-Chapter 12

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"Maldiciones imperdonables"

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"Maldiciones imperdonables"

Los siguientes días pasaron muy tranquilos, a menos que piensen en como Neville dejara que se fundiera su sexto caldero en la clase de Pociones y el pobre sufrió demasiado el castigo de Snape. Pero a pesar de eso los días de Lirya fueron tranquilos, sin ninguna visión, concentrada en sus clases y amigos.

— Tú sabes por qué Snape está de tan mal humor, ¿Verdad? —dijo Ron a Harry, mientras observaban como Lirya enseñaba a Neville a llevar a cabo el encantamiento integrasa para quitarse de las uñas los restos de tripa de sapo que había conseguido por el castigo.

—Sí —respondió Harry—. Por Moody.

Era comúnmente sabido que Snape ansiaba el puesto de Profesor de Artes Oscuras, y era el cuarto año consecutivo que se le escaba de las manos. Snape había odiado a los anteriores titulares de la asignatura y nunca se había esforzado en disimularlo. No obstante, parecía especialmente cauteloso a la hora de mostrar cualquier indicio patente de animosidad contra Alastor.  Desde luego cada vez que Lirya los veía juntos, se llevaba la clara impresión de que Snape rehuía los ojos de Moddy, tanto el mágico como el normal, Lirya sospechaba que era por el pasado oscuro de Snape pero no tenía nada claro.

—Me parece que Snape le tiene algo de miedo, ¿No crees? —dijo Harry, pensativo.

—¿Te parece? —río Lirya—, es algo obvio.

—¿Se imaginan que Moddy convierte a Snape en un sapo cornudo —dijo, con lágrimas de risa en los ojos— y lo hace botar por toda la mazmorra...?

Los de cuarto curso tenían tantas ganas de asistir a la primera clase de Moddy que el jueves, después de comer, llegaron muy temprano e hicieron cola a la puerta del aula cuando la campana aún no había sonado.

La única que faltaba era Hermione que apareció puntual.

—Vengo de la...

—... biblioteca —adivinó Ron—. Date prisa o nos quedaremos con los peores asientos.

Y se apresuraron a ocupar tres sillas delante de la mesa del profesor, en cambio Lirya se sentó tras ellos junto a Faray y Hannah. Sacaron sus ejemplares de Las fuerzas oscuras: Una guía para la autoprotección, y aguardaron en un silencio poco habitual. No tardaron en oír el peculiar sonido y seco de los pasos de Moddy provenientes del corredor antes de que entrara en el aula, tan extraño y aterrorizador como siempre. Entrevieron la garra en que terminaba su pata de palo, que sobresalía por debajo de la túnica.

—Ya pueden guardar los libros —gruñó, caminando ruidosamente hacia la mesa y sentándose tras ella—. No los necesitaran para nada.

Todos volvieron a meter los libros en las mochilas. Ron estaba emocionado.

Moddy sacó una lista, sacudió la cabeza para apartarse la larga mata de pelo gris del rostro, desfigurado y lleno de cicatrices, y comenzó a pronunciar los nombres, recorriendo la lista con su ojo normal mientras el ojo mágico giraba para fijarse en cada estudiante conforme respondía a su nombre, parando más tiempo al pronunciar el nombre de Lirya.

Lirya Black || H. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora