-Chapter 34

92 10 2
                                    

"Caminos separados"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Caminos separados"

Dumbledore se levantó y miró un momento a Barty Crouch con desagrado. Luego alzó otra vez la varita e hizo salir de ella unas cuerdas que lo dejaron firmemente atado. Se dirigió entonces a la profesora McGonagall. 

 —Minerva, ¿te podrías quedar vigilándolo mientras subo con Harry y Lirya? 

 —Desde luego —respondió ella. Daba la impresión de que sentía náuseas, como si acabara de ver vomitar a alguien. Sin embargo, cuando sacó la varita y apuntó con ella a Barty Crouch, su mano estaba completamente firme.

 —Severus, por favor, dile a la señora Pomfrey que venga —indicó Dumbledore—. Hay que llevar a Alastor Moody a la enfermería. Luego baja a los terrenos, busca a Cornelius Fudge y tráelo acá. Supongo que querrá oír personalmente a Crouch. Si quiere algo de mí, dile que estaré en la enfermería dentro de media hora. Snape asintió en silencio y salió del despacho. 

 —Harry... —llamó Dumbledore con suavidad. Harry se levantó y volvió a tambalearse. 

Lirya, que sentía que sus piernas en cualquier momento dejarían de funcionar, reunió fuerzas para poder agarrar a Harry y ayudarlo, él había pasado por mucho, Lirya lo sabía y no dejaría que su tristeza impida ayudarlo.

—Antes que nada, quiero que vengas a mi despacho, Harry. Me gustaría que vengas también Lirya —les dijo en voz baja, mientras se encaminaban hacia el pasadizo—. Sirius nos está esperando allí. 

 Harry asintió con la cabeza. Lirya lo tomo con más fuerza. Intentando transmitirle seguridad y fuerza, que todo estaría bien.

 —Profesor —murmuró—, ¿dónde están los señores Diggory? 

Lirya tembló ante el nombramiento de los Diggory, sintió como sus piernas amenazaron con dejarse caer, pero ella reunió fuerzas y se sostuvo.

 —Están con la profesora Sprout —dijo Dumbledore. Su voz, tan impasible durante todo el interrogatorio de Barty Crouch, tembló levemente por vez primera—. Es la jefa de la casa de Cedric, y es quien mejor lo conocía. 

 Llegaron ante la gárgola de piedra. Dumbledore pronunció la contraseña, se hizo a un lado, y él, Lirya y Harry subieron por la escalera de caracol móvil hasta la puerta de roble. Dumbledore la abrió. Sirius se encontraba allí, de pie. Tenía la cara tan pálida y demacrada como cuando había escapado de Azkaban. Cruzó en dos zancadas el despacho. 

 —¿Están bien? Lo sabía, sabía que pasaría algo así. ¿Qué ha ocurrido? 

 Las manos le temblaban al ayudar a Lirya a que Harry se sentara en una silla, delante del escritorio. Luego de que Harry lo hiciera Lirya se sorprendió cuando Sirius la abrazó, pero de todos modos se lo devolvió. Intentaba ser fuerte pero el abrazó de un padre era lo que más necesitaba.

Lirya Black || H. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora