

  Toda mi piel estaba erizada por alguna razón. Rodeé el lugar encontrando un portón de rejas semi abierto y un extraño hedor provenía de adentro.

  Miré a mis costados cerciorándome de que nadie me viera e ingresé.

  El lugar estaba semi oscuro, y habían estantes con objetos raros por las paredes. Su voz me hizo saber dónde estaba y sigilosamente me acerqué más para ver.

  ¿Por qué estaba haciendo eso?

  Miré desde mi posición como el rubio estaba frente a una mesa y tenía un muñeco de tela en sus manos. Fumaba un cigarrillo y quemaba pedazos del muñeco con la parte encendida.

  Sin querer moví un estante haciendo que algo cayera al suelo y mi corazón se detuvo al ver de lo que se trataba.

  Era otro muñeco de tela, pero este tenía una fotografía adherida con agujas y conocía a la persona en la foto. Era Jungkook... El hombre del cual mi compañero estaba enamorado.

  Cubrí mi boca con una mano, el rubio se percató del ruido y salió a ver.

  Me escondí detrás de un montón de cajas y cuando él volvió a la habitación en dónde estaba anteriormente; aproveché para huir del lugar, deteniéndome a varias cuadras para vomitar.



  Hola, les daré varios caps, perdón por desaparecer pero el álbum de Jimin me tiene trabajando mucho y estoy ayudando con su promoción en algunas plataformas y eso. Gracias por su paciencia y los mensajitos que me dejan en el chat 💋
¿Qué les pareció set me free pt2?, ¿no es lo mejor del mundo?, Joder, que hot mi hombre.

París - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora