Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]

Inconveniente

La noche se me hizo tan corta estando en sus brazos, que al caer el amanecer y ver los rayos del sol en su cuerpo, no pude evitar suspirar ante su atractivo. Es muy guapo. Está tan tranquilo durmiendo, que hasta temo despertarlo con mi fija mirada en su rostro. El cansancio se le alcanza a percibir un poco bajo sus ojos. Las ojeras, aunque se notan poco, están presentes. Este último mes ha tenido que soportar bastante con mis cuidados, la colección y tener que alimentar a Dante en la madrugada. Lo que más me gusta y me enamora es la disposición que siempre gasta para con nosotros, en lugar de enojarse, se ve realmente feliz haciéndolo. Dereck me sorprende cada día más, no imaginé que un hombre llegara a ser como él; atento, amoroso, amable y entre infinitas de cualidades que salen a relucir y dejan en nada esos defectos mínimos que posee.

Me apreté más contra su cuerpo y descansé la cabeza en su pecho. Es divino inmortalizar los momentos que pasamos juntos, uno al lado del otro, respirando casi el mismo aire. Me ilusioné bastante al creer que me propondría matrimonio, pero también debo ser realista y ser sincera conmigo misma; aun nos queda mucho que conocer y aprender uno del otro. El momento correcto llegará a su debido tiempo. Para que forzar algo que apenas está en un inicio.

—Buenos días, princesa — su voz ronca me enamora cada vez más —. ¿Descansaste? ¿Te duele la cicatriz? Anoche no pude contenerme más y me dejé llevar por las inmensas ganas que tenia de hacerte mía. Si te lastimé, dímelo y te llevo con Joel...

—No — negué levantando la cabeza para verlo. Sus ojos tienen un brillo único y ni que decir de la sonrisa que lleva en los labios —. Buenos días. Aunque no me creas me siento mucho mejor esta mañana. No siento dolor alguno en la cicatriz — sonreí.

—Y eso a que se deberá, ¿eh? — sonreímos y me dio un tierno beso en los labios —. ¿Estás segura? Aun no era tiempo para que hicieras tanto esfuerzo.

Se ve tan lindo y tierno cuando se preocupa por cada detalle. Anoche me acribilló como conejo y ahora luce muy preocupado. Dereck no tiene remedio alguno.

—Me siento de maravilla, amor — le devolví el beso —. Como renovada.

—De eso me doy cuenta — entrelazó su mano en mi cabello profundizando el beso.

El beso fue subiendo de intensidad con cada segundo. Sus manos empezaron a recorrer mi piel desnuda, y sin darnos cuenta terminamos haciendo el amor de nuevo. Esta vez tan pausado, tan entregados el uno al otro; con sus brazos rodeándome fuerte y firme por la espalda. La felicidad que siento dentro del pecho no tiene comparación alguna. Los miedos y por tonta me hicieron perderme de esto por tanto tiempo, que ahora no es más que perfecto. Siento que nada ni nadie me va a arrebatar todo esto que está en mis manos.

Según tomamos una ducha y desayunamos en el hotel, regresamos a casa para estar con Dante. Cualquiera que nos viera los rostros se daría cuenta de nuestra felicidad. En el enorme salón todos estaban reunidos, y al vernos se quedaron en completo silencio. Se me hace muy extraño que todos estén desde muy temprano en casa, por lo general, suelen venir en la noche o los sábados para compartir con Dante. Me hace muy feliz ver que aman a mi hijo con tan poco tiempo de saber de su existencia.

—Creímos que nunca iban a regresar. Ya estaba preparándome para quedarme con Dante, hasta ya había pensado en que decirle cuando me preguntara por sus padres — sonreí tomando a mi pequeño en mis brazos —. ¿Se lavaron bien?

—Elián, por favor — la señora Esther se llevó a Dereck lejos de nosotros.

—Dante es un niño muy juicioso — Karina dejó un beso en su cachete y sonreí —. Despertó muy pocas veces.

—¿En serio? — fruncí el ceño —. Antony me decía que con ellos despertaba a cada rato.

—Anoche despertó dos veces; una para comer y la otra para cambiarle el pañal. Es muy juicioso — se encogió de hombros —. Tal vez sienta el amor que le damos todos aquí.

Dereck

—¿Qué sucede, mamá? — pregunté una vez quedamos lejos de todos —. No traes buena cara.

—Fiorella ha pedido verte e incluso llego a lastimarse ella misma si no vas a hablar con ella.

—No voy a ir, lo que haga esa mujer me tiene sin cuidado.

—Lo sé, mi amor, pero ha dicho que tiene algo muy importante que decirte. No sé qué pueda ser...

—Olvida eso, mamá. No pienso ir con la mujer que puso en riesgo la vida de mi hijo, y que además se confabuló con López para hacerle daño a Jane. Quiero que ellos estén lo más lejos posible de nosotros.

—Ya lo sé, mi amor. Créeme que jamás te insistiría si no fuese importante — sacó una pequeña carpeta de debajo de su blusa —. Fiorella si tuvo un bebé, el cual se lo quitaron por su estado mental. Los doctores han dicho que puede ser tuya.

—Es imposible. Tu misma dijiste que no estaba embarazada, mamá. ¿Cómo es que después de tanto tiempo me digas todo lo contrario?.

—No lo sé. Decían que era un embarazo psicológico, pero se sorprendieron en cuanto dio a luz. No se sabe de quien es el bebé: ella dice que es tuyo y no del supuesto modelo italiano. Esa fue la razón del porque decidió escaparse de la clínica psiquiátrica. Ella jura que Dante es su hijo, y que Jane fue quien se lo arrebató de sus brazos. Esto es cada vez más extraño, pues no me dieron más información sobre el asunto. Los doctores quieren que vayas a verla y así darte la bebé que ellos mismos han cuidado desde que nació.

Justamente cuando creí que nada más iba a arruinar mi felicidad, mi madre me suelta otra gran bomba. No entiendo cómo han ocultado el hecho de que Fiorella hubiera tenido un bebé, tampoco comprendo cómo fue que logró escaparse y dar con Jane y mi hijo. Será mejor ir y hablar con Fiorella, lo que menos quiero es que mi mapachita se preocupe por algo que no debe.

—¿Cuándo puedo ir?.

—Entre más pronto, mejor. Haremos todos los exámenes a la bebé, no tienes de que preocuparte.

—La bebé es lo que menos me preocupa, mamá. Si resulta ser mía, le daré el mismo amor que a Dante — me quedé viendo como Jane reía con mis hermanos —. No sé cómo vaya a tomar Jane toda esta situación ahora que está feliz.