Dulce Enigma

Capítulo 11

John Conner.

—No me gusta la modelo —espeta Dean, sin mucho animo. Y es lo único que me agrada de él, casi siempre tenemos los mismos pensamientos, por eso es uno de mis mejores socios—. Es hermosa, pero no necesitamos eso, sus pies no son lo suficientemente finos para este comercial.

Asiento.

Amanda no cumple con mis especulativas, y aunque ya he trabajado antes con ella, no hay manera que pueda contratarla de nuevo. Definitivamente no es lo que busco.

Dean piensa lo mismo.

Él no tiene nada que ver con mi colección de invierno, pero también sacó una nueva colección, de muy buena calidad, y necesita que una modelo trabaje en la publicidad. Se trata de una línea completa para el cuidado de los pies femeninos. Ambos buscamos lo mismo y trabajamos en ello.

—Llama a Carlie, ella se encargará de buscar otra modelo.

Asiente.

—Será lo mejor, estamos a inicios de noviembre y necesitamos hacer el comercial antes de fin de mes. Estamos muy atrasados.

—Y no es culpa nuestra.

Bebe el trago de whisky y se sirve otro. Aún no lo veo convencido. Está preocupado y lo entiendo, para estas fechas ya deberíamos tener el comercial listo, estar publicando nuestros productos y enviándolos a todos los mercados. Pero hace menos de un mes ocurrió un incidente con la modelo y todo se fue a la mierda. Ella no estuvo de acuerdo con algo y renunció, pidiendo mucho dinero por querer usar su imagen.

Nuestro contrato se fue al demonio.

Perdimos dinero, pero qué más da. No podíamos cambiar las cosas.

—Bien. Entonces quédate con estos documentos —relee el pedazo de papel y lo deja en el escritorio—. Por favor no lo lleves a la empresa, no queremos que suceda lo de hace un mes. Yo iré a woman&passion, debo reorganizar mi oficina.

Asiento.

—Te veo esta noche en el bar.

—Vale. ¿Iras solo? —pregunta, con intriga.

Hago una mueca. Elena está molesta conmigo, y no tengo ánimos para invitarla, ya verá ella como llega al bar. Y no puedo llevar a Georgia, no es un lugar para ella y Franco no estaría feliz si la ve cerca de Dean. Además, tendremos nueva compañía y no creo que esté muy feliz de verme con la mocosa ahí.

—Iré solo.

—Vale. Estaré informándote. Llamaré a...

—Déjalo. Sabe que me reuniré con él ahí. No le recuerdes nada.

—Bien. Como quieras.

Asiento. Ya hablé mucho con Dean por hoy, mi amabilidad no tiene larga duración.

Y aunque no me agrada, no puedo hacerlo a un lado. Es parte de mi compañía, hacemos negocios juntos y compartimos algunas finanzas, tengo que soportarlo.

Y necesito que se vaya rápido antes de que la cotorra venga aquí, no la quiero cerca de Dean. Lo conozco, cuando alguien le interesa, es persistente, y prometí a Álvaro que iba a cuidar de ella, no a soltarla en esa manada de buitres. Sé que Dean ha venido aquí no solo para hablar de negocios, también quiere ver a Georgia, tiene esa insistencia en sus ojos y algo me dice que hará lo posible por buscarla de nuevo.

Y me irrita.

Y esa es la razón por la cual preguntó con quien iría al bar. Sabe que voy cada mes con Elena, ella es mi acompañante, pero ahora mismo no quiere verme y no soy un imbécil para rogarle.