- нe נusт ɴeeᴅlove. [carlos y tu]

Capitulo 30.

-Ya estas mi amor-dije cuando terminé de ponerle el pijama-toma-le di su biberón-.
-Gracias, ¿me lees un cuento?
-Claro, metete en la cama-el se metió y lo arropé-.

Jaxon escuchaba atentamente el cuento mientras bebía de su biberón. Cuando se quedó dormido, quité el biberón, cerré el libro y besé su frente para luego irme a mi habitación. Carlos estaba ya en la cama viendo la tele como siempre. Sonreí y me metí a su lado. El fijó su vista en mi.

-¿Se ha dormido?
-Sí, mi bebe es tan tierno.
-_____ ya no es un bebe.
-Es mi bebe y punto.
-No lo mimes tanto ____...
-Carlos, el ha perdido a su madre con cuatro años y a su padre, ¿como no lo voy a mimar?
-Tiene que ir madurando.
-Es un niño, hay que hacer que su infancia sea lo más feliz posible. Tu madre lo habría querido así.
-Si...tienes razón. Pero no quiero que sea un blandengue tampoco.
-Es un niño fuerte-se escuchó la puerta de la entrada cerrarse-. Parece que los otros dos niños también han llegado-dije riendo-.
-¿Yo también soy tu niño?
-Tu no, tu eres mi amor-lo besé-.
-Me encanta ser tu amor-murmuró poniendose encima mía-. Así tengo tratos especiales.
-Hmm...¿quieres uno ahora?-dije mordiendo su boca y tirando de su labio, gimió asintiendo-.

Empecé a besarlo con más pasión mientras me sentía acariciada por el. Gemí cuando su mano fría acarició mi piel desnuda. La ropa era nuestro mayor estorbo, asi que acabó por el suelo de la habitación esparcida mientras nosotros nos seguíamos besando.

-Eres increíble-me dijo-logras ponerme en un segundo sin hacer nada.
-Porque estoy buena-solté una risita-.
-Nadie puede negarlo, tengo la novia más sexy del mundo.
-Oh Carlos...

Yo acaricié su torso desnudo...me encantaba sentir sus abdominales y sus músculos tensarse cada vez que lo tocaba despacio.

Mis besos bajaron por su cuello, sabía que eso era su debilidad y no me equivoqué. Nada más depositar un beso, el gimió y echó su cabeza hacia atras disfrutando de los besos que le proporcionaba.

-Sabes todas mis debilidades-me dijo al sentir como mordía su labio-.
-Me encanta saberlas, me encanta hacerte disfrutar amor.
-¿Tomas ya las pastillas?
-Sí.
-Eso es genial.

Me besó nuevamente con la misma intensidad y pasión.

-Vamos Carlos...no seas malo.
-¿Que quieres cariño?
-Tu ya sabes lo que quiero.
-Si lo dices lo obtendrás.
-Idiota-mascullí y el rió-hazme tuya Carlos.

Sentí como poco a poco me iba llenando, Carlos me hacia ver las estrellas cada vez que haciamos el amor. Se movía rápido y profundo, me encantaba sentirlo asi. Intentaba no gritar, pero me era casi imposible, solo rezaba porque nadie se diera cuenta porque me moríria de la verguenza.

-¿Te gusta?-asentí-.

Siguió empujando profundo y rápido,
me volvía loca.

Quedamos exhaustos en la gran cama matrimonial.

-Te amo-me dijo poniendose a mi lado-.
-Yo también te amo tonto-le sonreí antes de volver a besarlo-.