Dulce Enigma

Capítulo 17

Este capítulo va dedicado a mi amor @mililacrontte Te amoooo. Feliz cumpleaños ❤️❤️

Georgia.

—¿Como se llama esto? —le pregunto a Jasper y suelta una carcajada.

—Es una especie de arroz con pescado y pollo —hace una mueca de asco—. Stefani y sus cosas. Pero te sugiero que no lo comas.

Mi compañera gruñe con molestia. No suele tener muy buena relación con Jasper. Creo que se gustan.

—No sabes de buen gusto, Jasper. Déjame en paz.

—Bien. Como quieras.

Stefani se siente decepcionada. Esperaba otra respuesta de Jasper aún cuando ella le respondió de la misma manera.

—No peleen. Ya admitan que se gustan.

Ambos hacen una mueca de asco, y todos reímos en respuesta.

—No tienen veinte años —les reclamo—. Ya son mayores. Admitan de una vez por todas.

—No voy admitir nada, porque no me gusta —se queja Stefani—. Además, el que estudiemos juntos no quiere decir que nos agrademos —le echa un vistazo de reojo para ver su reacción, pero Jasper no hace nada más.

Están en negación. Madres mía.

Pero no voy a presionarlos, ya se darán cuenta que ambos sienten atracción. Así que decido cambiar el tema.

—Dejaré la universidad en unos seis meses —informo y dejan de comer para mirarme—. Pero será temporal. Volveré luego de un tiempo.

—¿Qué? Georgia, pero eres la mejor del grupo. ¿Que ha sucedido?

No pienso contarles nada. Todos me agradan, pero esta situación es personal. No quiero que nadie más sepa de mi embarazo y mi matrimonio forzado con john.

—Solo... problemas de salud. No es nada grave. No se preocupen.

—¿Y que tienes? —pregunta Jasper.

—No es importante.

—Sí lo es —refuta Stefani—. Eres nuestra amiga.

¿Lo soy?

No lo sé.

Me agradan. Pero no suelo confiar tan fácil en las personas.

—Ya les contaré —les doy una última sonrisa antes de irme.

Dylan no espera mi señal. De inmediato al verme, me abre la puerta del coche y se pone en marcha.

Hoy fue un día agotado. El horario que escogí ya no es tan agradable, de hecho me estreso mucho más. No debería ver tantas materias en un solo día, pero mi mente sí lo necesita, mi cuerpo no. Ya el sol se está escondiendo y mis ojos comienzan a cerrarse solos, me he sentido tan cansada y espero que en cuanto toque la cama, pueda dormir con tranquilidad. Ya tendré tiempo para estudiar.

Al llegar a casa, no me recibe Jack como pensé. Dylan me informa que Jack ha tenido que salir por problemas familiares y que estará aquí antes de que anochezca por completo. Ya no me da tanto miedo, de hecho me está gustando un poco esta tranquilidad sin John. Tres semanas sin él han sido las mejores. Lo único a lo que no puedo acostumbrarme, es la oscuridad. Madre mía, no puedo ni quiero dormir en tinieblas.

—Gracias por traerme Dylan. Ya puedes irte.

—Adiós, señora Conner.

Pero...

—¡Dylan!

Se va corriendo de la habitación y con una sonrisa que no despega del rostro.

«Traidor»