Extra 2 (corto)

4.8K 319 137
                                        

Dedicado a @IsmaryRivas Te amo, guapa. Feliz cumpleaños adelantado ❤️

Chiara.

Beso la mejilla de mi hijo y lo cubro con el edredón. Heiner sonríe ante la escena y me abraza de la cintura, propinándole un beso en los labios.

—Hoy fue un día atareado para ellos.

—Me gustaría quedarme hasta que mi hermana se vaya a Londres.

—Podemos quedarnos, Chiara. Digo, todo en la empresa está bajo control, no pasará nada si nos quedamos hasta que John y tu hermana se vayan.

Asiento.

—Tienes razón. ¿La has visto? Está muy cómoda con John. Me alegra que la esté pasando bien.

De verdad que verla sonriendo me hace feliz. Ella merece lo mejor y agradezco que John al menos no la ha hecho sufrir. Su relación es rara, pero al menos han hecho las cosas bien hasta ahora. Cuando hablé con ella, me ha dicho que duermen separados en casa y que solo han tenido sexo una vez.

Como sea.

—Álvaro ha tomado todo con normalidad —dice indignado—. Hace unos años me quería asesinar por haberme enamorado de ti.

—Déjalo. Mi situación era muy diferente. Yo era una adolescente, tú querías corromperme.

Se ríe.

—Claro. Y tú siempre fuiste una santa. Si no fuera porque estamos casados y enamorados, puedo asegurar que me pedirías repetir el trío con...

—Shh —tapo su boca con ambas manos, riendo a carcajadas por esos recuerdos bochornosos.

John está casado con mi hermana ahora, no quiero pensar en lo que hubo en el pasado. Eso se queda ahí, espero que se borre de mi mente algún día.

—No quieres recordarlo —se burla, abrazándome más fuerte—. ¿Crees que Georgia sabe sobre eso?

Niego.

—Espero que nunca sepa, no podría verle a la cara de nuevo.

Besa la esquina de mi boca, con ternura.

—Vale. Vamos a la cama, te necesito —susurra sobre mis labios—. Y ya los niños se han dormido de nuevo.

Le echo un vistazo a Ava y quiero reír, se ve muy dulce abrazando a su tío Gabriel. Él duerme plácidamente, mientras mi hija lo abraza del cuello, despeinada y con la boca entreabierta, casi babeando. Santiago es quien duerme en la esquina de la cama, como un angelito. Y es que despierto también es así, tranquilo.

Les doy un último beso y subo al segundo piso, mi antigua habitación. Y digo antigua porque ahora está desocupada, solo vengo aquí en ocasiones importantes, como ahora. Toda la familia está reunida y regresamos a nuestras habitaciones antiguas.

—Estoy agotado —murmura mi esposo, abrazándome por detrás.

—¿Quieres ayuda? —pregunto, con picardía. Doy media vuelta y le ayudo a quitar el nudo en la corbata—. Hueles muy bien —me deshago de los botones de su camisa, con lentitud.

—¿Recuerdas la primera vez que lo hicimos aquí? —pregunta con una sonrisa.

—Por supuesto. Estás demente, desde siempre.

Dulce EnigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora