Dulce Enigma

Capítulo 13

Nota: Quiero dedicar este capítulo a una de mis primeras lectoras. @Deiry02 Gracias por estar siempre ❤️ ¡Te quiero!

John Conner.

«Embarazada»

La puta mierda.

Jamás imaginé que Georgia dijera algo como eso. De hecho no imaginé escuchar esa palabra nunca, de ninguna mujer. Mantuve mi vida sexual tan excesivamente al margen. Siempre me cuidaba de algo como esto. Joder. ¿Como es que he dejado que esto pasara? Madre mía, estoy jodido.

Debo reorganizar mis pensamientos y saber que es lo que voy hacer. No puedo dejar sola en esto a Georgia, pero tampoco puedo tomar las cosas a la ligera. Ella ahora mismo está inconsciente por el golpe, pero no fue nada grave. Yo en cambio quiero gritar, porque esto no es lo que pensé que pasaría. Y es que ni siquiera me preocupa Álvaro, ni mis padres. Solo pienso en lo que tendré que hablar con Georgia en cuanto despierte.

La vi tan desesperada, tan asustada, que por instinto no dije nada que la pusiera peor. Soy un hombre sensato, aunque he pasado por situaciones terribles, no puedo dejar que esas cosas y esas sombras del pasado me abrumen. Ella no tiene nada que ver, lo que hice y mi falta de responsabilidad no pueden agobiarla. Solo era una inexperta que cayó en mis brazos. Fui un maldito depravado y no me bastó con llenarla una vez, lo hice dos veces más. La tuve bajo mi cuerpo y la follé hasta el cansancio.

Miles de recuerdos abruman mi cabeza. Los pensamientos comienzas aclararse y vuelvo a veinte años atrás cuando veía como Mason moria lejos de mí. El dolor que sentí, todo lo que pasé se siente a flor de piel y es que trato que eso no siga afectándome. Pero por alguna extraña razón, volvió a mi mente cuando Georgia dijo que estaba embarazada.

Estoy tan irritado, confundido y con miles de cosas en mi cabeza que no puedo controlar. Georgia por un momento pensó el aborto, por miedo a mi relación y eso me hizo sentir como la puta mierda. Y claro que no la amo, ni siquiera hay algún vínculo entre ella y yo, pero la única decisión y solución qué pasa por mi cabeza, es la que no va a mandarnos a la mierda.

No suelo ser impaciente e impulsivo, de hecho me gusta pensar las cosas y darle vueltas hasta tener la certeza que es lo correcto. Pero ahora mismo es lo único que pienso, lo que haré.

Llamé a Álvaro en cuanto la doctora atendió a Georgia, solo le comenté que se trataba de un asunto importante y me dijo que estaría aquí en cuanto pudiera. No voy a ocultarle nada si esa prueba vuelve a dar positivo, tampoco dejaré que pierda la cabeza. Tendrá que aceptar que...

—Señor Conner —la doctora entra a la habitación, interrumpiendo mis pensamientos.

Me levanto del sillón y camino hacia ella. No hay ningún rastro de preocupación en su rostro, y la sonrisa que tiene no me da buena espina.

—Tengo los resultados, pero hasta que su esposa no despierte, no puedo decirle nada.

Joder.

—¿Ella está bien?

—Sí. Solo fue un golpe, pero ha dormido demás por el calmante. Cuando ha despertado estaba muy nerviosa.

Asiento.

—¿Está embarazada o no? —pregunto con impaciencia.

De estarlo, tendría que llamar a Jack de inmediato y que traiga lo que le he ordenado en secreto. Nadie aún puede saberlo y aunque él no estaba de acuerdo, me importa una mierda.