Miedos

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Jane

Todo por dentro se ha derrumbado desde esa noche en la que lo vi después de tanto tiempo. No supe como enfrentarlo, todo se me nubló en ese momento, pues su cercanía aun me sigue afectando muchísimo. Tiene toda la razón en llamarme cobarde, pero es que no es fácil confesar de un momento para otro una verdad tan grande como la es un hijo. Quizá esté siendo egoísta, sin embargo, el miedo es mucho más grande que las ganas de contarle la verdad. ¿Y si no lo acepta como suyo? ¿Y si no lo quiere cono tanto lo he imaginado? ¿Y si duda de mi palabra por haberle mentido y escondido la verdad? Al fin de cuentas, Dante no fue un bebé deseado por una pareja formada como tal.

Las semanas se fueron debatiéndome por dentro. Tuve la oportunidad para decirle cuanto lo amo y la he echado a perder por mis miedos. No sé qué cara vaya a poner cuando me vea entrar a la reunión que tenemos en un par de días. Nuestra joyería y su empresa están a punto de firmar uno de los contratos más grandes e importantes para los dos lados, y debo estar presente para dar veracidad del mismo. Volverlo a ver sería seguir clavándonos ese puñal en el pecho. A los dos nos afecta demasiado estar uno frente al otro.

—¿Lista? — negué con el rostro enterrado en la almohada —. Nos toca llevarlo con nosotros, Jane. Es lo mejor que podemos hacer, además que no le voy a dejar a mi gordito a cualquiera. Estoy seguro que allá encontraremos a alguien con quien dejarlo...

—Llevar a Dante a chicago es un error muy grande — mordí mi labio inferior —. Él lo puede ver, se lo puedo llevar...

—Oye, ye, cálmate. ¿De quien estas hablando?.

—Del padre de Dante...

—¿Qué? Haber, no te estoy entiendo nada, jane. Explícame.

—Dereck Cooper es el padre de Dante...

—¡¡Que?! — me jaló de una pierna hacia abajo, en cuestión de segundos me dio vuelta dejándome boca arriba —. ¿Estás diciéndome que Dereck Cooper, el diseñador es el padre de Dante? — asentí con la cabeza —. ¡Y hasta ahora lo escupes, nena! ¡Debiste decírmelo hace mucho, Jane Wilson!.

—No es para tanto.

—¡Ja! ¡Qué no es para tanto! ¡Mi gordito es hijo del empresario mas sexy, cotizado y jodidamente seductor de todo Estados Unidos, y tú me dices que no es para tanto! — suspiró fuertemente —. Llevo años siguiendo cada uno de sus pasos, ese hombre es perfecto...

—Antony...

—¿Te imaginas que todo el mundo lo sepa? ¿Se parecen? Por supuesto que sí, sus ojos, su cabello, el color de su piel, lo guapos...

—Respira, Antony — volvió a suspirar —. Sí, se parece. Y no, no me imagino cuando se llegue a saber que Dereck tiene un hijo...

—Vamos, nena. Debes decirle la verdad — tomó mi mano y la besó suavemente, Antony es tan empalagoso, que sus muestras de afecto me irritan a veces —. Ponte en su lugar e imagina que la mujer que amas te esconda un hijo. Se aman ¿verdad? — el corazón empezó a latir fuerte dentro de mi pecho —. Se que tu si lo amas, eres muy evidente. Cada que me hablabas de él, me lo dejabas muy en claro. Mira, Jane. El amor puede llegar con la persona que ni en sueños nos imaginamos, pero, si el destino los reunió una vez para crear mi hermoso gordito, es porque quizás les esté diciendo que deben de estar juntos. Tu orgullo, tus miedos y tus malas decisiones están perjudicándote grandemente, amiga. Créeme, que sufrir por ese ser amado y no poder tenerlo a tu lado, duele como un maldito inferno. Te lo digo yo, que sufrí demasiado por no tener a Paul cuando el sentimiento era inmenso y fuerte. Puede que aun estén a tiempo de estar juntos y salir adelante con su hijo. Ahora no solo piensa en ti, sino también en Dante; el merece el amor y la dedicación de su padre y viceversa. Piénsalo y toma la mejor decisión, sé qué harás lo mejor que le convenga a tu hijo. Piensa como madre, ya que no puedes hacerlo como mujer.

Las lagrimas no las puedo contener ya. Quiero decirle a todo el mundo esto que he estado callando y me he guardado para mi sola por el miedo.

—Tómalo como un consejo. Aun estás a tiempo de hacer las cosas bien, Jane.

—No puedo...

—¿Por qué no puedes? — inquirió acariciando mi mano en círculos —. Jamás te dejaremos sola. Si él no los quiere en su vida, a Dante jamás le hará falta amor.

—Tengo miedo, Antony...

—¿Pero miedo de qué, linda?.

Me desvanecí con fuerza entre el abrazo que me dio para darme su apoyo y decirme con el mismo, que debo confiar en él. Hasta no soltar todos estos miedos que me invaden, no estaré tranquila.

—Tengo miedo de perder a lo que más amo en esta vida, Antony...

—Cuéntame, aquí estamos para ayudarte en todo. Nosotros te amamos como una hermanita, Jane. ¿Qué clase de miedo no te deja decir la verdad?.

Dereck

Me juré olvidarla y eso es lo que he hecho a punta de trabajo. No es lo más conveniente, porque sus palabras aun me mortifican la cabeza cuando quieren, pero trabajar es lo único que me ayuda a olvidar de la existencia de esa mujer problemática. Karina, el reemplazo de Jane, me ha demostrado de sus buenas capacidades, pues hace un buen trabajo.

En unos cuantos minutos llegarán los socios de la joyería JyA, para dar comienzo con una de las asociaciones más grandes que he hecho desde que me vi afectado. Es una oportunidad de oro, la cual no puedo echar a perder por nada en el mundo. Karina me dio aviso de que la sala de juntas ya estaba empezando a llenarse, así que, caminando junto a ella, nos dirigimos hacia la misma; ultimando los últimos detalles de la reunión.

—Muy buen trabajo, Karina — la rubia sonrió —. Por favor, asegúrate que todas las carpetas estén en sus correspondientes lugares.

— Por supuesto, Sr. Cooper.

Me senté en mi lugar mientras Elián y mis padres entraban a la sala de juntas. Ante mis ojos todo brilla como el sol después de tan larga tormenta, nadie me puede quitar la felicidad ante este proyecto.

—Nuestra presencia no es necesaria...

—Por supuesto que sí, papá. Somos una sola familia.


—Todo está en orden, Sr. Cooper. Johana me ha informado que los hermanos White ya han llegado...

Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora