John.
Franco me da un asentimiento de cabeza y me adentro al bar donde se encuentra mi objetivo. Dejar a Georgia en casa fue una tortura, luego de haber tenido sexo, estuvo fatal dejarla sola. Pero la ira me estaba consumiendo y terminé metido en un maldito bar de mala muerte. Solo una persona tan estúpida como Jessica creería que yo podía confiar en ella. Al principio estaba tan... cabreado porque por un momento le creí a esa jodida manipuladora. Pero fue Chiara quien me hizo entrar en razón con dos bofetadas que me dejaron aturdidos por quince minutos.
Por eso busqué a mi esposa, y le hice creer cosas que la frustraron. Quise darle una reprimenda por mentirosa, porque aún cuando tengo claro que el doctor y Jessica le tendieron una trampa, ella decidió mentirme y salir, jurando que se reuniría con Elena, quien también recibirá un castigo por eso.
Estoy tan cabreado, pero al mismo tiempo la escena que tuve con ella sobre aquella alfombra se repite en mi mente una y otra vez y es que... no puedo olvidar sus ojos llenos de culpa mientras le comía la boca, ver como quería gritarme cosas que ya sé. Escuchar aquel te amo me devolvió el alma, ahora resolveré este maldito problema y volveré a casa a terminar lo que empecé.
Franco ya está al tanto de lo ocurrido y muere de ganas por desquitarse, así que, al tener el objetivo en la mira, solo nos queda esperar y que llegue el momento Perfecto.
Jessica se encuentra a su lado, ambos beben cerveza como viejos amigos y desde una distancia considerada, los observo con atención. Tengo planes para Jessica, y Chiara es quien los llevará a cabo. No quiero meter a Georgia en esto.
—Me encargaré de Pablo y su profesión como doctor —se burla Franco—. No es un problema para mí dejarlo en la calle.
—Haz lo que quieras. Pero que sea rápido.
Su móvil timbra y me muestra la pantalla. El nombre de la inútil de Chiara aparece y descuelga.
—¿Que quieres? Sí, ya estamos aquí. ¿Como está ella? Bien... no llames de nuevo a menos que sea algo importante —Cuelga y me mira—. Georgia ya se encuentra en su habitación, se ha quedado dormida.
Vaya.
Será una noche larga.
El doctor le da una jalada a su cigarrillo y se ríe de algo que le ha dicho Jessica. No hay coqueteo entre ambos y es porque ya habían planeado todo esto. Me pregunto desde cuando se conocen y porqué maldición no tenía idea de esto. Debí actuar rápido y enviar un espia para Pablo hace mucho. No debí confiar del todo, maldición. ¡Le confiaron a mí hija!
Observo cada uno de sus movimientos. Puedo leer sus labios cuando dice "gracias" a la camarera y luego vuelve su vista a Jessica. No puedo sentirme mas asqueado con tanta mierda que veo. Este doctor buscó sus problemas solito, creyendo que con unas simples fotos podía separarme de Georgia.
«Imbécil»
Me pongo en alerta cuando se disculpa con Jessica y camina hacia la barra, el Barman me hace una seña con las manos y Franco camina a mi lado, acercándonos al inútil doctor de mierda. Está pidiendo otra bebida y revisa algo en su móvil, no se percata de mi presencia, por eso franco aprovecha el descuido y se posa a su lado, tensando cada músculo de su cuerpo, y es que yo entiendo su ira, ya que también siento lo mismo. El Barman carraspea, llamando la atención de Pablo, él deja de mirar el móvil y da un salto cuando sus ojos conectan con los míos. Me cruzo de brazos e intenta caminar hacia atrás, pero su espalda impacta con el cuerpo de Franco y queda totalmente atrapado, inmóvil. Con un silbido atraído la atención de Dylan, él y el escolta de Franco se acercan y toman a Pablo de ambos brazos, él no pone resistencia y es algo muy inteligente de su parte.

ESTÁS LEYENDO
Dulce Enigma
Roman d'amourDulce Enigma cuenta la historia de una estudiante de medicina y un empresario magnate. Ella decide estudiar su último año de medicina en Londres, sin saber que la estadía en ésta ciudad cambiará su vida para siempre. John Conner en un empresario mi...