-Chapter 29

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"La tercera prueba"

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"La tercera prueba"

Lirya ya se había levantado con una muy rara sensación el día de la tercera prueba, algo le decía que algo muy malo iba a pasar, pero no sabía que. Había pasado los últimos días enseñándole hechizos a Harry y ayudando a Cedric, los dos estaban preparados, ella lo sabía, pero la sensación no se iba, el sentimiento de que algo cambiaría todo la comía por dentro, pero decidió guardárselo, pensaba que seguramente solo era miedo ya que dos de sus amigos más cercanos participarían.

El desayuno fue muy bullicioso en la mesa de Hufflepuff esa misma mañana. Lirya había decidido estar con Cedric y Ricky esa mañana. Pronto una lechuza llegó con una copia de El Profeta para Lirya. Lo desplegó, miro la primera página y escupió sin querer el juego que estaba tomando.

—¿Que paso? —pregunto Cedric mientras le acariciaba la espalda, pensó que se había ahogado.

Lirya rápidamente hecho un vistazo a la mesa Gryffindor y vio como Ron intentaba, de una manera muy poco disimulada, que Harry no viera la portada. Pero fue en vano ya que Lirya escucho como gritó Draco Malfoy desde la mesa de Slytherin:

—¡Eh, Potter! ¿Qué tal te encuentras? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro de que no te vas a poner furioso con nosotros?

Cedric y Ricky la veían confundidos y ella les paso El Profeta para que vean la portada. 

HARRY POTTER, «TRASTORNADO Y PELIGROSO» 

 El muchacho que derrotó a El-que-no-debe-ser-nombrado es inestable y probablemente peligroso, escribe Rita Skeeter, nuestra corresponsal especial. Recientemente han salido a la luz evidencias alarmantes del extraño comportamiento de Harry Potter que arrojan dudas sobre su idoneidad para competir en algo que exige tanto de sus participantes como el Torneo de los tres magos, e incluso para estudiar en Hogwarts. 

 Potter, como revela en exclusiva El Profeta, pierde el conocimiento con frecuencia en las clases, y a menudo se le oye quejarse de que le duele la cicatriz que tiene en la frente, vestigio de la maldición con la que Quien-ustedes-saben intentó matarlo. El pasado lunes, en medio de una clase de Adivinación, nuestra corresponsal de El Profeta presenció que Potter salía de la clase junto a la estudiante de Hufflepuff, Lirya Brown, como un huracán, gritando que la cicatriz le dolía tanto que no podía seguir estudiando. 

 Es posible (nos dicen los máximos expertos del Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas) que la mente de Potter quedara afectada por el ataque infligido por Quien-ustedes-saben, y que la insistencia en que la cicatriz le sigue doliendo sea expresión de una alteración arraigada en lo más profundo del cerebro. 

 «Podría incluso estar fingiendo —ha dicho un especialista—. Podría tratarse de una manera de reclamar atención.» 

Lirya Black || H. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora