Muy tarde

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Dereck

Fumé del cigarrillo pausadamente, el humo me envolvió entre esa nube cegando todo a mi alrededor. Todas las cosas me están saliendo de mal en peor, ya no sé cómo empezar a solucionar todos los jodidos problemas en los que me he involucrado. Mi madre está muy segura de sus planes, pero mi lado pesimista me dice que nada bueno ocurrirá. Ahora bien, la mirada desilusionada de Jane me golpeó justo en el centro del pecho. Sus palabras sonaron muy dolidas, y en parte tiene su razón por estarlo. No obstante, el del vídeo no soy yo; jamás sería capaz de tener sexo en un baño. Fiorella está jugando con fuego y ya me está empezando a quemar, dándome donde más duele.

—¿Estás listo, Dereck? — preguntó Elián entrando a la habitación —. Los hombres de Doménico nos esperan.

—No estoy listo, pero ya que más da — murmuré dejando la colilla del cigarrillo en el cenicero —. ¿Tuviste éxito con Jane?.

—No, la verdad es que logró subirse a un autobús y la perdí de vista — hice el nudo de la corbata —. Te importa mucho, ¿verdad?.

—La verdad es que sí, para que seguir ocultando, pero ya es muy tarde. Ahora ya no quiere verme.

—Siempre puedes ir a su nuevo apartamento y arreglarlo todo — sonrió ladeado —. Sé sincero, Dereck. Dile todo lo que sientes por ella.

—Ya lo hice y solo recibí un silencio de su parte — enarcó una ceja —. Supongo que tiene razón...

—¿En qué?.

—En nada...

¿Será posible que solo yo me haya enamorado en tan poco tiempo? Anoche le dejé en claro mis sentimientos, y aún así, no le importó. No estaba esperando que me dijera que me ama, pero con un me gustas o un me atraes mi corazón hubiera quedado satisfecho. Ahora me siento patético ante todo lo que le dije haciéndola mía.

Dejé de pensar en Jane y salí de la casa concentrándome en el plan a seguir de mi madre. Por lo menos espero durar un par de días casado con Fiorella, más no lo soportaría. Los hombres de Doménico nos llevaron hacia una iglesia en la cual ya ellos estaban allí; Fiorella está vestida de novia en el centro del altar.

—¡Dereck! — Doménico aplaudió con una gran sonrisa en el rostro —. Como ya ha llegado el novio, que comience la boda...

Caminé hasta quedar junto a Fiorella y sostener su mano falsamente, quiero es ahorcarla por haberme mentido durante tanto tiempo.

—Sea rápido, padre, los novios tienen mucho afán de consumar el matrimonio.

Miré a mi madre de reojo y sonrió dándome tranquilidad. Mi padre está furioso, sus ojos azules echan fuego viendo a Doménico reír. No sé qué sería de mí sin mis padres, ellos siempre estando a mi lado en todo momento. El padre empezó a hablar, en mi cabeza solo hacen eco las palabras de Jane; ese rencor con las que me lo dijo. No me había dado cuenta de dónde me hallaba si no hasta que Fiorella unió sus labios con los míos, siquiera escuché de mí mismo decir el sí de mi propia boca. Veo como todo pasa ante mis ojos, pero el razonamiento no me permite comprender absolutamente nada de lo que está pasando.

—Oficialmente somos una sola y gran familia, ¿no les parece maravilloso?.

—Ha decir verdad, no.

— Como siempre de mal humor, Esther. Cuándo será el día que vuelvas a sonreír al tenerme de cerca.

—Doménico — advirtió mi padre ante la petulante sonrisa del italiano.

—Tranquilo, mi amor. Hay hombres que no saben aceptar los rechazos de una mujer.

Sé que mi padre y Doménico eran grandes amigos antes de conocer a mamá, su mala relación surgió a raíz del matrimonio de mis padres. Desde entonces siempre ha sido así en las reuniones de ambas familias.

—Bueno, no diré más — se encogió de hombros —. Ya están casados, ya sé que se van a amar para toda la vida hasta llegar a viejos; así que, ya no tengo nada más que hacer acá. Les deseo la mayor de las felicidades, y no hagas sufrir a mi nena, Dereck.

—¿Por qué te vas a ir tan rápido, Doménico? Apenas si comienza lo bueno — sonrió mi madre —. No piensas perderte de la fiesta, ¿o sí? Mira que no fue nada fácil conseguir todo de último momento.

El hombre dudó pero terminó accediendo en venir con nosotros a la casa de mis padres. Según llegamos, la fiesta se llevó a cabo normalmente como si en verdad fuéramos una pareja de recién casados, felices e irradiando amor ante todos los supuestos invitados.

—Sabes disimular muy bien las cosas, Dereck.

—Si quieres te trato como en verdad me gustaría, Fiorella.

—¿Hasta cuándo dejarás de ser tan desagradable e insoportable, Dereck? Ahora que estamos casados debes tratarme con amor.

—Amor es lo último que planeo darte.

—Eso ya lo sé, no tienes porqué decírmelo cada vez que tengas oportunidad — resopló tocando su vientre con ambas palmas —. Tus malos tratos solo perjudican a nuestro hijo, mi amor. Yo ya he perdonado que me hayas sido infiel con tu asistente, eso ya es cuento pasado y olvidado. Por cierto, ha de estar yéndose muy lejos ahora que estás casado.

—¿De que estás hablando, Fiorella? — estoy empezando a creer lo que dice mi madre sobre su salud mental.

—Tu asistente se ha ido de la ciudad... — miró su teléfono con una sonrisa —. Oh, que casualidad, justamente acaba de tomar un avión. Eso sí, no sé para dónde se habrá ido — sonrió maliciosa.

Arrebaté el teléfono de sus manos y efectivamente, Jane ha sido grabada al instante en el que sube a un avión con un par de maletas en sus manos. Una punzada se plasmó en mi pecho para luego expandirse por todo mi cuerpo. Muy tarde, ha sido muy tarde todo. Acabo de caer en picada a un pozo si salida, y la soga de la cual pensaba sostenerme, se ha desvanecido en el viento. En cuanto mi madre me diera la señal, planeaba ir y aclarar todo con Jane. Bien dicen que no siempre se debe ayudar a quien pide ayuda, pues las malas intenciones siempre están tras el rostro más angelical. Y es lo que quiero descubrir de Fiorella, ¿qué es lo que planea con todo esto que ha montado?.

Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora