Georgia.
Al llegar a casa, la tensión entre John y yo es terrible. Él, a pesar que me ayuda con el vestido y también a peinar mi cabello, se encuentra en total silencio. Es incómodo, no lo voy a negar, seguro está reprochándose por hacerme semejante pregunta y quedar en evidencia conmigo. No debe ser fácil para él ya que nunca muestra ese lado vulnerable con nadie. En el fondo me siento culpable por no tener una respuesta inmediata, pero no podía dejarme llevar por las emociones confusas que me estaban consumiendo. Aún necesito pensar una respuesta, al menos luego de que él me dé las que necesito. No puedo desviarme, necesito que me aclare lo que escuché en esa grabadora. De ser cierto lo que dijo, entonces no puedo decirle lo que siento. En momentos como estos es que necesito a Elena, ella seguramente sabría qué hacer y me ayudaría.
—Llevaré el vestido a la habitación de huésped y que Jack lo recoja por la mañana —susurra.
Se va dejándome sola.
Al cerrar la puerta, me siento en la cama. Joder, todo era más sencillo cuando no conocía a Jessica y no conocía a Jasper. Aunque han pasado algunos días desde ese incidente, mi mente no deja de repetir las escenas bochornosas que pasé a su lado. Como todo pasó tan rápido, todo fue un caos que desearía borrar de mi memoria. Pero sé que no será fácil.
Cierro los ojos con fuerza y me bebo el vaso de agua que John a dejado en el buró para mí. Cojo su reloj de mano y me quito mis joyas para guardarlas de inmediato. Cuando John vuelva, ya tendré preparada mi pregunta.
¿Que puedo decirle?
"Eh, John. ¿Es cierto que amaste a Jessica y aún lo haces?". No, no puedo.
Él me dijo que esto es real, que nuestro matrimonio ahora es auténtico. Me ha confesado un te amo que parecía sincero. Y, John no miente, él nunca miente. En cambio Jasper, él pudo manipular esa grabación, quizá sí obtuvo información y tuvo oportunidad para espiar a John y grabar alguna conversación, pero también puede alterar su voz.
Joder.
Estoy tan confundida.
Camino al armario con el ánimo por el suelo. Me deshago por completo de las prendas y abro el cajón de John, donde guarda sus relojes. Su fragancia amaderada invade mis fosas nasales, robándome un suspiro. Huele delicioso. Coloco la pieza en su lugar y recorro con mis dedos el resto de relojes. Son muchos, usa uno por día y sin falta, solo repite cuando es una ocasión importante.
Sigo con lo mío y luego de guardar mis joyas, estoy apunto de irme, pero... me detengo en seco al ver la cápsula de sus colgantes abierta. Nunca los usa, de hecho es un cajón que permanece cerrado siempre. Me acerco para cerrarlo y la llave que reposa junto a los colgantes llama mi atención. Recuerdo aquel día donde la estaba buscando para abrir el cajón misterioso, y John me dijo que aquí se encontraba esta llave. Sonrío y la cojo sin remordimiento, me gustaría saber que oculta ahí. Miro hacia los lados y me aseguro de que mi esposo aún no ha vuelto.
Me arrodillo frente al cajón, ya que no puedo inclinarme gracias a mi vientre abultado. Introduzco la llave y casi grito para celebrar cuando escucho un clic. Es un poco grande y abarca suficiente espacio. Lo abro y ahogo otro grito cuando hallo cientos de implementos de... Jesus, ni siquiera puedo decirlo. Hay cinturones de cuero, látigos, antifaz de encaje, esposas, otras especies de ataduras para las manos y pies. También hay unas pinzas que quito de mi vista rápidamente. Más juguetes sexuales encuentro mientras sigo husmeando y sacando todo, sorprendida porque no sabía que John tenía todo esto aquí, en mis narices. Y lo qué más llama mi atención, es una caja pequeña de terciopelo al final de todos estos objetos. Siento la presencia de John detrás de mí, pero lo ignoro, ya que ahora mismo quiero saber porqué no me había hablado de esto.

ESTÁS LEYENDO
Dulce Enigma
RomanceDulce Enigma cuenta la historia de una estudiante de medicina y un empresario magnate. Ella decide estudiar su último año de medicina en Londres, sin saber que la estadía en ésta ciudad cambiará su vida para siempre. John Conner en un empresario mi...