Desperté entre los brazos de Dereck y su respiración pausada pegada a mi cuello. Me quedé unos minutos más solo sintiendo lo tranquilo que está. El calor que emana su cuerpo se me hizo difícil el poder levantarme de la cama, parece un imán sin querer despegarse de mí. Con un poco de esfuerzo, me zafé de su agarre, pues me tenía acribillada entre sus fuertes brazos.
Tomé la sábana tirada en el suelo y cubrí mi cuerpo tratando de encontrar el vestido y mi ropa interior. La habitación está hecha un desastre con nuestras prendas regadas tan deliberadamente por ella. Al levantar del suelo su pantalón, el teléfono sonó con insistencia. La curiosidad me ganó y terminé viéndo el mensaje, cosa que nunca debí hacer.
El mensaje de Fiorella era muy contundente, diciéndole que no podría librarse de ella tan fácilmente, pues la carrera de él dependía de ella en muchos aspectos. Se me estuvo raro, ya que tengo entendido que la empresa de Dereck es un legado familiar, no creo que tengan algún lío de dinero o algo parecido.
Lo vi removerse en la cama y dejé el teléfono en su lugar, para después empezar a vestirme. Debo ir a la casa y asearme antes de ir al apartamento e ir a diligenciar el trámite del dinero en el banco. El abogado ha sido de mucha ayuda para con todos esos procesos tediosos.
—Buenos días, hermosa — sonrió ladeado viéndome un tanto extraño —. ¿Planeabas huir como la cenicienta o qué?.
—No, claro que no — su risa ronca es muy sensual. El destino por qué debe de ser tan cruel para conmigo —. Solo estaba buscando mi ropa.
Me coloqué el vestido y la mirada descarada que le dio a mí cuerpo desnudo me colocó muy incómoda.
—Bueno, es que pareces un ladroncillo — usó los brazos como soporte para la cabeza y más atractivo no puede lucir —. Mejor regresa a la cama y comemos un poco. Nada como un buen mañanero.
Mi rostro se calentó en una fracción de segundo y más por todo lo que hicimos anoche. Me sentí fuera de este planeta, jamás creí que sería tan bueno el estar con quien amas.
—No puedo — hizo un gesto muy tierno —. Debo ir al banco, aprovechando que hoy no hay trabajo en la empresa.
—¿Al banco? — enarcó una ceja —. Se me hace que me estás evadiendo, Jane.
—Por supuesto que no, Dereck — sonrió ladeado —. Tengo unas diligencias pendientes, es todo.
Le había pedido al abogado no volver a decirle nada sobre lo de mi abuela a Dereck, no quiero que se entere dónde queda el apartamento en el que viviré a partir de hoy.
— Está muy temprano, ¿no puedes dejar tus diligencias para después y regresar a la cama conmigo? — le di la espalda, si sigue mirándome de aquella forma caeré con solo sus ojos —. Bueno, ya me ha quedado claro.
—En verdad necesito ir — cerré los ojos, por qué debe de ser tan difícil —. Prometo que para la próxima me quedaré toda la mañana contigo en la cama — mentí.
De un rápido movimiento y que no vi venir quedé presa entre sus brazos, oliendo mi cabello y dejando un beso en mi cuello. El suspiro salió ahogándome con el nudo que está formado en mi garganta. Su cuerpo desnudo me quema aún sobre la ropa que traigo puesta.
—Dame solo unos minutos y te acompaño, me gustaría pasar el resto de día contigo — besó mi oído y el escalofrío se hizo presente —. Además de que quiero saber qué piensas ahora que estás muy bien y ya no estás tan sensible como anoche. Me has dado el mejor de los cumpleaños, mi mapachita. También debo hablarte sobre algo muy delicado e importante.
—No es necesario, en verdad... — su teléfono volvió a sonar.
Dejando un beso sobre mi cabeza, se separó para contestar la llamada. De reojo lo vi hacer mala cara al tiempo que llevó el aparato q su oreja. Aproveché para ponerme los zapatos y entrar al baño rápidamente.
—¿Qué crees que estás haciendo, Jane? — me quedé viendo mi desastrosa imagen en el espejo —. ¿En verdad te vas a hacer de cobarde por la confesión de un hombre?.
Abrí el grifo del lavamanos y eché agua en mi rostro. No debería salir huyendo como una cobarde, pero ahora mi cabeza no está pensando con claridad. Son demasiadas cosas a la vez, que me ponen a dudar y hacerme quizás ideas que no son. Esa mujer no le va a dejar el camino libre así como así, ahora el bebé no tiene culpas de nada y la repentina confesión de amor hacia mí, después de tratarme y decirme que no era para nada bonita, me pone a pensar mucho. Ahora se fijó en mí solo por mi cambio de apariencia, ¿y si me llegara a ver siendo la misma Jane fuera de la empresa, ese gusto seguirá estando en él o no? La cabeza me ha explotado de tanto pensar, además que siento una horrible jaqueca debido a los tragos de anoche. No puedo creer que con cuatro tragos me haya emborrachado tanto.
Salí unos minutos después y me quedé helada al ver a Fiorella y un hombre mayor en la habitación. Dereck está rojo de la rabia.
—Ah, pero que linda y grata sorpresa, Jane — el veneno en los ojos de la rubia es más que evidente —. De razón anoche te fuiste de la cena y nos dejaste solos. Sí por estar con tu puta barata es que no quieres aceptar a nuestro hijo.
—No te permito que te refieras a Jane de esa manera, Fiorella. Ahora bien, ya que estamos aquí, solucionemos esto de una buena vez y por todas.
—Por supuesto que lo vamos a solucionar — dijo el hombre italiano sin despegar la mirada de mí —. Espero y que anoche te hayas divertido con esta niña, Dereck, al fin de cuentas es lo que se hace en la noche de despedida de soltero — tragué saliva con el corazón a mil —. Vístete y te esperamos para ir a la iglesia, diste tu palabra y sentenciaste a muerte el compromiso con mi hija. Sí no quieres que papitos y empresita quede como el ave fénix, has lo que te digo, Dereck.
—Me vale mierda — espetó muy enojado —. Yo tengo lo que tengo es por mis esfuerzos no por su dinero, señor. Ahora le pido que se vayan de mi casa. Si ese niño es mío responderé como un verdadero hombre, pero no me pienso casar con su hija ni porque usted se atreva a venir a amenazarme en mi propia casa. Anoche se lo dejé muy en claro.
—No has entendido mis palabras — tan de repente me vi apuntada con el cañón de un pequeño revolver —. No estás en condiciones de negarte, Dereckcito. No te gustaría que la niña presente acompañe a los gusanos en la tierra, ¿o sí?.
—¿Qué cree que hace? ¡Baje el arma! — me quedé totalmente quieta sin despegar la mirada de Dereck —. ¡Maldita sea, está loco!
—Por supuesto que no, solo me aseguro de que no te eches para atrás — quitó el seguro del arma y palidecí en un segundo —. Última oportunidad, Dereck.
—Bien, me casaré con Fiorella — accedió luego de varios segundos en los que no dejó de verme, el hombre sonrió e hizo señas con las manos.
Dos hombres entraron y me sacaron de la habitación empujándome hacia fuera, lo último que vi fue la mirada opacada de Dereck antes de salir como perro de la casa. Esa expresión me rompió en miles de pedazos, incluso más de lo que yo pensaba hacer. Lo están obligando a casarse con una mujer que no ama, y no puedo hacer absolutamente nada para evitarlo.
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Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]
Любовные романыJane y Dereck son tan opuestos en cada aspecto de su vida, que el atraerse como imanes será cuestión de tiempo. Dereck no comprende como una chiquilla sin gracia ni belleza, le hará remover el corazón y cada fibra de su ser, poniéndolo en aquella si...