Capítulo 20

5.9K 343 195
                                        

¡Feliz día de la mujer! Las quiero un montón. Disfruten el capítulo. ❤️

Georgia.

—¿Me estás diciendo que has preferido no informarme nada sobre Jacob? —reclamo.

John no me responde, ya que ahora sí que quiere seguir guardando silencio. Luego de confesar que Jacob jamás me lastimó y un desconocido está suelto por ahí, quizá obsesionado conmigo. Y no solo eso, también que le han dado una golpiza a Jacob que por poco y lo matan.

—No te preocupes, bonita —contesta Charles—. Nos encargaremos.

—¿Y qué hay de mí mientras tanto? No podré tener poca libertad.

—No hay opción, Georgia. A menos que quieras ser agredida de nuevo.

—Charles —reprende John—. Cállate.

—Lo entiendo todo. Pero al menos puedo salir con escoltas. Dylan esta conmigo en todo momento.

—Si sales será conmigo, Georgia —responde, tajante—. De hecho pasaremos navidad y Año Nuevo en España.

—¿Qué?

—Sí. No voy arriesgarme más. Mientras estamos en España, Charles hará todo el trabajo aquí por nosotros. Se encargará de la empresa y de buscar al agresor.

Miro de reojo a Charles y sonríe.

—Voy a encontrarlo, bonita. Estarás a salvo, tú y Victoria.

Espera.

Mi risa sale sin que pueda evitarlo.

Vuelvo mi vista a John y desvía la mirada, avergonzado.

—¿Le has hablado de Victoria a Charles?

Eso es muy dulce. Conociendo a John, jamás pensé que mostraría ese lado suyo tan vulnerable. Ni siquiera yo he pensado así de nuestro bebé, no he tenido ese instinto maternal que me insta a saber el sexo de mi hijo. Y la verdad no me importa si es niña o niño, será especial de igual forma.

—Ya he hablado con Beltrán —cambia de tema—. Viajaremos en dos días a Madrid.

—Bonito eso de hacer las cosas sin avisarme. No eres mi padre. Y aunque me obligaste a casarme contigo, sigo siento tu esposa y mi voto cuenta.

—Incomodo —musita Charles, ante el silencio de su amigo.

—Vete ya al estudio. Estaré ahí en unos minutos —le ordena y sale del despacho en dos zancadas.

Me cruzo de brazos en cuanto quedamos completamente solos. Y ya puedo decir que su mirada interrogante no me intimida, al contrario, me enoja. Cree que puede resolver todo chasqueando los dedos, solo ordenando y llevándome de un lado a otro sin decirme nada.

—Te estoy hablando.

—Estás muy alterada últimamente, esposa —contesta—. ¿Acaso no quieres ver a tus padres?

—Sí quiero, pero no me dices nada. Pude haber hecho mi equipaje con suficiente tiempo.

—Jack ha preparado todo. Ven —palmea su pierna, instándome a sentarme con él.

Y no quiero... vale sí quiero.

Solo no voy de inmediato y finjo estar enojada con él. De verdad que es un capullo y si le hago caso de inmediato, creerá que puede seguir teniendo ese control y dominio sobre mí.

—Dijiste que tenías una sorpresa para mí. ¿Era eso? —pregunto, decepcionada.

—Ven.

Camino a paso lento. Y haciendo puchero me siento en sus piernas. No sé cómo es que hemos llegado a este punto, pero ya no me incomoda y sé que a él tampoco. Debería empezar a verlo como algo más común, ya que no solo estamos casados, también tendremos un bebé y estaremos juntos por mucho tiempo. Al menos hasta que mi hijo crezca y John vea que lo mejor para ambos, no es estar juntos. Y es que... ¿como puedo vivir y casarme con alguien a quien no amo? Yo no amo a John, y no puedo desperdiciar mi vida de esta manera. Debo encontrar mi felicidad y no creo que la tenga, estando atada como lo estoy ahora. Quizá no sea la mejor opción, quizá me equivoque. Pero es lo que quiero.

Dulce EnigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora